El jugador luso y el tenista mallorquin son dos prodigios fisicos que han cimentado sus triunfos en su fortaleza, en su enorme capaxidad de resistencia, en unos cuerpos que respondian a exigencias extremas, capaces de llegar a balones o pelotas que eran imposibles para sus adversarios. Fortaleza con calidad, pero fortaleza por encima de todo.