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    21 de noviembre de 2024

RAUL HERAS

La táctica del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE - inseparables ambas caras de la moneda socialista -frente al lider de la oposición y presidente del PP es tan vieja como la humanidad misma. Se centra en el “divide y vencerás” al enemigo. Si lo consigues, claro. Pedro Sánchez ya ha decidido dar un paso más en esa dirección y coloca a Isabel Díaz Ayuso como la “jefa” de su jefe, que es Alberto Núñez Feijóo. Se siente más cómodo atacando a la presidenta madrileña desde el exterior del Congreso, que debatiendo con el parlamentario y jefe de filas de la derecha, que es Feijóo.
Han pasado 2.157 años desde que el poblado soriano de Numancia fuera conquistado por los romanos. Les costó 20 años derrotar a sus habitantes, con ejércitos y generales y tribunos que se estrellaban contra sus muros de pìedra. Hoy, aquella resistencia da nombre a las guerras y batallas que se consideran perdidas, y que terminan con los vencidos suicidándose antes de ser vendidos como esclavos. La Numancia de este Gobierno y del PSOE es hoy el palacio de La Moncloa, con Pedro Sánchez en el papel de Megara, como jefe de uno de los clanes celtíberos, y Alberto Núñez Feijóo como el caúto general Escipión, que decidió que la mejor forma de vencer no era entrar en batalla- como habían hecho sus antecesores- sino cerrar la ciudad y dejar que el hambre y la enfermedad acabara con sus habitantes. Lo consiguió en el año 133 antes de Cristo.

Más que nunca el Secretario General del PSOE y Presidente del Gobierno necesita que su partido esté unido, con una “hoja de ruta” común para los próximos tres años - sobre todo para este 2025 que está a punto de ”caerle” encima - y que esté dispuesto a defenderle, a defender a su Gobierno y a defender a su mujer, sin que el orden de estos factores altere el resultado final del mismo. Pedro Sánchez tiene cuarenta días para lograrlo, los que faltan para que el Congreso Federal del partido le traslade, en vivo y en directo, sus opiniones.
Tiene que esperar al Congreso Federal de noviembre pero Juan Lobato ya sabe que tendrá rivales para, en las siguientes semanas, luchar por mantenerse la frente del PSOE madrileño. A un seguro rival ya lo conoce y le venció, el alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala. Los otros dos pueden y casi seguro serán la concejala Emma López y el Delegado gubernativo, Francisco Martín Aguirre; con la ex ministra Reyes Maroto, hoy portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, de comodín para casi todo.

Este jueves, 10 de octubre, sale a la venta la autobiografía del ex premier británico Boris Johnson, obligado a dimitir por sus “fiestas privadas” en el domicilio familiar del número 10 de Downing Street durante la pandemia del Covid 19. El siempre polémico dirigente del Partido Conservador habla de su vida y de la vida de los demás, incluida la de Isabel II. Con el mismo desenfado con el que dirigió la política británica. Su título, “Desatado” no puede ser más acertado y más aplicable al Rey Juan Carlos tras el viejo escándalo - convertido en nuevo - de sus relaciones con Barbara Rey hace ya más de 30 años, cuado él tenía poco más de cuarenta y la actriz y vedette rondaba los veinticinco. No se habían visto las fotos, ni se habían escuchado los audios, pero la relación era ampliamente conocida por todos, desde la élite política y económica al llamado pueblo llano.

Es el número tres del PSOE y la persona, junto a la vicepresidenta María Jesus Montero y el ministro Felix Bolaños, el militante y dirigente socialista que goza del mayor grado de confianza del presidente. Santos Cerdan le acompaña desde hace diez años, en los buenos y malos momentos, ha sido el encargado de negociar con los independentistas los acuerdos sobre financiación singular y, por supuesto, la amnistía. Hoy, de cara al Congreso Federal de finales de noviembre, es la pieza esencial que necesita Pedro Sánchez para mantenerse al frente del partido y del propio Gobierno.
Un ictus le mató hace cinco años. Antes Alfredo Pérez Rubalcaba había sido todo lo que se puede ser en política salvo presiente del Gobierno, que lo intentó en las elecciones de 2011 frente a Mariano Rajoy. Perdió pero siguió como Secretario General del PSOE durante otros cuatro años. Después dimitió de la política activa y regresó a la Universidad a dar clases de química.

Con 69 años de edad - los cumple el próximo día veinticuatro- la ONU se ha convertido en una de las instituciones mundiales más caras y más inútiles que existen. Incapaz de cumplir y hacer cumplir los objetivos que se marco y los principios que buscaban los 50 países fundadores. La razón del monumental fracaso está en el carácter dictatorial de los cinco estados que tienen poder de veto y que se anulan unos a otros.
La esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, y el juez Peinado tendrán que esperar otro mes para ver quien gana en el desigual combate en el que llevan meses implicados. La Audiencia Provincial se ha dado cuenta, en el último mínuto, que faltaba una de las recusaciones que el abogado de la mujer del presidente, Antonio Camacho, había enviado al juzgado. Esa “pequeña” nota, de apenas un folio de extensión, ha bastado para que los magistrados que tenían que tomar la decisión de mantener a Peinado al frente de toda la instrucción del sumario, o retirarlo para que el sumario pasara a otras manos y otras instancias, hayan pedido más tiempo. Tiempo que aprovechará otra acusación particular para aumentar los motivos de la denuncia con la investigación que está levando a cabo la Universidad Complutense, el “alma mater” del curso.
El presidente de Castilla la Mancha y la vicepresidenta segunda del Ejecutivo se han convertido en las dos caras de las mismas monedas que tiene el presidente del Gobierno para llevar adelante lo que quiere hacer en política nacional e net nacional pero que no puede. Los dos, junto al ex presidente Rodríguez Zapatero forman una especie de “mister Hyde” que le permiten al “doctor Jekyll “ de La Moncloa hacer de bueno y malo al mismo tiempo, de estar y no estar, de decir y no decir, de presionar y no presionar. Así hasta el infinito.

Nunca Cataluña ha conseguido más con menos, ni ningún presidente o expresidente de esa Comunidad ha conseguido más recursos del Estado con menos diputados en el Congreso. Carles Puigdemont, dos veces huido y auténtico ganador de las últimas elecciones autonómicas, mantiene su presión sobre el Gobierno de cara a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Los siete escaños que Junts tiene en la Cámara son indispensables y el chantaje que hace con ellos es la mejor prueba de la debilidad del Gobierno.

Si aceptamos la frase más repetida por Alberto Núñez Feijóo y todos los demás dirigentes del Partido Popular, Pedro Sánchez y su Gobierno deberían llevar meses muertos y enterrados. No lo están. Tampoco lo está la izquierda que luchó contra la dictadura por mucho que haya cambiado en nombres y liderazgos. Tienen mala o muy mala salud pero ya han convertido a la derecha en el dóberman amenazante de los derechos de los más débiles. Un conjunto de mentiras que explica el alejamiento de los ciudadanos de la clase política.
Más dividida que nunca, llena de contradicciones, con líderes enfrentados, con fronteras renacidas, sin claros liderazgos, sumergida tanto en la guerra de Gaza como en la destrucción de Palestina, que no sabe qué posición tomar ante Nicolás Maduro o Javier Milei, ni ante los candidatos para presidir Estados Unidos, que necesita y no quiere a los emigrantes, ya sean de la Europa del Este, del Africa subsahariana o de sus antiguas colonias, que necesita y no quiere la tecnología china, que tiene tantos agujeros en su estructura política como un colador. La Unión Europea no encuentra su sitio en el gran mapa del poder mundial.
El presidente de Castilla la Mancha se ha quedado sólo en sus disparos de precisión contra Pedro Sánchez, tras el evidente declive del expresidente de Aragón, su otrora compañero de aventuras dentro del PSOE. Cada día el Partido Popular y su presidente, Alberto Núñez Feijóo, saben que el mejor de sus francotiradores se llama Emiliano García-Page, el político que aprendió a dar sus primeros pasos en el difícil y a veces sanguinario ring de la vida pública con un auténtico experto en el arte de esa esgrima dialéctica que consiste en buscar al más asequible de los adversarios y ponerse a golpearle con los guantes regionales, siempre bajo dos banderas, la de España y la del Vaticano.

El siete de agosto de 1974, a las 7,15 de la mañana, el equilibrista, funambulista, mimo y mago francés Philippe Petit comenzó a caminar sobre un cable de acero de 200 kilos que unía los 417 metros que separaban las dos Torres Gemelas de Nueva York. Tardaría una hora en hacerlo, tiempo que empleó para saltar y tumbarse sobre ese cable y hacer bromas con la policía neoyorquina que le esperaba a ambos lados. Se entregó, le detuvieron, le absolvieron y le convirtieron en un héroe. Nadie ha vuelto a hacer nada parecido. Hasta ahora y no en ningún cable colocado a 417 metros de altitud. Cambiado Manhattan por Madrid y la locura física por la política, Pedro Sánchez ya es el mayor equilibrista, funambulista, mimo y mago de la historia de nuestra democracia y puede que sea un auténtico récord mundial.
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