El Real Madrid se redime en el derbi a base de triples
5/4/2010.- Los blancos bombardearon al Asefa Estudiantes con 17 triples para llevarse el derbi por 101-77 y olvidar su adiós a la Euroliga.
jueves 02 de octubre de 2014, 12:47h
El Real Madrid volvió a reencontrarse con la victoria en un derbi desigual ante un Asefa Estudiantes corto de pívots, por las lesiones de Gabriel y Carner-Medley, que nunca fue aspirante a la victoria y que cayó sentenciado por la efectividad local.
Aunque el cuadro estudiantil pareció entrar más enchufado al partido (0-4), el Real Madrid, que no alcanzaba los 100 puntos desde el 4 de junio 2009, no tardó casi nada en marcar el paso del partido y con dos contraataques casi consecutivos se puso por delante, 8-6, gracias al buen hacer de Hansen, especialmente productivo en ataque y eficaz en defensa.
Las bajas de Germán Gabriel y Nick Carner-Medley dejaron al Asefa Estudiantes con una rotación corta entre los pívots y esa fue una de las causas por las que Luis Casimiro decidió defensas alternativas en el segundo cuarto, hombre-zona, para intentar frenar a los locales.
La zona fue aprovechada por Louis Bullock, que sacó a relucir la eficacia de su muñeca en el tiro. El Madrid, aunque vio reducida inicialmente su renta, acabó imponiéndose en el cuarto y se marchó a vestuarios con 11 puntos de renta, 46-35.
Sin apenas tiempo de reponerse, menos de 48 horas, de la eliminación en la Euroliga a manos del Barcelona, el Real Madrid se puso manos a la obra de reencontrarse con la victoria, el mejor antídoto para superar las adversidades.
El Real Madrid salió dispuesto a sentenciar el partido y apretó un poco más en defensa, mientras que Asefa Estudiantes se refugió definitivamente en una zona para intentar detener el aluvión de puntos del rival.
Los locales, inspirados en el lanzamiento triple, fueron aumentando ventaja hasta los veinte puntos, 65-45 en el minuto 25, lo que propició cierto relajamiento y que Estudiantes no se descolgara escandalosamente en el marcador. Al final de los tres primeros cuartos, el marcador reflejó un ya claro 75-56.
Un 8-2 de salida y en los dos primeros minutos acabó por sentenciar un partido en el que Estudiantes nunca dio la sensación de poder ganar y en el que el Real Madrid buscó con más ahínco la victoria para restañar sus heridas europeas y prepararse, porque la semana que viene vuelve a enfrentarse con el Barcelona en el Palau.