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El amplio abanico de la Iglesia

El presidente del Congreso se declara católico pero defiende la libertad de la sociedad y de los ciudadanos que la integran a la hora de plantearse temas como las relaciones sexuales o el aborto. La presidenta del Parlamento vasco se declara católica, contraria al aborto e incluso al uso de preservativos. El primero estudió en los jesuitas de Alicante, la segunda en el colegio del Opus Dei de San Sebastián. Los dos representan de forma clara el amplio abanico de creencias y voluntades que tiene la Iglesia católica en España, entendiendo por Iglesia al conjunto de todos los fieles y no solamente a la jerarquía eclesiástica.
Entre los 59 años recién cumplidos de José Bono y los 36 de Arantza Quiroga media el abismo de la transición política en nuestro país. El político socialista, nacido en el pequeño pueblo de El Salobre, de Albacete, se metió en política y en el PSP que dirigían Tierno Galvan y Raúl Morodo cuando estudiaba ICADE en Madrid y Franco y Carrero Blanco gobernaban los destinos de la Dictadura. Tres años más tarde y casi coincidiendo con el cumpleaños de Bono, un comando de ETA hacia volar por los aires al almirante y jefe de Gobierno al salir de misa. En esas fechas y en Irún nacía Arantza. La permanente amenaza de la banda terrorista y el asesinato de su primer “jefe” en el Partido Popular, Gregorio Ordoñez, le une a su colega parlamentario en cuando a presencia política. Desde el 2009 llevar las riendas de dos Cámaras Legislativas vuelve a entrelazar sus vidas.

Bono y Quiroga se meten muy pronto en los partidos políticos, los dos con riesgo: el de la Dictadura y el del terror de ETA. Más apretada la carrera del albaceteño ya que tras la fusión del PSP con el PSOE, se convierte en secretario de la Mesa del Congreso, dónde le pilla el intento de golpe de estado de Tejero. Para después y gracias a sus buenas relaciones con Alfonso Guerra convertirse en candidato a la presidencia de Castilla la Mancha, desplazando al que era hasta entonces dirigente regional, Jesús Fuentes. Era 1983 y en el palacio de Fuensalida, sede de la presidencia, permanecería elección tras elección hasta que en el año 2004, tras la victoria de Rodríguez Zapatero en los comicios generales, éste le nombra ministro de Defensa. Arantza Quiroga, por su parte, se estrena en 1995 como concejala en Irún para más tarde convertirse en parlamentaria vasca por Guipuzcoa, y terminar encabezando la candidatura por esa provincia tras la polémica salida de María San Gil de la dirección del PP vasco y la elección de presidente de esa formación de Antonio Basagoiti. De ahí a la presidencia del Parlamento de Vitoria.

Si el actual cargo de Bono puede que tenga su origen en su propia derrota frente a Zapatero en el 35 Congreso Federal del PSOE por nueve votos y su posterior nombramiento y dimisión del cargo de ministro de Defensa; el de Quiroga puede deberse al primer intento fallido de acuerdos entre el PP y el PSOE en el País Vasco que protagonizaron Jaime Mayor Oreja y Nicolás Redondo Terreros; acuerdo preelectoral y que sirvió para que las dos grandes fuerzas nacionales no volvieran a cometer ese error, dejando tanto Patxi López como Antonio Basagoiti para más tarde las negociaciones necesarias para desalojar al PNV de Ibarretxe de un poder que llevaba ejerciendo desde los inicios de la Transición.

La mujer de Bono es empresaria y el marido de Quiroga lo mismo. Una es muy conocida por la firma de joyería y complementos que representa, el otro no. Los dos tienen cuatro hijos y Bono ya es abuelo desde este mismo 2009. Políticos de toda su vida es difícil imaginar al actual presidente del Congreso en otros cometidos, por más que en abril del 2006, cuando dejó el Ministerio de Defensa asegurara que lo hacía por su familia y para no volver a la actividad pública. Dos años más tarde encabezaba la lista socialista por Toledo y pasaba a presidir las Cortes, siempre con su punto de independencia, siempre con sus declaraciones cargadas de frases bíblicas o del Nuevo Testamento. De igual forma parece difícil que Quiroga pueda abandonar la actividad política por más que declare una y otra vez que lo más importante para ella son su familia y sus cuatro hijos, que por cierto estudian en el mismo colegio del Opus que lo hizo ella.

En este 2009 tan cargado de conflictos y choques entre las dos grandes formaciones políticas, salvo en el País Vasco, la distancia entre el Gobierno de la nación y la jerarquía de la Iglesia se ha hecho infinita por varias leyes propuestas y llevadas a la Cámara: desde los matrimonios homosexuales, a la nueva regulación del aborto, pasando por la secularización de las escuelas y las retiradas de los crucifijos o la propia enseñanza de la religión. Temas en los que la distancia personal y política del antiguo alumno de los jesuitas y la antigua alumna del Opus es enorme y pública.

Bono lo ha conseguido casi todo. Aquellos nueve votos del Congreso del PSOE supusieron su primera y más importante derrota: de haberse convertido en secretario general del PSOE los acontecimientos de cuatro años más tarde le habrían llevado a La Moncloa, su máxima aspiración. La misma que tiene con todo el derecho político uno de sus amigos y adversarios, Alberto Ruiz Gallardón, con el que quiso evitar la pelea electoral en 2007 al declinar el ofrecimiento de encabezar la lista del PSOE para Madrid. Quiroga tiene todo por conseguir tras separarse de la estela de su antecesora en el liderazgo del PP en Guipuzcoa, está en el inicio de su carrera en la gran política, con un puesto de relevancia y en una situación histórica de cambio profundo en el País Vasco que pueden llevarla al Ejecutivo regional en el próximo futuro o el desembarco en la capital del Reino si el PP con Mariano Rajoy ganara las próximas elecciones generales en 2012. Dos años que estará condicionados por la situación económica, en primer lugar, y por el debate sobre la estructura del estado y el nuevo desarrollo de los Estatutos de autonomía, por otro.

El propio régimen fiscal del País Vasco y el Estatuto que lo regula puede sufrir modificaciones importantes según sea el resultado del Tribunal Constitucional sobre el de Cataluña y la propia normativa europea sobre los sistemas impositivos y la política monetaria. Y siempre, al igual que viene sucediendo desde que se votó en democracia en el lejano 1977, con la desaparición de ETA y lo que ello significa en el calendario de todos los gobiernos y de todas las formaciones políticas que no tienen el terror y el miedo entre sus principios.