El Ayuntamiento de Madrid sustituye el emblemático Kilómetro Cero

El Ayuntamiento de Madrid reemplazará el emblemático Kilómetro Cero de la Puerta del Sol, de donde parten las carreteras radiales de toda España, para reemplazarlo por otro nuevo de similares características en el marco de la reforma de esta céntrica plaza madrileña.

Según han informado a Efe fuentes municipales, la placa de terrazo, que está incrustada desde 1950 en la acera frente a la antigua Real Casa de Correos y Ministerio de la Gobernación y actual Sede de la Presidencia del Gobierno de la Comunidad de Madrid, se encontraba muy deteriorada.

La razón de por qué el Kilómetro Cero se sitúa en este lugar data de la mala situación de la red viaria española en el siglo XVIII, lo que dio lugar a que en 1720 se eligieran seis itinerarios para las postas del Correo que salían de Madrid desde la denominada Real Casa de Postas, donde hoy se ubica esta pieza.

Estas seis vías eran: la primera hacia el País Vasco, la segunda hacia Cataluña, la tercera hacia Valencia, la cuarta hacia Andalucía, la quinta hacia Extremadura y la sexta y última hacia Galicia.

Su numeración, escrita en números romanos, seguía las agujas del reloj y hoy todavía se siguió utilizando primero en las carreteras nacionales y más tarde en las autovías.

En la placa aparece también el escudo antiguo de Madrid y el emblema de los Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, con un puente, un canal en sección y un ancla bordeado por una palma y una rama de roble.

La reforma de la Puerta del Sol devolverá también a su posición original el monumento de 'El oso y el madroño', que será trasladado el próximo 25 de septiembre desde esquina de Sol con la calle del Carmen, donde está desde 1984, a las inmediaciones de la esquina de la plaza con la calle Alcalá, cerca de la cervecería Mariblanca.

La escultura del Oso y el Madroño, de Antonio Navarro, se colocó en el mismo lugar en el que estuvo la fuente de la Mariblanca, para representar estas dos figuras procedentes de las armas que adquiere la Villa, oficialmente, en 1967.

Al parecer, ya en época de Alfonso VIII, los habitantes de la Villa llevaban en su bandera un "oso u osa en forma pasante con siete estrellas en su lomo"; posteriormente, por un pleito que enfrentó a la Villa con el Cabildo de Curas por la propiedad de los pastos, y se acordó que los pastos pasaran al Cabildo, quien usó en su escudo el oso pasante, y la Villa se quedó con los árboles y la caza, adoptando para su escudo el madroño y el oso erguido ante él.

La Sección de Cultura del Ayuntamiento presentó el 14 de noviembre de 1966 un escrito al alcalde solicitando que el escudo de la Villa recuperara su tradición histórica del oso erguido ante el madroño y proponía, además, que se hiciera un monumento para instalarlo en algún lugar emblemático de la capital, símbolo popular para los turistas