La familia Polanco, que controla el 8% de Prisa, ha solicitado una dispensa al Banco Santander para evitar la ejecución de sus acciones. Esto se debe a dificultades financieras y a un préstamo de 60 millones. La situación financiera de Prisa ha deteriorado significativamente, con pérdidas acumuladas y un valor de acciones en declive.
La familia Polanco, que controla el 8% de Prisa, ha solicitado una nueva dispensa al Banco Santander. Esta medida busca evitar que la entidad financiera, liderada por Ana Botín, lleve a cabo la ejecución de las acciones del grupo mediático. Según fuentes oficiales, los fundadores de El País y Cadena SER han conseguido una exención relacionada con un préstamo cercano a los 60 millones que el banco les proporcionó para garantizar su participación.
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La relación entre los Polanco y el banco que dirige Ana Botín tiene un trasfondo extenso. No obstante, fue en 2018 cuando esta conexión se fortaleció, ya que la entidad financiera más relevante del país proporcionó una línea de financiación de 38,6 millones de euros con un plazo de cuatro años. Este apoyo permitió a la familia mantener su participación del 8% en Prisa. En ese período, los Polanco habían incrementado su propiedad hasta alcanzar el 60% del grupo mediático, cuyo valor en bolsa rondaba los 3.000 millones de euros. Para poder participar en la ampliación de capital de 565 millones, que el holding de El País llevó a cabo para evitar su disolución, fue necesario solicitar esos fondos.
En el año 2019, se amplió el crédito que Santander había proporcionado a Prisa, lo que permitió a la empresa realizar una segunda ampliación de capital por un total de 200 millones, destinada a adquirir una participación en Santillana. En 2023, los Polanco solicitaron a la entidad bancaria un adicional de 9,44 millones para poder participar en la emisión de obligaciones convertibles que llevó a cabo Prisa, la cual ascendió a 130 millones, con el objetivo de disminuir parte de su deuda.
Este año, se repitió esta operación, aunque ahora por un monto de 100 millones. Como resultado, el crédito ha crecido significativamente, alcanzando un total de 58,86 millones, cantidad que los antiguos ejecutivos de la compañía deberán reembolsar en enero de 2026.
El waiver, un término que se utiliza para describir este tipo de condonaciones, fue firmado el mes pasado. Esto ocurrió porque la familia Polanco no pudo alcanzar ciertos ratios financieros establecidos en el contrato del préstamo. En vez de retener las acciones de Prisa, que sirven como garantía para dicho crédito, el Santander ha decidido conceder un plazo hasta el 15 de enero de 2025. Este tiempo permitirá a los fundadores del primer grupo de comunicación en España cumplir con sus obligaciones.
El comportamiento errático de Prisa en el mercado bursátil ha resultado en una disminución del 75% de su valor durante los últimos cinco años. Esto implica que las garantías vinculadas a dicho préstamo no son suficientes para cubrir la cantidad que debe ser reembolsada al Santander. En realidad, los Polanco reconocen que su participación del 8% en la multinacional de medios tiene un valor inferior a 30 millones de euros, mientras que el costo total se acerca a 85 millones.
En los últimos ocho años, el auditor ha recibido informes sobre pérdidas que ascienden a cerca de 300 millones. Esta situación ha puesto a la sociedad instrumental de la familia en una posición técnica que podría resultar en su disolución, ya que presenta un patrimonio negativo de 35 millones. No obstante, gracias a la moratoria legal otorgada por el Gobierno de Pedro Sánchez como respuesta a la pandemia, la familia ha logrado evitar este desenlace. La exención contable finalizará el próximo 31 de diciembre, momento en el cual las empresas deberán demostrar que cuentan con fondos propios positivos.
Nuevas pérdidas
La situación de Global Alconaba, que agrupa a los inversores vinculados al PSOE, no es significativamente más positiva. En el año 2022, esta empresa adquirió un 7% de Prisa a través de Telefónica por un monto de 34 millones, aunque ha reconocido que su inversión ha resultado en pérdidas mínimas de 20 millones.
Bajo la dirección de Andrés Varela Entrecanales y, especialmente, de Fernando Ocaña, quien es consejero de Prisa Media, la sociedad ha destinado otros 16 millones para participar en las dos ampliaciones de capital mediante obligaciones convertibles realizadas por el grupo mediático en los años 2023 y 2024. Esto se ha hecho con el objetivo de evitar que su influencia se reduzca.
Aparte de esto, una parte de estas inversiones se llevó a cabo utilizando deuda proveniente de terceros.
La adquisición de acciones de Telefónica se llevó a cabo a un precio de 0,68 euros por acción, mientras que el canje para las obligaciones convertibles se fijó en 0,35 euros. En la actualidad, la cotización de Prisa se encuentra en 0,33 euros, lo que refleja una revalorización cercana al 14% desde sus mínimos históricos durante este año.
En relación con el primer semestre del ejercicio, la compañía reportó pérdidas de 24,4 millones de euros, además de experimentar una disminución del 3,4% en los ingresos y un descenso del 5,8% en su beneficio operativo. Este rendimiento ha sido atribuido por el grupo encabezado por Joseph Oughourlian al efecto negativo que han tenido los tipos de cambio en Latinoamérica. Sin tener en cuenta este aspecto, la cifra de negocio habría crecido un 3%.
El Santander, por su parte, aún posee el 4% del capital de la empresa y tiene acciones pignoradas que representan aproximadamente un 16% adicional, incluyendo el paquete perteneciente a los Polanco.
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