El Carnaval, la celebración que más polémica ha creado en la historia
martes 16 de febrero de 2021, 18:55h
El ciclo “Madrid fiesta y tradición” continuará con la Semana Santa el próximo 11 de marzo
El investigador Luis-Regino Mateo del Peral ha ofrecido la videoconferencia “Historia del carnaval en Madrid” en el canal YouTube de Fundación Ibercaja. Es la tercera videoconferencia del ciclo “Madrid fiesta y tradición” que comenzó el pasado mes de diciembre. Mateo del Peral se ha referido al carnaval como “una de las celebraciones que más polémicas ha generado a lo largo de la historia”.
La charla puede verse en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch? v=SUmoiMxDIVw&feature=youtu.be
El jefe del Área Territorial en Madrid de Fundación Ibercaja, Íñigo Aguirre, ha presentado la videoconferencia y ha recordado que Madrid ha participado del Carnaval desde finales del XVI en su doble vertiente, popular y cortesana. Aguirre ha destacado el carácter transgresor del carnaval, “que representa la inversión controlada de los valores comunales. Una vez al año se pueden cambiar los roles sociales”. “Con esta celebración, esencialmente folklórica y tradicional, se ensalza el disfrute de los sentidos, la irracionalidad, la risa, la fiesta y el baile”, ha dicho Íñigo Aguirre.
El profesor Luis-Regino Mateo del Peral ha recordado que el carnaval se celebra en España desde el siglo XVI, aunque ha estado prohibido durante años. “Es curioso que la autorización o la prohibición del carnaval no dependía de la mentalidad abierta o no del monarca, sino de sus características personales”, ha dicho, y ha señalado que el rey Felipe IV fue “un enamorado del carnaval, celebración que alcanzó su auge en España en el siglo XVII”.
Mateo del Peral ha descrito el carnaval como “una manifestación lúdico-festiva que se celebra antes de la primera luna llena de la primavera, a la que sigue el domingo de Resurrección o de Pascua”. Ha explicado que “en este año 2021, el domingo de Pascua será el 4 de abril. Y cuarenta días antes del Domingo de Ramos, 28 de marzo, y cuarenta y siete antes del Domingo de Resurrección, 17 de febrero, será el Miércoles de ceniza, último día de Carnaval, que no podrá celebrarse este año por la pandemia, y primero de Cuaresma”. El carnaval se celebraría este año entre el 12 y el 17 de febrero, según el profesor.
Ha recordado que fue Constantino el Grande quien dispuso en el primer Concilio de año 325 de nuestra era cuándo debería celebrarse la Semana Santa: en el primer domingo después de la primera luna llena tras el equinoccio de primavera.
Luis-Regino Mateo del Peral ha afirmado que, “según Julio Caro Baroja, una de las características más genuinas del carnaval es la inversión de que el hombre se disfrazaba de mujer y a la inversa, práctica condenada por la iglesia, que la consideraba pecaminosa y contraria al sexto mandamiento”.
Otras de las polémicas generadas por el Carnaval es la de su procedencia, si tiene procedencia cristiana o pagana. El ponente se ha remitido de nuevo a Caro Baroja para afirmar que “nuestro carnaval es único del cristianismo; sin la idea de la Cuaresma no existiría el carnaval. Lo cual no es óbice para que algunas tradiciones paganas se hayan incorporado al ciclo del carnaval”.
Mateo del Peral ha hablado de los personajes del carnaval: don Carnal y Doña Cuaresma. “Es la pugna de dos personajes: uno, glotón, obeso, de aspecto grasiento y que lleva chorizos colgando, don Carnal encarna la carnalidad. Doña Cuaresma, escuálida, de extrema fealdad, frugal y vegetariana, lleva en una mano vegetales y en otra un bacalao. Tiene siete piernas que se iban cortando a medida que transcurrían las semanas de la Cuaresma”.
La época floreciente del carnaval en España fue, según Mateo del Peral, el siglo XVII, durante el reinado de Felipe IV. “A pesar de los males públicos y privados que amenazaban el país sus habitantes parecían no darse cuenta y se divertían dando la sensación de que estaban viviendo una época floreciente y sin detectar el irreversible declive español”, ha explicado, y ha agregado que “los madrileños no eran conscientes de esa decadencia. Las cuantiosas celebraciones religiosas y profanas hacían que los días laborables ser redujeran con perjuicio para la economía”. El investigador ha insistido en que “Felipe IV era un acérrimo partidario del carnaval, con el conde duque de Olivares. El reinado del monarca era una continua mascarada”.
El investigador se ha referido a las máscaras como un objeto estrechamente vinculado al carnaval, y a las burlas del Carnaval. “Las autoridades estaban en contra de las bromas carnavalescas. Los alcaldes se las veían y se la deseaban para contener una celebración que se desbordaba. Trataban de regularlas mediante bandos”, ha dicho.
Madrid ha tenido el privilegio de contar con excelentes cronistas y escritores que han escrito del carnaval como Lope de Vega, Quevedo, Calderón, Góngora, Tirso de Molina, Leandro Fernández de Moratín, Mesonero Romanos, Amador de los Ríos, Ramón Gómez de la Serna o Julio caro Baroja. También hay testimonios pictóricos inolvidables como los que dejaron Goya (“Escena de carnaval”, “El entierro de la sardina”) o Gutiérrez Solana (“Máscaras bailando cogidas del brazo”).
El declive del carnaval en España coincidió con la dictadura de Primo de Rivera. Según Luis-Regino Mateo del Peral, “el general prohibió las máscaras, pero permitió que algunas fiestas de disfraces en la Asociación de la prensa y el Círculo de Bellas artes. En 1931 las máscaras volvieron a ser autorizadas por la segunda república. El carnaval se siguió celebrando hasta 1936, porque aún no se había desencadenado la Guerra Civil”.
El investigador ha explicado que “en 1980, la nueva política cultural del alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván recuperó tradiciones y fiestas. El primer año se autorizó la celebración, pero sin máscaras, que ya se permitieron en años sucesivos”.
Y se ha referido a otra polémica generada por el Carnaval: “El miércoles de ceniza es el momento de la victoria de doña Cuaresma sobre don Carnal”. El final del carnaval se celebra con el entierro de la sardina, aunque, según Mateo del Peral “lo que procedía a enterrarse no era una sardina sino un cerdo abierto en canal, una cerdina, porque la llegada de la Cuaresma supone la prohibición de comer carne. Sin embargo, por una confusión del lenguaje, el término cerdina se confundió con sardina, se procedió a enterrar la sardina y no la cerdina”.
El profesor ha concluido recordando que “con el paso de los años, el carnaval de Madrid ha experimentado cambios técnicos y artísticos que han mejorado su espectacularidad, desfiles monográficos”. “El carnaval requiere creatividad, ingenio, humor y calidad en la escenografía”, ha dicho.
Luis Regino Mateo del Peral es Miembro Numerario del Instituto de Estudios Madrileños y fue profesor Ayudante de la Universidad Complutense en las disciplinas de Derecho Internacional Público, Teoría del Estado y Geografía Humana. Asimismo, fue Profesor-Tutor de Historia de la UNED y ha sido jefe del Departamento de Programación Cultural del Ayuntamiento de Madrid. Está considerado como una de las mayores autoridades sobre las fiestas de Madrid de nuestro país, en especial respecto a las de Navidad y Reyes, Carnavales, Semana Santa, San Isidro y la programación cultural de los Veranos de la Villa. Articulista y conferenciante habitual en múltiples foros de la Villa y Corte, ha pronunciado conferencias sobre temas históricos tan sugerentes como el dos de mayo en Madrid y la Guerra de la Independencia, la Capitalidad de Madrid y La Restauración: Cánovas y Sagasta (1875-1902), y es autor de numerosos libros, entre los que destacan “La Navidad en Madrid” (2003), “Madrid y San Isidro” (2005) y el superventas “La historia de la Librería Felipa y de la calle de los Libreros de Madrid” (2015), entre otros.