De esta manera, Nadal suma un nuevo entorchado a los conseguidos en 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2016 y 2017. Además, el balear conquista su título número 76 en el circuito, 31º de Masters 1.000, e inicia de la mejor forma la temporada de tierra, en la que aspira a los títulos de Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó, Mutua Madrid Open, Roma y Roland Garros.
En su duodécima final en el polvo de ladrillo monegasco, Nadal resistió a los largos peloteos a los que le sometió el nipón e hizo gala de su mayor confianza con la derecha, que tras vencer en semifinales al búlgaro Grigor Dimitrov se dedicó a entrenar.
Aún así, el manacorí comenzó cediendo el segundo de sus servicios, pero pronto reaccionó con un 'contrabreak'. Con energía desde el fondo de la pista, volvió a quebrar el saque del número 36 del ranking ATP en el sexto, y fue encarrillando su victoria en el parcial, que cerró en su segunda oportunidad.
Menos apuros pasó en una segunda manga que consumió casi como una exhalación. Movió de lado a lado de la pista a su adversario y pronto consiguió romperle para confirmar, en blanco, el quiebre. Un nuevo juego ganado al resto despejó el camino hacia el triunfo del balear, que en la primera bola de partido y tras 1 hora y 33 minutos de juego dio por concluido el choque.
Así, Nadal defiende los 1.000 puntos conquistados el año pasado en Montecarlo -ante su compatriota Albert Ramos- y se reafirma en el número uno del ranking ATP.