El ambiente en San Paolo será terrible pero si un club sabe lo que es pelear en Europa, ese es el Madrid. Veremos cómo plantea el encuentro Zidane, si vuelve a los tres centrales con Ramos, Pepe y la elección entre Varane y Nacho, que es pluriuso; y dos laterales que pueden y deben atacar como son Marcelo y Carvajal; o ensaya el más clásico 4-2-4 que permita un mayor contacto entre el centro del campo y la delantera. Si opta por la primera de las fórmulas, se entenderá que juega a defender lo logrado en el Bernabeu pues lo seguro es que en el centro del campo estarán Modric, Kroos y Casemiro, con la tripleta de los millones como atacantes: Cristiano, Bale y Benzema, por lo menos de salida, luego todo dependerá de los resultados parciales que se vayan produciendo durante los 90 minutos. Si opta por lo segundo tiene a Kovacic y a Lucas Vázquez como refuerzos en la zona de creación y destrucción. Ambos sirven para esa tarea.
Si se atreve a buscar el gol de la tranquilidad e incluso la victoria, el entrenador blanco tiene en la reserva a James, a Isco y a Lucas Vázquez. Alguno de ellos aparecerá en el segundo tiempo si el partido es de mucho desgaste, que lo va a ser dado lo que se juegan los dos equipos. Alvaro Morata y Marco Asensio serán soluciones de última hora. Depende de lo que hagan Benzema y Bale. Cristiano es seguro y para este partido intocable. Aquí es donde se juega su ser o no ser, su ficha, su imagen y la confianza del club y los aficionados.
Se va a exigir a los jugadores el esfuerzo desde el minuto uno. Nada de remontadas de última hora o de esperar a sufrir esos quince últmos minutos con el marcador empatado. No se puede dejar en precario a la defensa y menos a Keylor Navas. Los once deben participar, sacrificarse y jugar como un conjunto, sin individualidades que abran huecos a un Napoles que, con una afición que tiene a Maradona como su ídolo eterno, va a rugir y presionar por encima de lo imaginable. Europa merece el sacrificio. Y luego, si todo sale como esperamos, a esperar lo que puede hacer el Barcelona en su milagro, el Bayern y los ingleses. Será otra historia.