El musical 'El Rey León', en el que la productora Stage Entertainment lleva tres años trabajando, llega por fin este viernes a la Gran Vía madrileña, al teatro Lope de Vega, con un espectáculo que, paradójicamente, ha vuelto a las técnicas teatrales del siglo XVII para llenar de belleza y emoción el escenario.
En esta "primera y única versión que llega a España" de 'El Rey León' adaptada por Jordi Galcerán se aprecia el esfuerzo y la entrega de todo el elenco (53 actores, 21 músicos, 16 personas dedicadas al vestuario, 6 de maquillaje y peluquería y así hasta un total de 130).
Se trata de una apuesta millonaria de la productora que ha invertido 10 millones de euros en este proyecto (incluida la necesaria renovación del teatro Lope de Vega) y en el que ha tenido un papel decisivo Julie Taymor, responsable de la dirección, el vestuario (hecho a mano y a medida) y las máscaras.
Este musical aúna las más sofisticadas disciplinas de las artes escénicas africanas, occidentales y asiáticas. Así, junto a la realización de máscaras africanas, tallas y esculturas animadas se ha aplicado también la técnica Bunraku (los artistas visibles para el público controlan unas figuras de gran tamaño mientras el narrador cuenta la historia) o el teatro de sombras balinés.
La música es otra de las grandes bazas de 'El Rey León'. A las canciones compuestas por Elton John y Tim Rice se une el álbum inspirado en la película de animación, 'The Rhythm of the Pride Lands', con canciones del cantautor sudafricano Lebo M, Mark Mancina, Jay Rifkin y Hans Zimmer. Estas letras han sido reescritas para la versión escénica pero mantienen el sonido sudafricano, ha explicado John Stefaniuk, director asociado de esta producción.
La influencia española también está presente en este montaje en el que Taymor ha querido que los espectadores se identifiquen con los personajes y mostrar lo que 'El Rey León' significa en España.
La selección del elenco ha llevado al equipo creativo más de dos años. Finalmente, el mexicano Carlos Rivera interpreta el papel de Simba. El panameño David Comrie es su padre, Mufasa. El barcelonés Sergi Albert se mete en la piel del malvado Scar. La brasileña Daniela Pobega es Nala y la sudafricana Brenda Mhlongo encarna a Rafiki.
CURIOSIDADES
Entre las curiosidades de esta producción sobresalen los 200 vestidos que salen a escena en cada función; el centenar de instrumentos musicales diferentes que utiliza la orquesta; las 49 pelucas distintas que lucen los actores; las 17.000 horas de diseño y construcción de las 200 esculturas, figuras animadas y máscaras; o los más de 60 millones de personas que ya han visto el espectáculo en todo el mundo y que se sigue representando ahora mismo en ciudades como Nueva York y Londres.
Según la productora harán falta no menos de dos años para hacer rentable este espectáculo (que sólo podrá verse en Madrid) aunque confían en que esté en cartel 4 ó 5 años y 10 en el mejor de sus deseos. Hasta el momento, ya se han vendido casi 100.000 localidades para este espectáculo, lo que supone el triple de lo conseguido hasta ahora por otros musicales de Stage Entertainment.