La fiscal rebaja las penas de cárcel a 'Los Pistolas Plateadas' al no acreditar tres de los 19 atracos

La representante de la Fiscalía de Madrid ha rebajado las penas de prisión solicitadas para los cuatro acusados de integrar la conocida banda de 'Los Pistolas Plateadas' al asegurar que tres de los diecinueve atracos que se les imputaba, entre octubre de 2007 y enero de 2008, no han quedado acreditados. La petición inicial de penas oscilaba entre los 30 y 100 años de prisión por delitos de tenencia ilícita de armas, robo con intimidación, homicidio en grado de tentativa, atentado a la autoridad, tres de agresión sexual y falta de lesiones. En el banquillo de los acusados se han sentado durante varias semanas David B.F., John Alejandro T.D., Dario Arles N.V. y Rubén R.B, a quienes se apodaba 'Los Pistolas Plateadas' por el color de las armas que empleaban. En sus conclusiones, la fiscal ha retirado respecto a tres de los procesados la acusación de cooperadores necesarios en una de las tres violaciones perpetradas supuestamente por el cabecilla, reduciendo la pena que se pedía de 14 años años de cárcel. En general, ha eliminado la falta de lesiones de la que se acusaba a varios. La mayoría de los delitos se han mantenido, a excepción de la retirada de tres de los asaltos que se les imputaba al no existir prueba. Además, al cabecilla se le han mantenido los cargos relativos a tres agresiones sexuales cometidas en los locutorios que asaltaba la banda. VÍCTIMAS, LA PRINCIPAL PRUEBA En la exposición de los hechos, la fiscal ha sustentado la solicitud de condena en los testimonios de las víctimas de la banda, de los testigos que presenciaron su huida en algunos de los casos y en las afirmaciones de los agentes de la Policía. Además, ha recordado las ruedas de reconocimiento en las que se identificaron a los atracadores. La acusación particular, que representa a una de las víctimas agredida sexualmente, ha destacado que la principal prueba contra los procesados son los testimonios de las agredidas, ya que su relato cumple los requisitos jurisprudenciales para dar credibilidad a su testimonio. Según la fiscal, uno de los primeros asaltos cometidos el 31 de octubre de 2007. Así, narra que ese día sobre las 23.00 horas Dario Arles entró, en compañía de otra persona no identificada, a un locutorio ubicado en la calle Boltaña de Madrid. Con una pistola, gritaron al dueño que "esto es un atraco denme el dinero" y, acto seguido, se apoderaron de 2.500 euros. El dueño se encaró con el atracador y éste le disparó a la espalda. A consecuencia, sufrió heridas graves.