21/06/2011.- Izquierda Unida está tocada del ala y Cayo Lara parece incapaz de controlar la situación. Si la crisis del PSOE es galopante tras la pérdida de más de 4.000 cargos municipales y autonómicos y el fracaso evidente del cambio de Zapatero por Rubalcaba, la coalición de izquierdas ha sufrido una rebelión de las bases extremeñas, que han dicho no al PSOE –siguiendo el camino marcado por el 15-M: ni PP ni PSOE-, mientras que en otros lugares hay movimientos profundos que pueden convertirse en seísmos para tratar de desmontar el tinglado montado por dirigentes que llevan en algunos casos más de 20 años al frente de sus respectivas organizaciones cada vez más encerrados en su pequeño búnker. El caso más evidente es el de Madrid, donde personajes como Angel Pérez, portavoz de IU en el Ayuntamiento, manejan todos los hilos cerrando las puertas a cualquier reforma.
Desde su nombramiento, el coordinador general de IU ha sido un hombre absolutamente controlado por Pérez hasta el punto de que tiene como secretario de Organización a Miguel Reneses, un hombre salpicado por varios escándalos del que Lara ha sido incapaz de desprenderse.
Los intentos de algunos dirigentes madrileños, como el abogado Enrique de Santiago, de convocar a los movimientos populares para “refundar” Izquierda Unida, se convirtieron finalmente en agua de borrajas cuando Angel Pérez impidió que se hiciera municipales y autonómicas, donde no se mueve una hoja sin su control. Pérez ha sido el más crítico con el movimiento del 15-M, calificando de demagógicas las peticiones de que los políticos prescindan de los coches oficiales, se rebajen el sueldo o lleven a cabo medidas de austeridad.
La cerrazón de IU para abrirse a los movimientos sociales y a los jóvenes provocó que la mayor parte del voto de los indignados se fuera para UPyD, mientras que la coalición de izquierdas en Madrid apenas recogía el 10% del voto que perdía el PSOE. Además, con la aparición de UPyD, IU ha perdido influencia política y ya no es la llave de los Gobiernos municipales de muchos municipios madrileños en los que durante años ha habido ayuntamientos formados por el PSOE e IU.
El incidente protagonizado por Cayo Lara en una manifestación organizada por el 15-M para impedir un desahucio de una casa en el barrio de Tetuán de Madrid, donde le gritaron oportunista y le tiraron una jarra de agua, fue el prólogo de la semana más negra que ha vivido el coordinador general de IU en los dos años y medio que lleva en el cargo.
El golpe final ha sido la rebelión de las bases de IU de Extremadura, que han votado en un referéndum interno no apoyar al ex presidente socialista Fernández Vara para que siga gobernando la región. Al abstenerse IU, gobernará por primera vez el PP que ha sido el partido más votado. Los militantes de la coalición han alegado que los socialistas han incumplido todos los pactos que se hicieron en las legislaturas anteriores.
IU se ha convertido ya en un rompecabezas donde los líderes locales intentan mantener sus cargos sin ninguna esperanza de futuro. Varios de los líderes que se han quedado fuera de las listas en las elecciones del 22-M, como Inés Sabanés o Reyes Montiel- han optado por afiliarse al nuevo partido montado por el ex director en España de Greenpeace, Juan López Uralde, y otros destacados ecologistas que pretenden recoger el voto verde que tanto éxito ha tenido en otros lugares como Alemania.
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