20/04/2010.- LA ESTEBAN, O CÓMO VIVIR DEL CUENTO
Christian Salmon es un teórico del mundo moderno. En su penúltimo libro nos contó cómo las grandes marcas han pasado de vender productos a ofrecer experiencias. Nos ofrecen relatos, cuentos mejor o peor armados. Salmon ha vuelto a Madrid para presentar su última obra, un análisis sobre Kate Moos, la modelo, aquella chica casi anoréxica a la que pillaron esnifando cocaína, una delgada huesuda que tiene el taxímetro más caro de todo el star system. Pues bien, a Salmon le han ofrecido hacer lo mismo con Belén Estéban, y el hombre, que fue crítico literario del diario Liberation, se lo está pensando. De momento ha pasado dos días en la capital pegado al televisor, y ya está convencido de que la chica de San Blas tiene todos los ingredientes para resumir en un solo personaje esta España que ha pasado de ser pobre a sentirse rica, sin haber transitado por la escuela. Es decir, que Salmon piensa que nuestro bienestar material no ha crecido paralelo a nuestro progreso moral e intelectual. A Belén se le multiplican los elogios. ¡Cómo estará la cultura española que hasta la ministra del ramo ha expresado su admiración por el personaje! A Esteban ya solo le falta ser protagonista de una película de Almodóvar y leer algún manifiesto a favor de Garzón para convertirse en la nueva Pasionaria nacional, el relato vivo de un país que vive de emociones más que de razones.
21/04/2010.- SEBASTIÁN, EL HOMBRE DE LOS LÍOS
El ministro de Industria la ha vuelto a montar. Sebastián es hombre dual, tiene dos caras: la una discreta y académica, mientras que la otra es la que guarda para cuando entra en esos charcos que se pueden enumerar por la enorme repercusión que han tenido. Recuerden la que montó en el BBVA cuando era director del área de estudios; o la que se lió cuando propuso el tipo único para los impuestos de la renta; o la que organizó con la foto de Corulla en un debate con Gallardón. Sebastián tiene una indisimulada afición por los altercados, una inclinación que divierte mucho a su jefe, el presidente del gobierno. Ahora la ha vuelto a liar con las empresas de energías renovables, a las que quiere aplicar un recorte de las primas con carácter retroactivo. No se sabe muy bien si ha calculado el efecto rebote. Lo digo porque la mayoría de las empresas afectadas son las que han acudido a salvar el plan de inversiones públicas de Fomento, el llamado “plan Blanco”, por el nombre del que ocupa el ministerio. Y esas empresas han amenazado con dejar solo a Pepiño si Miguel sigue con sus planes. Sebastián la suele armar, pero es también hombre que da marcha atrás con una facilidad desconcertante. Es probable que estemos en vísperas de su enésima retirada. Y como si no hubiera dicho nada.
22/04/2010.-ADIÓS A SAMARANCH
Gloria y elogios al hombre que inventó los Juegos de la era moderna. Es Juan Antonio Samaranch, que entró en una clínica de Barcelona por su propio pie a pesar de que sabía que llegaba para morir. De Samaranch ya se ha dicho todo. Recuerdo haberle entrevistado en una ocasión desde la radio. Tuve que esperar a que bajara de la bicicleta estática donde todas las mañanas subía algún Turmalet. Vivía en la suite de un hotel de Ginebra, desde donde dirigía el Comité Olímpico Internacional. Era hombre querido en China, donde es difícil que los mandarines sientan admiración por alguien del otro lado del planeta. Samaranch les ayudó a entrar de nuevo en el mundo. Lo único que me ha sorprendido de su necrológica es la absolución del catalanismo radical. Me explico. Pilar Rahola dice que “fue franquista, pero porque serlo era la única manera de prosperar en el tiempo de la dictadura”. Eso equivale a un perdón, como si a Samaranch le hiciera falta la mano beata de Rahola, que viene a decir que unos hicieron bien en ser adictos al régimen y otros no, que a unos se les absuelve y a otros se les condena. Samaranch fue franquista seguramente por convicción, como buena parte de la sociedad catalana, y sobre todo barcelonesa, que salía entusiasmada a recibir al general cada vez que visitaba la región.
23/04/2010.-LOS CELOS DE BARREDA
Cena de Hermandad de la Caja Rural en Toledo. La cita es anual, y reúne a toda la sociedad de la Castilla manchega. Acuden asociaciones, dirigentes de las denominaciones de origen, agrupaciones de todo tipo, organizaciones agrarias, dirigentes políticos. Este año la cena congregó a dos mil personas. Y la estrella fue…. Dolores de Cospedal. No hubo mesa en la que no le saludaran, no tuvo tiempo de firmar todos los autógrafos que le demandaron sus fieles. Dolores salió crecida de la invitación a cenar, mientras en una de las mesas del salón del hotel Beatriz, el presidente Barreda rumiaba su desolación. Era el día siguiente a la caída del proyecto de reforma del estatuto castellano-manchego en las Cortes. El presidente fue invitado a tomar la palabra ante los socios y clientes de la Caja, y apenas esbozó unas frases: “gracias todos por la invitación, cuenten conmigo, y paz y bien” Sorprendió el laconismo de la intervención, como también causó sorpresa el que fuera uno de los primeros en marcharse, con cara larga, mientras Cospedal paseaba por el salón como si fuera la princesa del cuento.
24/04/2010.- GARZÓN, Y CIERRA ESPAÑA
De todo lo que se ha dicho y escrito sobre Garzón, lo más inquietante es lo pudimos leer en una pancarta exhibida en la Universidad de Barcelona. El cartón era grande, pero el texto breve: “Carta blanca para Garzón”. La carta blanca es como un cheque en blanco. Es como si el banco que le financió los cursos le hubiera dicho: “ponga usted la cantidad”. Carta blanca equivale a que el juez tuviera los tres poderes en una mano: el legislativo, el ejecutivo y el judicial. No creo ni de lejos que Garzón aspire a tanto, y eso que su ambición es inconmensurable, pero la carta blanca es como pedir que le nombren juez y parte, rey y súbdito, todo a la vez. Equivale no a la inmunidad pero sí a la impunidad. No creo que el juez haya escrito ese texto lacónico en el que se reclama que haga lo que quiera, y que esté al margen incluso de la ley. Sin embargo si me creo, porque me lo han contado algunos magistrados que no son precisamente de la derecha, que el juez está detrás de las manifestaciones organizadas estos días en su apoyo, y que corean frases que harían enrojecer a un estalinista. Baltasar ha animado y alentado estas algaradas predemocráticas en las que se confunden el culo y las témporas. Y las ha promovido consciente de que en el poder están contentos con este caos revoltoso, con esta pendiente en la que parece sumirse España en tiempos de crisis general.
25/04/2010.- LOS ABONOS DE BONO
Se le complica el futuro al presidente del Congreso. Ahora tiene que explicar por qué Reyal Urbis, es decir Rafael Santamaría, pagó la decoración de las habitaciones de las hijas de Bono, en su casa de Olías del Rey. Hasta ahora, Bono decía que una cosa es robar y otra tener. Pero hay muchas formas de “tener” y una de ellas es que te regalen. Cuando en 1993 la policía italiana entró en casa del director general de Farmacia y encontró una caja fuerte llena de joyas y obras de arte, el funcionario esbozó una explicación: “son regalos de Navidad de mis amigos, porque yo tengo muchos y muy buenos amigos”. Lo recuerdo para brindarle a Bono una posible explicación. Cuando uno tiene buenos amigos que paguen sus cuentas, pasan estas cosas. Pero el asunto es que si te dedicas a la política y uno de tus mejores amigos es un constructor al que le has facilitado negocios, la cosa pasa a tener un tinte diferente, y una textura pringosa de la que es difícil desprenderse. Estoy seguro de que don José tiene una buena explicación para este asunto, estoy seguro de que las cosas no son lo que parecen, porque si lo fueran se vería obligado a dejar el cargo. Los amigos no tiene por qué dejarlos ni renegar de ellos, pero el cargo sí. Porque el suelo del presidente del Congreso y las tiendas de su mujer, deben dar para decorar una habitación, y toda una casa.
26/04/2010.- JOSÉ TOMÁS, EN BUSCA DE LA INMORTALIDAD
No se pueden ver las imágenes de la cogida de Tomás sin sentir un temblor trágico. Esa sangre que cae a borbotones nos devuelve a la amenaza del luto, a la negra presencia de la muerte, como cuando Manolete, que recuerdan nuestros padres, o como cuando Yiyo que tenemos presente los que vimos aquel espanto seco y letal. Para que luego nos digan que los toros en la plaza buscan la huída. Lo que quieren es la anatomía del torero, esas vías por donde corre la vida, la cava, la safena, la femoral, o la aorta y su cayado, que coronan el corazón. A Tomás ha estado a punto de escapársele la vida por esa fuente reventada que manaba sangre sin parar. Le han puesto ocho litros, ocho kilos de glóbulos y plaquetas, después de sacarlo de una enfermería donde no había ni anestesia ni plasma, como si todo estuviera preparado para darle el paseíllo final. La sangre del torero no justifica el arte, más bien es el fracaso de la lidia, el momento en el que el toro gana la batalla. Tomás, el que más veces ha mirado el abismo desde el capote, tendrá otra oportunidad. A veces uno piensa que es un suicida, un hombre que quiere morir martirizado por el toro, para construir así una leyenda que le haga inmortal.