Los pisos tienen entre uno y cuatro dormitorios y cuentan con una superficie de entre 41 y 92 metros cuadrados.
Jueves 02 de octubre de 2014
Un total de 236 viviendas protegidas promovidas por el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) ubicadas en Arroyomolinos han sido adjudicadas hoy a ciudadanos de los municipios de la Mancomunidad del Suroeste, que pagarán una renta mensual de entre 215 y 415 euros por sus pisos, plaza de garaje incluida.
El director general de Vivienda y Rehabilitación, Juan Van-Halen, presidió el sorteo en la Oficina de Vivienda de la madrileña calle de Braganza, acompañado por el director gerente del Ivima, José Antonio Martínez Páramo.
Durante la entrega, Van-Halen recordó a los adjudicatarios que detrás de sus nuevos pisos se encuentra "el compromiso de la Comunidad de Madrid, que se esfuerza por facilitar el acceso a una vivienda a quienes más lo necesitan y más dificultades encuentran para obtenerlas: los jóvenes, las familias con rentas más bajas, los separados y divorciados o las personas sin recursos".
El director general también resaltó que estas viviendas, cuya entrega se prevé antes de que concluya el año, cuentan con unos acabados, materiales y diseños de calidad.
Las 236 viviendas adjudicadas hoy tienen entre uno y cuatro dormitorios y cuentan con una superficie de entre 41 y 92 metros cuadrados. La mayoría de estos pisos, 134, se han destinado a los ciudadanos incluidos en el cupo general, repartidas entre un dormitorio (siete viviendas), dos dormitorios (40 viviendas), tres dormitorios (63 pisos) y cuatro dormitorios (24 viviendas).
Otras 92 de estas viviendas están reservadas para jóvenes cuya edad no supere los 35 años. De éstas, la mayoría (65) son de un dormitorio, 22 de dos habitaciones y cinco de tres dormitorios. Además, también han podido optar a los pisos los mayores de 65 años (dos viviendas con dos dormitorios), los separados y divorciados mediante resolución judicial privados del uso de la vivienda conyugal (cinco viviendas de dos habitaciones), y las personas discapacitadas (tres viviendas de dos y tres dormitorios).
Los ciudadanos inscritos en el sorteo han tenido que acreditar, entre otros requisitos, ser mayores de edad o menores emancipados, tener unos ingresos familiares iguales o inferiores a 3,5 veces el IPREM (en torno a unos 31.600 euros anuales), y certificar un período mínimo de empadronamiento o trabajo inmediatamente anteriores al final de la presentación de solicitudes de 3 años en alguno de los municipios de la Mancomunidad del Suroeste.
El director general de Vivienda y Rehabilitación destacó la apuesta por el fomento del alquiler que hace la Comunidad de Madrid, resaltando la labor del Ivima, que promueve unas 15.000 viviendas públicas en diferentes fases y que entrega unas 2.000 viviendas públicas al año.
Van-Halen también hizo hincapié en el Plan Alquila, una iniciativa de gestión e intermediación entre propietarios y demandantes de vivienda en alquiler que genera confianza y seguridad a ambas partes. En poco más de dos años, este Plan regional ha permitido que más de 28.000 ciudadanos vivan en un piso arrendado pagando un alquiler un 25 por ciento más económico que en el mercado libre. Ya se han firmado más de 18.000 contratos, y uno de cada tres nuevos contratos de alquiler firmados en la región en 2009 se cerró a través de este plan.
Van-Halen también indicó que el compromiso de la Comunidad con la vivienda protegida ha hecho que, desde 2003, en la región se hayan iniciado un total de 132.000 viviendas protegidas y se hayan terminado más de 104.000 pisos con alguna protección.
"La Comunidad de Madrid, en materia de vivienda, apuesta por los precios asequibles, el acceso universal, la calidad y las fórmulas imaginativas para beneficiar a los madrileños, y este esfuerzo se traduce en el liderazgo de la Comunidad en cuanto a promoción de vivienda protegida en todo el país en los últimos años: en 2009, por ejemplo, una de cada cinco viviendas protegidas que se iniciaron en toda España se promovieron en la región", explicó.
Finalmente, Van-Halen, resaltó que las viviendas promovidas por el Ivima y sorteadas hoy incorporan nuevas tecnologías en su edificación, instalaciones y materiales para mejorar su sostenibilidad y eficiencia energética. "Construir pisos que respeten el medio ambiente significa también ahorrar energía y, por extensión, que las familias ahorren dinero en la factura de la luz, del gas y del agua", señaló.
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