01/06/2010.- Yo no me creo lo del "no" calculado del PP, es decir, que habría votado "no" en la convalidación del Decreto sobre medidas de ajuste porque ya sabía que iría adelante y así podía expresarse sin la ambigüedad de la opción abstencionista
En realidad y, más bien, prefiero no creerlo, porque de ser así, es peor: no es que la actitud popular haya estado a punto de poner a España al borde del abismo, es que encima eso podría haber ocurrido si alguien de los abstencionistas o alguien del PSOE hubiera votado de forma distinta a como lo hizo tal vez por un simple error; ¿responsabilidad de quien lo hubiera cometido? Pues no, estupidez de quien se hubiera equivocado, pero la responsabilidad de ponernos en el filo de la navaja es del mayor partido de la oposición, que aspira a gobernar. ¿Por qué pues? Pura ceguera electoralista e irresponsabilidad supina y culposa que, además, ha debido de tener en un "ay" al centro-derecha Europeo y, desde luego, a las instituciones de la Unión, al FMI y a Dios bendito.
Ahora solo queda la reforma laboral. No habrá acuerdo y el Gobierno tendrá que imponerla por decreto; y será regresiva para los trabajadores. Y con eso Zapatero habrá terminado de hacerle el trabajo sucio a Rajoy. Después solo le quedará, como bien dijo en el debate Durán, rematar cuatro detallitos y convocar elecciones. ¿Las ganará el PP? Naturalmente; solo pediría que su preclaro líder no pronuncie en campaña ni una sola vez la palabra patria. Y en Europa, menos.