El Libro Blanco de la Sanidad propone revitalizar la Atención Primaria

El Libro Blanco de la Sanidad de la Comunidad de Madrid propone revitalizar la Atención Primaria para responder al reto de la integración, la calidad y los cuidados domiciliarios.

El tercer capítulo del Libro Blanco, precisamente sobre la Organización General del Servicio Madrileño de Salud, las Áreas de Salud, y la Atención Primaria, fue presentado hoy.

Con el objetivo de aportar ideas para este tercer capítulo, el pasado día 11 de mayo, más de cien profesionales y expertos de la sanidad de Madrid se dieron cita en el colegio de Médicos de Madrid.

Una de las ideas centrales se refiere al nuevo Servicio Madrileño de Salud, que el libro propone que sea un servicio público, integrado en red, con autonomía, descentralizado y emprendedor.

El nuevo SERMAS deberá estar ordenado territorialmente en Áreas de Salud, para asegurar la planificación y asignación de recursos, la integración de servicios, y la gestión autónoma y responsable.

Basado en la Atención Primaria, este servicio responderá al reto de la integración, la calidad, la inter-sectorialidad y los cuidados domiciliarios.

Los dos retos sanitarios y sociales, según los autores del documento, son "la atención al paciente crónico-frágil y la atención a la dependencia" y "configuran un desafío conjunto y central para las políticas de gobierno de la Comunidad de Madrid".

Las Áreas de Salud deben ser reconstituidas como "entes gestores de los servicios sanitarios de un territorio-población" y deben "contar con una gran autonomía de funcionamiento, con órganos colegiados de gobierno y con funciones y servicios organizados en este nivel para trabajar con enfoque poblacional".

Los hospitales públicos se estructurarán en "hospitales generales de área" y en "redes inter-hospitalarias" para promover la cooperación de servicios, así como para compensar el escaso tamaño de algunos centros.

En cualquier caso, la estructura de gobierno y gestión de las Áreas de Salud deben orientarse hacia "la integración asistencial" y no a "la mera unificación de organigrama".

Para los autores del documento, "toca revitalizar las inversiones y dotaciones de la Atención Primaria, ubicando y reequilibrando los recursos desde una perspectiva de planificación" y, en la misma línea, "es necesaria una política de racionalización, redistribución y reforzamiento de los recursos humanos de Atención Primaria".

Se precisan no sólo recursos, sino también cambios en la organización y el funcionamiento con el objetivo clave de "aumentar el tiempo efectivo de interacción clínica entre profesionales y pacientes".

Para ello, se debe buscar "una accesibilidad inteligente, basada en unidades administrativas de los Centros de salud potenciadas y con mayor capacitación y medios telefónicos y de red".

También se concreta en "horarios amplios de apertura" compatibles con "mayor flexibilidad de organización semanal de la jornada laboral en el conjunto del Centro de Salud".

La Atención Primaria "debe asumir un papel creciente en la dirección y coordinación del proceso asistencial" y exige que el médico de Atención Primaria actúe como "director de orquesta".

El documento pide una "historia clínica única para el paciente, aumento de resolutividad de la Atención Primaria y acceso al catálogo de pruebas".