El acusado de maltratar y abusar sexualmente de su hija de cinco años dice que la tocaba para "echarle crema"

El acusado de maltratar y abusar sexualmente de su hija de cinco años, Álvaro F.R., ha negado todos los hechos que se le imputan y ha explicado que la niña "tenía irritados" los genitales y que por eso tuvo que tocarla para echarle crema.

Así lo ha manifestado el procesado durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid, en el que también ha señalado que la declaración que prestó previamente en el juzgado, y en la que reconocía que pegaba a su hija cuando discutía con su mujer, era "falsa" y que, en ese momento, "no comprendía" lo que le estaban preguntando porque es "retrasado".

Varios médicos forenses han reconocido que el imputado padece "un trastorno adaptativo" y "un retraso mental leve" que pueden "condicionar su capacidad de juicio" pero que en todo momento le permiten conocer la licitud o ilicitud de los hechos.

Para la Fiscalía, que ha mantenido su petición de 16 años de prisión, los hechos ocurrieron en la localidad de Ambite (Madrid) entre los años 2004 y 2005, cuando el acusado -que se encuentra en libertad- "golpeó sistemáticamente a su hija menor de edad todos los días antes de acostarse sin que mediara motivo alguno".

Además, según el Ministerio Público, cuando su esposa intentaba impedir las agresiones, el imputado se dirigía a ella con expresiones como: "¡Te voy a romper la cabeza!" o "son mis hijos y tengo derecho a pegarles".

La presunta víctima de los abusos, que ahora tiene diez años, ha declarado ante el tribunal por videoconferencia y con el apoyo de dos psicólogos, aunque ha respondido a todas las preguntas asegurando que no se acordaba de "nada" de lo ocurrido en 2004 y 2005.

Sin embargo, el psicólogo que la trató poco después de producirse los hechos ha relatado a la sala cómo la niña le contó que su padre la tocaba y "le metía un dedo" en la vagina hasta hacerla daño y que, en ocasiones, después la pegaba porque "había sido una niña mala".

La defensa, por su parte, ha pedido la libre absolución de su representado porque "no hay ninguna prueba" y, además, "no hay un solo objeto que pueda dar mayor credibilidad a una versión que a la otra".