ALFREDO URDACI

Semana del 2 al 8 de febrero de 2010

Jueves 02 de octubre de 2014

Martes 2/ Leti y la semana negra.
Miércoles 3/ El bluf de Salgado
Jueves 4/ Zapatero y la Biblia
Viernes 5/ Gibson, echado a perder
Sábado 6/ La siesta de Zapatero
Domingo 7/ Rosa Díaz amenaza a Espe
Lunes 8/ Blanco y la conspiración

 



02/02/2010.- LETI Y LA SEMANA NEGRA

Pongo antenas en la presentación del último libro de Rosa Villacastín. Rosa hace un libro por década: uno sobre las que cumplen cincuenta, otro para las que acaban de cumplir sesenta. Yo le deseo larga vida y muchos libros. A la hora de las copas se pasa revista a los asuntos que llevan los del corazón. Por allí está Jordi Gutiérrez, ex de prensa de la Casa Real. Ha cambiado de vida. Aspiraba a ser el gran capo de los medios en Zarzuela. Dicen que le cortaron la cabeza por sus buenas relaciones con Letizia. El Rey veía mal un entendimiento entre la figura más popular de la Casa y este experto en comunicación que ahora trabaja para los empresarios de Madrid. En los corros se habló de ese amago de exclusiva que la Princesa habría intentado conceder a una revista femenina. El torpedo vino desde dentro del Palacio. Alguien que quiso abortar la publicación de ese scoop difundió la noticia de que dos periodistas habían accedido a Palacio para una larga charla con la Princesa. El que cortó el progreso de la historia piensa que ese tipo de ayudas a algunos periodistas son contraproducentes: se les da gasolina a quienes te quieren incendiar. Cosas de palacio. Lo de Leti ha pasado de puntillas por la actualidad, centrada en otras pendientes y caídas.

03/02/2010.- EL BLUF DE SALGADO

El traspié más sonoro de la historia de la comunicación política. Por la mañana nos vendieron que las pensiones había que reformarlas. Y enviaron a Bruselas un papel con las nuevas ideas: además de prolongar la edad de  jubilación, un cambio en el cálculo de las pensiones. Y se montó la de San Quintín. Los digitales temblaban con la primicia; los telediarios hervían con la apertura. Los que siguen los medios en el Palacio de la Moncloa se tentaron la ropa. Y en cuestión de horas Salgado dio marcha atrás y se guardó la idea. Dicen que Cháves ha tenido mucho que ver, él que fue ministro de Trabajo, y al que le tocó vivir el enfrentamiento de la familia socialista  cuando Nicolás Redondo, el padre, dio un portazo y se largó. Salgado no tiene la autoridad de Solchaga, ni los conocimientos de Miguel Boyer. Salgado es mujer frágil que no aguanta muchos envites. De su fragilidad fuimos testigos en algún debate  parlamentario en el que enseñó su alma de cristal, como si fuera una urna. Así que la ministra prefirió tirar de tipex, como aquel Caldera que tapaba frases en los  informes. La corrección fue peor que la propuesta. Cuando das  un cambio tan radical no consigues  calmar a los inquietos, ni logras que te crean los que desconfían de ti. 

04/02/2010.- ZAPATERO Y LA BIBLIA

Fue Zapatero a Washington, se metió en la Familia, y tiró de Biblia. Siempre hay un libro para salvarte, y la Biblia ha demostrado su utilidad, por algo la ponen en las mesillas de noche de todos los hoteles de los Estados Unidos. A Zapatero le ha servido para salir con discreción de una trampa. Él mismo contó a los invitados la verdadera  historia  de su presencia en el desayuno de los cristianos conservadores. Se ve que el gobierno le hizo un favor a alguien, y ese alguien es íntimo amigo del dirigente que gobierna los destinos de La Familia. Y como forma de agradecimiento, los americanos le invitaron a su casa, a la ceremonia más importante del año. Es decir, que no fue la Casa Blanca la que cursó la invitación. Eso explica que no hubiera unos minutos con Obama, ni antes ni después de los huevos revueltos. No hubo más que un abrazo y un hasta la próxima, a pesar de que Zapatero  llegó muy pronto para ver si había tiempo, y se marchó muy tarde por intentar un encuentro más íntimo. Del rezo nos quedan dos cosas: la oración del presidente por los jornaleros al tiempo que aumentan los parados, y las preces de Hillary Clinton, que admitió haber rezado más que nunca mientras se conocían los detalles de las tardes sexuales de su marido con la becaria.

05/02/2010.- GIBSON, ECHADO A PERDER

Mientras la bolsa se hunde y los mercados adoptan ese tono apocalíptico, mientras la consigna que corre por España es el “vende España”, me quedo un rato con Mel Gibson. No es mi actor, se lo confieso. Aquel Hamlet que se atrevió a perpetrar me pareció horrendo. Fue como ver en el papel de la gran criatura de Sahkespeare a Rambo. Qué digo, Stallone lo habría hecho mucho mejor. Gibson ha venido a entretenernos con una de las suyas, una de esas  de violencia y ritmo frenético en las que él hace de bueno y todos los demás de malos. Ahora que estamos al límite vienen con una película que se llama igual, por ver si picamos. Pasaba por allí mientras Mel daba entrevistas cargadas de tensión y desafío a los reporteros. El hombre lleva mal su pasado reciente de peleas y borracheras, y si se lo recuerdas te llama gilipollas  sin despeinarse. En la rueda de prensa de presentación de su peli estuve displicente y faltón. No sabe ganarse al público y tiene una soberbia que no le cabe en el personaje. Sin tener ningún motivo, porque si fuera Morgan Freeman lo habríamos entendido, pero éste último ha pasado por Madrid con discreción. Se ha hecho fotos con la Infanta Cristina, y se ha vuelto a casa. Es posible que nosotros estemos al límite, pero Gibson también, por distintas razones.

06/02/2010.- LA SIESTA DE ZAPATERO

En la peor semana de su vida como político, no nos podía faltar. El sábado fue un día de descanso. Anoto en mi diario que el Presidente le ha dado órdenes  a Rubalcaba de que defienda la política económica. Es el último que le queda. A Salgado no le creen, Corbacho está desautorizado por los cuatro millones de parados, Cháves no puede salir por lo de su hija, Garmendia es una desconocida, y Aído no se sabe muy bien con qué nos puede igualar. El sábado fue un día para echar la siesta y el presidente lo aprovechó, mientras la prensa pedía “un gobierno”. Tiene que ser duro que seas  el presidente y el ABC titule el domingo a todo trapo “España necesita un gobierno”. En su soledad, Zapatero está dispuesto a resistir. Se equivocan los que venden la piel del oso antes de cazarlo. Rajoy sabe que el líder de los socialistas tiene todavía una última vida como  presidente: la de esperar, ganar tiempo, evitar el derrumbe general y disimular, repartir culpas, y confiar  en que vengan de Berlín y de París a sacarnos las castañas del fuego  antes de provocar un hundimiento del euro. España se hundía y ZP dormía la siesta a pierna suelta. Se lo dijo a un íntimo: “en la vida me basta con que a mis hijas le saya bien y a Rajoy mal. No pido más”. Pues eso. Como programa de gobierno es limitado, como programa de vida, está al alcance de cualquiera.

07/02/2010.- ROSA DÍEZ AMENAZA A ESPE

Crece el interés por la política, y los medios se llenan de encuestas  y sondeos, de valoraciones e índices de popularidad. Y en Madrid ven con alarma cómo progresa  Rosa Díez, envuelta en unas siglas que sólo la contienen a ella, porque ella sola  es el partido, que Rosa no deja que nadie tenga protagonismo más que su persona. Le acusan de ser demasiado Rosa. Y ella silba y mira para otro lado. Pero lo cierto es que la cosa le funciona, y en los cuarteles del PP y del PSOE la ven como una amenaza. Los de Esperanza Aguirre porque  temen que les vaya a quitar  la mayoría absoluta al recoger  tantos votos como para hacer  un agujero centrista. Y los del Psoe porque temen que sea  una rémora para sus intentos de conquistar ese  espacio  electoral que dicen da las victorias  en las urnas. A los de Tomás Gómez las cosas  se les ponen cuesta arriba porque  la izquierda  de Cayo Lara progresa. ¡Quién nos lo iba a decir! Los marxistas tienen más crédito que los bancos  en estos  tiempos de crisis financiera, laboral, empresarial, y hasta de cuentas  públicas. Rosa cuenta mucho, y en algunas encuestas le dan como una de las más apreciadas  en el mercado electoral.

08/02/2010.- BLANCO Y LA CONSPIRACIÓN

Es  uno de los pocos  ministros que  no parecen desorientados en un gobierno noqueado por la realidad. Sin embargo tiene rasgos paranoides que suelen asomar bajo el casco blanco que viste cuando va de obras. Los ministros de Fomento tienen afición por las obras, tanta o más que esos jubilados que no se pierden las evoluciones de una tuneladora o las embestidas de una buena excavadora de palas enormes. Blanco ha tenido dos detalles en los últimos días que le hacen asomarse al precipicio de la montaña rusa: el primero ha sido su intento de criminalizar a los controladores, como si fueran los culpables de todas las crisis, como si una reducción salarial nos librara del mal fario que nos han echado encima. El otro tic es el de las conspiraciones. Dice Blanco que hay una maniobra orquestada contra Zapatero, una ofensiva preparada en la oscuridad, un complot contra  el Presidente. Cuidado que por ahí es por donde empiezan a naufragar  los ejecutivos. Cuando desde el poder se dice que todo obedece  a una estrategia oscura de los mercados, a una confabulación contra la democracia, es cuando los electores percibimos que se ha perdido el norte y que uno está más cerca de Ciempozuelos que de la Castellana.


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