02/02/2010.- Las vacaciones de los diputados regionales quedaron atrás. La celebración de la primera reunión de la Junta de Portavoces de la Asamblea de Madrid de 2010 supuso el inicio de la cuenta atrás que abrirá este nuevo periodo parlamentario.
Las comisiones tuvieron sus primeras sesiones y el primer pleno ofrecerá la posibilidad de ver cómo afrontan este año preelectoral los portavoces socialistas, populares y de IU. En la rueda de prensa posterior al encuentro de los portavoces parlamentarios, el portavoz del PP, David Pérez, hizo una encendida defensa de la cadena perpetua revisable, y los de la oposición socialista, Maru Menéndez, y de la coalición, Gregorio Gordo, rechazaron el endurecimiento de las penas para delitos muy graves por ser inconstitucional, para el PSM, y por ser una salida de tono con tintes electorales, para IU.
Días antes, la presidenta del PP de Madrid y del Ejecutivo autonómico, Esperanza Aguirre, anunciaba, tras reunirse con los dirigentes regionales de su formación, la intención del PP de registrar, en la Cámara regional, una iniciativa para pedir al presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, que modifique la Ley del Menor. Poco después, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, insistía en reformar la citada ley, pero aclaró que antes de presentar una iniciativa en ese sentido, se creará una comisión de expertos para estudiar en qué sentido podría ser cambiada la Ley del Menor. Ya no hay tanta prisa.
Seguro que estos asuntos forman parte de los próximos debates del Legislativo de Vallecas. También, las batallitas internas del PP. Se hablará de los deseos de los seguidores de Esperanza Aguirre de que el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, reciba la mayor sanción posible por decir cosas que piensa y no gustan sobre la mandataria madrileña, quien ha mojado la pólvora de sus próximos ataques al descubrir al hijoputa de su partido que perdió poder en el Consejo de Administración de Caja Madrid. Por mucha guarrería interna que haya en los partidos, lo lógico sería que sus cosas no empañen la visión de la realidad de la sociedad madrileña.
Hace no muchos meses, el secretario general de UGT-Madrid, José Ricardo Martínez, alertó de la necesidad de tomar medidas para no traspasar la línea roja en materia de desempleo. El dirigente sindical situó ese punto en el medio millón de parados. Ya hemos llegado.
Los gobernantes madrileños reconocen que la situación es delicada pero, en vez de remangarse para ponerse manos a la obra con el objetivo de intentar rebajar esas cifras de personas sin un puesto de trabajo, nos ofrecen los datos comparativos con la media nacional o con otras comunidades en los que Madrid sale favorecida. Seguro que del paro también se debate en la Asamblea de Madrid, institución que debería pronunciarse lo antes posible sobre la propuesta de retrasar la edad de jubilación a los 67 años.
Quizá sea posible no perder el horizonte de los 65 años, pero habría que idear otras maneras de conseguir fondos para mejorar las pensiones y no alargar la vida de los curritos con la santa pretensión de obtener mas fondos para la Seguridad Social. Seguro que sus señorías solicitan tratar también estas cositas de los parados y las jubilaciones.