OPINION

Dos patas para dos escándalos

Jueves 02 de octubre de 2014

Son como las antípodas, dos extremos de un mismo eje… pero una sola línea de continuidad. A los magistrados Baltasar Garzón Real (Torres, Jaén, 1955) y a Juan Luís de la Rúa Moreno (Santibáñez de Béjar, 1943) les sobra 'memoria histórica', pero acusan una pronunciada carencia de memoria de la vida real… a tiempo real. Si Plutarco hablara de ellos los incluiría en sus 'vidas paralelas': distintos y distantes, sí, pero sólo como polos opuestos que en vez de repelerse, sin embargo, se atraen.



Garzón, el juez estrella, que no la estrella de los jueces, termina el año 2009 con un amargo turrón: su virginal inocencia ha quedado ya maculada por la sombra indeleble de la duda. Él, que se salvó in extremis de las acusaciones de extremoderechistas que le afeaban haber cobrado del Banco Santander en su famoso periplo neoyorkino, está a merced de lo que decida un magistrado del Tribunal Supremo, Luciano Varela, supuestamente progresista, pero que se ha tomado muy en serio la querella por prevaricación que el ultraderechista sindicato Manos Limpias le interpuso por la apertura de la causa general contra el franquismo.

Dicen que dice el juez Garzón que está de los nervios porque Varela no le mira como el 'niño de sus ojos', no se anda con componendas y, además, no ve jurídicamente correcto que todo un magistrado de la Audiencia Nacional, por querer relumbrar más que el Sol, abriera una causa penal sólo para descubrir que "Franco ha muerto"… Franco, y Mola, y Cabanellas, y Saliquet, y Queipo de Llano, y Yagüe, y los falangistas Hedilla, y Arrese, y Dolz del Espejo, y demás jerifaltes de intereses genocidas y creadores de mártires a la fuerza. Y, así, claro, no se puede llegar más que a un final: declarar extinguida la responsabilidad penal del 'draculiano' dictador y de los altos mandos de su régimen y dejar de declararse a sí mismo competente para investigar los crímenes.

Alguien dijo alguna vez: "Manolete, Manolete, si no sabes torear, ¿pá qué te metes?".

A Garzón ya le tuvieron que quitar allá por 1995 uno de sus juguetes preferidos: ese dispositivo penal con el que podía meter en el trullo con solo chasquear los dedos a aquellos que, aún no teniendo pruebas contra ellos, cantasen hasta La Traviata cuando se vieran con pijama de rayas en la 'casa donde nace el sol'. El juguetito se lo quitó el PSOE de Felipe González, más que apurado, entrullado por los GAL; pero ahora el Gobierno de 'miammigo' Zapatero le ha quitado a él -y a algún otro aprendiz de estrellita- otro juguetito: el de abrir causas a diestro y siniestro a todos los dictadores que en el mundo han sido cargando como hidalgo caballero de los de lanza en astillero… con tan escaso seso como Don Alonso Quijano.

Y así le va a Garzón, 'caso Gürtel' de por medio, donde sus actuaciones -valientes, por otra parte- para desenmascarar a los corrompidos empollados bajos las alas de la gaviota podrían se anuladas en parte por su afición a escuchar lo que no debe… y donde no debe.
"Annus horribilis" -que es, justamente, lo opuesto de "Annus Mirabilis"- para Baltasar. Pero "annus horribilis" también para su cruz de la moneda: el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), Juan Luis de la Rúa, quien, como presidente también de la Sala de los Civil y de lo Penal, le tocó decidir -mira que suerte… para el presunto reo- el sobreseimiento de la ramificación valenciana del 'caso Gürtel', en la que estaba imputado el presidente de la Generalitat, Francisco Camps … 'miammigo'. Cosas veredes, Sancho.

De la Rúa es amiguito del alma de Francisco Camps, el que no encuentra dónde puso -o no puso- las facturas de los trajes que una firma con nombre de ave -qué manía en el PP con los pájaros- le hizo tras tomarle José Tomás -el de la cinta métrica, no el del capote- las pertinentes medidas y preguntarle que hacia qué lado cargaba. Ya es casualidad que en este mundo traidor se conozcan desde el Papa al monaguillo, desde Corulla hasta Gallardón.

De la Rúa, decente, sin embargo, y cabal, está en el punto de mira de la oposición socialista por un quítame allá esos trajes a la 'milanesa' y hay quien boicoetea su reelección para el TSJCV, dado que su cargo expiró en junio de 2009… Los boicoteadores sabrán por qué.


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