El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, aseguró que la economía europea "ya no está en caída libre", ya que la sensación de vértigo experimentada desde el 2008 hasta el pasado mes de marzo "se ha acabado".
Durante su intervención en el Fórum Europa, Almunia consideró esto algo "extraordinariamente positivo", con independencia de si se ha superado o no técnicamente la recesión, aunque sigue habiendo mucha incertidumbre.
A su parecer, buena parte de esta mejora se debe a las medidas de estímulo que algún día habrá que retirar, aunque indicó que aún no ha llegado el momento de hacerlo, ya que el Banco Central Europeo, que es la institución que tiene que decidir cuándo se retiran, no tiene urgencias.
Además, en este sentido, recordó que las expectativas de inflación en Europa están este viernes en día ancladas y que los riesgos de deflación que llegaron a observarse en algún momento ya han desaparecido, puesto que los precios estarán, según algunas previsiones, en tasas positivas y por debajo del 2% en 2010.
Por otro lado, Almunia resaltó la importancia de resolver los problemas estructurales que ya tenía Europa antes de que estallara la crisis, ya que hay problemas "muy serios" que afrontar y que pueden suponer que Europa registre crecimientos inferiores en el futuro si no se solucionan.
El comisario europeo se refirió también al envejecimiento de la población, al problema del empleo y a los niveles de endeudamiento público y privado, que son ahora "bastante más elevados" de los que ya había antes de la crisis y que ya parecían altos.
En este sentido, recordó que España tiene que reducir el déficit al 3% en 2012, aunque señaló que la CE revisará las recomendaciones en diciembre porque no menos de 20 países tendrán un déficit excesivo y porque habrá que añadir las nuevas previsiones de la Comisión.
"A partir de ahí, decidiremos si las recomendaciones en orientación de la política fiscal, en consolidación y en plazos se deben mantener o ajustar", aseguró.
Asimismo, resaltó la importancia de resolver el problema que existe "en la propia casa" y que tiene que ver con la sensación de incertidumbre institucional. En este sentido, consideró "muy importante" la decisión de renovar a José Manuel Durao Barroso como presidente de la CE y consideró un "enorme acierto" el voto socialista en este sentido.
El comisario europeo aseguró que quiere quedarse en Bruselas y respondió con un "no" rotundo a si está abierto a volver a la vida política española. En declaraciones a los periodistas negó así las informaciones que lo sitúan como aspirante a suceder a José Luis Rodríguez Zapatero en la Secretaría General del PSOE, con el supuesto apoyo de un grupo de dirigentes socialistas.
El comisario europeo aseguró que tiene "muchas ideas" sobre su futuro, si bien recalcó que vive "muy bien en Bruselas" y allí quiere seguir, porque es una "ciudad maravillosa".
Seguidamente, y al ser preguntado por si está abierto a propuestas nacionales, respondió con un escueto y rotundo "no".
Por otra parte, el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, presente en la conferencia del Fórum Europa, defendió al presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, quien manifestó ayer la conveniencia de celebrar elecciones si no se alcanza un acuerdo de agentes políticos y sociales.
En declaraciones a los periodistas tras escuchar la intervención de Joaquín Almunia , Díaz Ferrán se resistió a hacer comentarios sobre las palabras de Quintás, pero sí destacó que el presidente de la patronal de las cajas "es una persona muy seria, que siempre ha sido muy coherente".
En cualquier caso, señaló que la decisión de adelantar o no elecciones compete a los políticos.
Pidió además, en la misma línea que Quintás, que tanto el partido que gobierna como la oposición encuentren las vías para llegar a un acuerdo, aunque matizó que es el Ejecutivo el que tiene mayor responsabilidad para impulsar ese pacto.
Asimismo, Díaz Ferrán consideró necesario que se logren pactos "importantes" en educación, justicia y energía, entre otros.
También insistió en la necesidad de acometer reformas estructurales, incluida la reforma laboral, porque si no se hace "vamos a tardar mucho en salir de esta crisis".