"La Comunidad de Madrid tiene que dar después su visto bueno y esto suele demorarse muchos meses", advierten
La Federación Regional de Vecinos de Madrid (FRAVM) ha lanzado un SOS ante la "barra libre a la apertura de cocinas fantasma en edificios de viviendas" que llegará a la ciudad porque la modificación de las normas urbanísticas que prepara el Ayuntamiento no llegará a tiempo.
El próximo 5 de agosto finaliza la moratoria de licencias del Ayuntamiento de Madrid, una medida que no se puede prorrogar, por lo que a partir de ese día se podrán instalar cocinas industriales "en cualquier lugar de la ciudad", ha explicado la Federación en un comunicado. De hecho, el Consistorio está obligado a esperar cinco años para volver a aplicar una moratoria semejante.
Aunque el Consistorio apruebe antes de esa fecha su proyecto de modificación de las normas urbanísticas del Plan General de Ordenación Urbana-- el gobierno de José Luis Martínez-Almeida quiere elevarlas a Pleno la próxima semana--, "la Comunidad de Madrid tiene que dar después su visto bueno y esto suele demorarse muchos meses o incluso más de un año".
La FRAVM y la Plataforma de Afectados por las Cocinas Fantasma, alarmadas por esta situación de inseguridad para el vecindario, han exigido a Almeida "que no espere más y siga el ejemplo de Barcelona, que ha prohibido la actividad de las cocinas fantasma en zonas de viviendas a través de un Plan Especial".
Con el lema #TuCasaEntreFogones, la plataforma inicia este jueves una campaña para alertar sobre las consecuencias de tener en los bajos de un edificio residencial un conjunto de cocinas industriales.
"Resulta increíble que después de dos años de moratoria estemos aún en esta situación y que el Ayuntamiento se haya jugado todo a una única carta, la de la inclusión de las dark kitchen en la modificación del Plan General. Además lo está haciendo con un proyecto normativo que no servirá para resolver el problema, pues no contempla ninguna de las sugerencias y alegaciones presentadas por la Plataforma de Afectados y la FRAVM, que fueron registradas en su día junto a 3.376 firmas de apoyo en papel", han apuntado.
La propuesta municipal, ha recordado la FRAVM, establece un máximo de ocho cocinas por establecimiento y "no dice nada de distancia entre negocios o de límites respecto a edificios sensibles. Tampoco establece tiempos de adaptación ni restricciones horarias". "No solo es insuficiente sino que sirve para consolidar un modelo de actividad muy molesto para el vecindario", han lamentado.
QUÉ PIDEN LOS AFECTADOS
La plataforma de damnificados y la FRAVM propusieron siete medidas "que el Ayuntamiento ha ignorado por completo", como fijar en ámbitos de uso cualificado residencial un máximo de cuatro cocinas por establecimiento, junto con la superficie máxima de 350 m2, y una distancia mínima entre establecimientos de 500 metros.
Además de specificar que en la superficie máxima de 350 m2 computan también la sala de espera, el cuarto de residuos y otras dependencias comunes y establecer una distancia mínima de 500 metros respecto de los centros escolares, hospitales y otros espacios de concentración de población vulnerable.
Los afectados proponían egular un periodo de un año, a partir de la aprobación de la modificación, para que las cocinas existentes se adapten a la nueva normativa; extender las condiciones exigidas a las cocinas agrupadas en los ámbitos de uso cualificado residencial a las cocinas que se ubiquen en áreas reguladas por la Norma Zonal 9, grados 1º y 2º y limitar el horario de actividad al tiempo entre las 10 y las 22 horas.
Y todo ello tras requerir la elaboración de un informe de movilidad y otro de medio ambiente, además de prohibir la venta directa al público y las multilicencias (establecimientos en los que las cocinas industriales aparecen combinadas con otras actividades de comercialización).