Durante los incidentes con la Policía, uno de los internos consiguió arrebatar las llaves a uno de los agentes y acceder al patio y de allí al tejado del centro desde donde unas diez personas procedieron a lanzar piedras y ramas de árboles de más de un metro de longitud a la calle y a los agentes que tuvieron que protegerse con cascos y escudos. Los policías, que pidieron refuerzos, procedieron a realizar detonaciones y a lanzar pelotas de gomas contra los árboles con ánimo de disuadir a los internos.
Ante la situación, la policía avisó a efectivos de los bomberos que se trasladaron al lugar y lograron, en la cesta del camión de extinción de incendios, acceder al tejado, lo que hizo que las personas que se habían encaramado allí depusieran su actitud hacia la 1 de la madrugada. Los bomberos hicieron uso de una grúa equipada con una escalera para bajar a los inmigrantes del techo. Según la policía, media docena de inmigrantes se desmarcó del intento de fuga y pidió ser separado del resto de los internos.
El CIE en el que han tenido lugar estos hechos ha recibido denuncias por presuntos malos tratos a los internos. El centro estuvo cerrado temporalmente en 2014 para realizar una seire de mejoras.