Jueves 02 de octubre de 2014
El juez Hermenegildo Barreda ha levantado la imputación que pesaba sobre el exdirector del colegio Valdeluz Eustaquio I. y el anterior jefe de estudios Juan José C. al concluir que no existen pruebas de que conocieran realmente los abusos sexuales a los que presuntamente sometía Andrés D. a varias alumnas del centro y de la academia de música anexa.
Además, entiende que los hechos estarían prescritos, según han informado a Europa Press fuentes jurídicas tras conocer el auto donde el magistrado acuerda atender a la petición del abogado Jesús Mandrid de retirar la imputación sobre sus clientes respecto a un delito de omisión del deber de perseguir delitos.
El auto se dicta justo una semana después de que Andrés D.D. declarará por segunda ocasión ante el juez. Al igual que hiciera en la primera ocasión, el docente negó los cargos que se le imputan y defendió su inocencia. La hija del profesor criticó el tratamiento que se está dando a su padre, asegurando que se le está haciendo un "linchamiento injusto" y que se le ha "apagado la vida".
En cuanto a la decisión de Barrera de exonerar al exdirector y al exjefe de estudios, el letrado defensor presentó hace unas semanas la solicitud tras concluir la fase de declaraciones de las víctimas y de los testigos. En su declaración, ambos mantuvieron ante el magistrado que desconocían el tema de los supuestos abusos.
Pese a ello, el juez les imputó un delito de omisión del deber de perseguir delitos que se habría cometido en 2007 al tener conocimiento de una denuncia de unas de las menores.
Desde el inicio de la causa, el letrado ha defendido que se incurrió en irregularidades cuando se detuvo a sus clientes, dado que en un primer momento fueron citados en la Policía como testigos cuando tenían indicios de un delito de omisión del deber de perseguir delitos.
Una de las exalumnas del profesor Andrés D.D declaró que avisó en 2011 al exdirector del colegio Valdeluz de que tuviera cuidado con este docente, dado que ella había sufrido abusos en otro centro educativo de Majadahonda.
También el padre de una alumnas que recibió tratamiento en un centro regional por las secuelas creadas por los presuntos tocamientos aseguró que en 2007 le traslado a la tutora de su hija lo que pasaba, sin que el centro escolar hiciera nada tras su denuncia. El padre decidió no denunciar los hechos para evitar el trama a su hija.
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