Jueves 02 de octubre de 2014
Se les llama semáforos auto organizantes y son capaces de modular el tráfico, reduciendo los grandes atascos, gracias a una tecnología que tiene en cuenta el número de automóviles que transitan por una vía, la velocidad a la que circulan o el número de vehículos públicos o privados.
Estos semáforos desarrollados por Carlos Gershenson García, doctor en Ciencias de la Computación en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), podrán reducir hasta en un millón de toneladas las emisiones anuales de dióxido de carbono.
"Funcionan de manera semejante a una bandada de pájaros, que no tiene un líder y depende de las interacciones locales que se dan entre las aves; además, consideran la adaptación, pues los fenómenos vivos enfrentan entornos cambiantes", ha destacado Gershenson en una publicación de la UNAM.
Dotados de varias cámaras, además de tecnología que procesa el vídeo y detecta a los automóviles, estos semáforos modifican el tiempo de espera y dan paso a los vehículos priorizando las vías con mayor tráfico.
"Es fácil de programar porque es un método sencillo en el que se toma en consideración la cantidad de coches para determinar el tiempo de espera y cambiar el semáforo. Esa información se envía al controlador, pero todo es local, así que no se requiere de una central", destacó Gershenson.
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