Jueves 02 de octubre de 2014
Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) no contempla la posibilidad de cerrar el aeródromo madrileño de Cuatro Vientos, argumentando que estas instalaciones prestan servicio para vuelos formativos y también de aeronaves institucionales, como las de Tráfico o la Policía Nacional, que "realizan labores de vigilancia y una importante labor de servicio a la comunidad".
Así lo asegura el Gobierno en respuesta al portavoz adjunto de UPyD en el Congreso, Carlos Martínez Gorriarán, quien preguntó por la posibilidad de cerrar las instalaciones de la capital ante la apertura del proceso de información pública del Plan Director del nuevo aeródromo del Suroeste por parte de la Comunidad de Madrid, que tiene intención de construir esta infraestructura entre El Álamo y Navalcarnero.
Según el Gobierno regional madrileño, a este nuevo aeródromo "se trasladaría la aviación general que se desarrolla en Cuatro Vientos y Barajas, premisa bajo la cual establece su prognosis de tráfico y el mencionado plan", razón por la cual el dirigente de la formación magenta se dirigió por escrito al Ejecutivo central para saber si estas informaciones apuntaban al cierre de Cuatro Vientos.
ATENDER LA DEMANDA EXISTENTE.
"El aeródromo de Cuatro Vientos es utilizado conjuntamente por una base aérea o aeródromo militar y un aeropuerto civil. El tráfico civil está compuesto principalmente por aeronaves ligeras que corresponden sobre todo a aviación general y vuelos de escuela. También operan en el aeropuerto los helicópteros de la Dirección General de Tráfico (DGT) y de la Policía Nacional, que realizan labores de vigilancia y una importante labor de servicio a la comunidad", señala el Gobierno en su respuesta, que recoge Europa Press.
Por ello, añade, "AENA no contempla el cierre del aeropuerto de Cuatro Vientos ya que sus infraestructuras e instalaciones permiten atender la demanda existente de vuelos de aviación general y formativos, además de dar también servicio a las aeronaves institucionales (Policía, DGT, etc.)".
AVIACIÓN EJECUTIVA
Por otra parte, Martínez Gorriarán también pide información sobre el impacto que el nuevo aeródromo del Suroeste puede tener en la terminal de Aviación Ejecutiva y de Negocios de Barajas, así como por la concesión de esta terminal, que concluye en el año 2018.
A este respecto, el Ejecutivo no aclara si se renovará la concesión o se convocará un nuevo concurso, sino que se limita a señalar que el traslado de las operaciones de aviación ejecutiva y de negocios a Barajas el pasado mes de febrero busca incrementar la calidad de los servicios prestados por los operadores a los clientes a través de unas instalaciones "amplias y renovadas", y permitirá que se atiendan unas 12.000 operadores a lo largo de todo el ejercicio 2013.
Asimismo, asegura que el traslado a Barajas de toda la actividad civil de la Base Aérea de Torrejón de Ardoz "da atención y respuesta a la demanda expresada por el sector de la aviación ejecutiva en el contexto de una creciente internacionalización de la actividad empresarial española, y contribuye a optimizar el uso de las instalaciones de Barajas".
SEGURIDAD OPERACIONAL.
Finalmente, el Ejecutivo se refiere a la posición de la Agencia de Seguridad Aérea (AESA) y del Ministerio de Defensa con respecto a la coexistencia del nuevo aeródromo del Suroeste con la base aérea militar de Getafe y las instalaciones operativas en Casarrubios (Toledo).
En este sentido, el Gobierno señala que AESA "se supeditará" a la decisión que tome la Comisión Interministerial entre Defensa y Fomento (Cidefo), que coordina a ambos departamentos en materias relacionadas con la planificación de nuevos aeropuertos y aeródromos, entre otras.
Así, en una reunión en octubre de 2011 Cidefo informó favorablemente la compatibilidad de espacio aéreo del nuevo aeródromo del Suroeste con el de Getafe, al considerar que "el nuevo aeródromo de El Álamo-Navalcarnero no supone un impacto sobre las operaciones de vuelo en la base aérea".
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