Jueves 02 de octubre de 2014
Madina, la liebre
Impulsada por el grupo Prisa, que ha decidido pasar de Rubalcaba, y hacerle un bonito funeral, por supuesto político. A algunos en el Psoe todo este debate del liderazgo les da mucha vergüenza, porque les hace aparecer como un partido siempre dispuesto a mirarse el ombligo, incapaz de propuestas políticas serias y urgentes para una situación que requiere posiciones netas de izquierda. Lo último que recuerdan en el partido como gran idea es aquella de retirar de la circulación los billetes de 500, que es como cerrar las gasolineras para combatir el cambio climático. A la izquierda mediática le dan tanto pudor estas ideas de Pepe Gotera que han tomado la decisión de animar al partido a que jubile a Alfredo y ponga a Eduardo, que al menos es joven, y tiene ese rostro ojeroso, con tendencia a una tristeza tranquila, como portuguesa, muy apropiada para estos tiempos de contrición que vivimos. Todos parecen de acuerdo en que se lance Madina, y luego ya se verá a quién ponen.
Y Montoro, a lo suyo
Escucho en la radio a un portavoz de la patronal madrileña, que se mete con Montoro, con su afán recaudador, con sus campañas contra todo aquel que tenga asuntos pendientes con la Hacienda pública. Le preguntan al empresario por los seis millones de parados y subiendo, y el patrono dice que el que no se entera es el ministro de los euros, que no se puede mantener una presión como la que tenemos. Es fácil echarle la culpa a la banca, pero el gran responsable de que el dinero haya desaparecido de la circulación es el sector público, que se lo lleva crudo: por una parte con las subastas del Tesoro, por otra con los rejonazos del IRPF y las campañas de Montoro, todo un capitán Trueno del fisco.
Posada se libra
Los sociólogos tendrán que explicar cómo es posible que con seis millones de parados, y con la indignación instalada en todos los hogares, la protesta ante el Congreso de los diputados sólo reúna a mil quinientas personas. Posada, el presidente de la Cámara, es uno de los pocos políticos del PP que pasea por las calles del barrio de Salamanca con una escolta discreta, y sin temor a que le tiren huevos. El día de las concentraciones que proponían asaltar el Congreso “como leones” se felicitó de que el 15-M no haya respaldado la causa de la toma de las Cortes. Toda una sorpresa. ¡Quién nos iba a decir que los del 15-M se iban a convertir en los buenos de la película! Aquel movimiento se ha quedado en nada, y su impulso se ha visto sustituido por un perfil de asaltadores violentos, cargados de bolas de rodamiento y petardos. De momento el público teme más a la anarquía que a la depresión económica. ¿Hasta cuándo?
Rajoy decepciona
No hay como crear expectativa para decepcionar. En esto Rajoy es un maestro. Se anunciaban medidas para el viernes, y se quedaron en agua de borrajas. Suben los impuestos, el de sociedades, que es la vía fácil para recaudar más hoy y menos mañana, porque ya no quedan recursos en las cajas de las empresas para seguir pagando a la clase política, a su legión de asesores. De las reformas hablaremos otro siglo, cuando se atrevan a aplicar los grandes remedios que necesita nuestra economía, y que pasan en buena parte por aplicar la tijera al sector público, que sigue queriendo pasar por la superficie de esta crisis, desapercibido. Después del viernes, en el PP se ha instalado la certeza de que el gobierno no tendrá tiempo de enderezar la situación, y que las próximas elecciones serán un calvario. En Génova piensan que Rajoy será hombre de un solo mandato.
El flequillo de Obama
La cena de corresponsales en Washington es un acto tradicional en el que el presidente hace chistes, se ríe, y suele empezar por sí mismo, para que el resto de los objetivos de sus bromas no sufran y alimenten un resentimiento ciego. Obama se ha puesto peluquín para bajar del pedestal y parecer humano y ha ofrecido una imagen en la que se le ve con la frente tapada por el flequillo de su señora, ese que le hizo famosa en la toma de posesión de su segundo mandato. Obama también quiere flequillo, y hay que decir que le sienta mejor que a su señora, que tiró de peluquería del Bronx para eclipsar al marido presidente en el día más importante de su carrera. Alguien que se pone el flequillo de su mujer debe de estar muy seguro del resto de las cosas del mundo, y sobre todo debe ser un gran comunicador para entrar en la zona del ridículo sin mancharse.
Candela se corta
Han pasado del exabrupto al silencio. En los Goya, Candela Peña se subió al estrado y dijo que su padre había muerto de frío y sin agua en un hospital de Barcelona. En unas horas sabíamos que todo era falso, salvo la muerte del progenitor. Ni falta de agua, ni falta de mantas. Todo había sido una figura retórica para hacer suyo el sufrimiento atroz de los enfermos de la sanidad pública. Una licencia, una forma de hablar, una salida de tono ante un público que quería oír historias como esa. Ahora Candela ha tenido que subir de nuevo al escenario para recoger un premio en el Festival de Málaga. Y después del galardón se ha tapado la boca con un trozo de cinta americana, porque claro, todo lo americano es malo, y no había manera de simbolizar la censura que con una cinta adhesiva fuerte, potente, capaz de callar la boca de una mujer tan lenguaraz como imprudente. Eso sí, buena actriz, que todo puede convivir en el mismo cuerpo.
Beato Ruiz Mateos
Es conocida la leyenda que asegura que Ruiz Mateos guardaba millones en las figuras de la Virgen del Perpetuo Socorro, de la que siempre ha sido devoto. Pero ahora nos enteramos de que el patriarca de Rumasa I, Rumasa II y toda la saga, ponía velas también a la “moreneta” de Montserrat, a través de su abad. José María tenía bien asistido al capo de la abadía, a razón de treinta mil euros al mes, hasta completar un total de 600.000. La pasta gansa llegaba a las cuentas del monasterio para agilizar algunos trámites en la administración catalana: recalificaciones, ventas de terrenos y favores varios. Ya se sabe que el abad es algo más que un clérigo con poder en el claustro, es un poder fáctico al que se escucha mucho en la Generalitat, y no solo como guía espiritual, sino como pastor de la patria. La pasta ayuda, y los donativos alfombran el camino al paraíso.