Jueves 02 de octubre de 2014
La normativa eleva los niveles de protección de esta Sierra
La Comisión de Medio Ambiente del Congreso de los Diputados dará luz verde este miércoles, con competencia legislativa plena, al proyecto de Ley de declaración del parque Nacional de las Cumbres de la Sierra de Guadarrama, aunque el PSOE se abstendrá en la votación, según aseguraron a Europa Press fuentes parlamentarias.
Se trata de una normativa que declara el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, con una superficie de 33.960 hectáreas pertenecientes a las comunidades autónomas de Madrid (21.714 hectáreas) y de Castilla y León (12.246 hectáreas), dado que, según estudios científicos "dicho espacio reúne las condiciones y características que la Ley de 2007 de la Red de Parques Nacionales exige para su incorporación a la misma".
Según explica el informe de la ponencia que se someterá mañana a votación, su dimensión y continuidad territorial, su riqueza y coherencia ambiental, unido al estricto régimen a que se somete la intervención humana tanto dentro del propio Parque Nacional como en su zona periférica de protección, garantizan la conservación de los ecosistemas naturales y la viabilidad de su evolución natural, sin o con escasa intervención humana, de acuerdo con los ambiciosos estándares que establece la citada Ley de 2007.
Así, la declaración de Parque Nacional significa la elevación de los niveles de protección que por razones ambientales dispone ya la Sierra del Guadarrama.
Dentro de su ámbito físico se encuentran los sitios naturales de interés nacional declarados en los años 30, de la Cumbre, Circo y Lagunas de Peñalara, de la Pedriza del Manzanares y el Pinar de la Acebeda. Además, y con un ámbito que excede al del nuevo Parque Nacional, coexisten otros regímenes de protección ambiental, nacionales y comunitarios, "de los que sin duda el Parque se beneficiará".
Este es el caso, en la vertiente madrileña, del Parque Natural de la Cumbre, Circo y Lagunas de Peñalara, y del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, y en la vertiente segoviana, del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadarrama.
"Seis espacios de la Red Natura 2000 están situados en el Parque Nacional, y en el sector madrileño, gran parte del territorio se encuentra dentro de la Reserva de Biosfera de la Cuenca Alta del Manzanares declarada por la UNESCO. Por último, los Humedales del Macizo de Peñalara están incluidos en la lista de humedales de importancia internacional del Convenio de Ramsar", defiende el texto.
RECONOCIMIENTO DE ESPECIES y ZONA DE PROTECCIÓN
También se reconoce en este espacio la proporción y singularidad de especies. Además de la presencia significativa de endemismos de flora y fauna, y las emblemáticas Águila Imperial Ibérica, Buitre Negro y Cigüeña Negra, destaca en el proyecto de ley el elevado porcentaje de especies censadas en España con un total del 40% de la herpetofauna, el 39% de las aves y el 49% de los mamíferos.
Una de las últimas aportaciones incorporadas al texto legislativo proceden del PP y hacen referencia a que Los Montes Matas y Pinar de Valsaín, propiedad del Organismo Autónomo Parques Nacionales, mantendrán su modelo de administración por parte del citado organismo y quedarán parcialmente incorporados al Parque Nacional.
La superficie de estos montes, incluida en la Zona Periférica de Protección, constituirá un Área de Especial Protección del parque nacional donde será de aplicación el régimen jurídico del parque nacional, al que quedan vinculados, excepto en lo relativo al aprovechamiento hidroeléctrico de la central del Salto del Olvido.
Sobre ésta, la ley establece que no podrá cambiar sus condiciones actuales, a los aprovechamientos tradicionales ganaderos extensivos, siempre que no afecten a la conservación de la vegetación, y a la actividad forestal tradicional y la comercialización de sus aprovechamientos forestales, que deberá hacerse con los más estrictos criterios de conservación y de acuerdo con el correspondiente proyecto de ordenación forestal, según lo establecido en la legislación de montes estatal y autonómica.
En caso de que la actividad forestal y la tala comercial sea abandonada, en la totalidad o parte de los territorios de los Montes de Valsaín, se propondrá la incorporación de estas áreas al parque nacional siguiendo el procedimiento de ampliación previsto en la normativa vigente.
EL PP IMPONE SUS INTERESES
Desde el PSOE sostienen que no pueden apoyar la normativa por estar pendiente un fallo del Tribunal Supremo sobre la materia, lo que proporciona inseguridad jurídica, al mismo tiempo que se reduce la protección medioambiental, la exclusión de parajes como Lozoya y Montes de Valsaín, por ejemplo.
Su portavoz en la materia, Juan Luis Gordo, denunció la semana pasada que el PP imponía sus intereses por encima de la voluntad general en la tramitación de la Ley del Parque Nacional de Guadarrama.
El PSOE considera que la ley restringía el parque nacional a las cumbres, con lo que no garantiza la protección y mantenimiento de los ecosistemas de la Sierra de Guadarrama, la conservación integral de sus valores naturales. "No tiene en cuenta otros espacios de altísimo valor como laderas, valles y pie de monte de la sierra", aseguró.
Según Gordo, esta ley no suponía ninguna aportación efectiva a las figuras de protección existentes, la actual Red de Espacios Protegidos y la Red Natura 2000 (LIC y ZEPA), a las que superpone. En el ámbito de las estaciones de esquí permitiría la conexión de Valdesquí con Navacerrada y con la alta inseguridad jurídica.
Mientras, el socialista Rafael Simancas ve "especialmente alarmante" la exclusión de espacios que reúnen altos valores ecológicos como el Valle del Lozoya, con importantes poblaciones de buitre negro o nutria, así como hábitat de gran interés como la acebeda de Robregordo, el sabinar de Lozoya o las dehesas de Somosierra.
"Tampoco se entiende la exclusión de importantes pinares, símbolo de la sierra, como los del Valle de Fuenfría o de la Barraca o de las dehesas del entorno de El Escorial", ha alertado.
Es más, sostiene que esta futura normativa permite el desarrollo urbanístico, construcciones y negocios privados en plena Sierra de Guadarrama que, a su juicio, resultan incompatibles con cualquier "protección institucional seria" y que ponen en peligro centenares de especies vegetales y animales, además de destrozar el paisaje.
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