Jueves 02 de octubre de 2014
Scola, y las traiciones
Había que ver a los “escolásticos” en la noche del miércoles, y la mañana del jueves, decepcionados, desmadejados, derrotados, y confundidos. Uno sospecha que buena parte de la Iglesia esperaba la elección del arzobispo de Milán. Angelo Scola lo tenía todo para ser Papa, todo lo que había que tener, pero quizá llegó tarde a reunir los requisitos, porque esta vez se precisaban otros rasgos y elementos. Scola tenía el perfil de un intelectual, pero también de un pastor, que había estado al frente de la archidiócesis de Venecia, y ahora gobernaba la de Milán, dos sedes que han sido de forma tradicional viveros de Pontífices. Además había formado parte del movimiento Comunión y Liberación, uno de los grupos que tomó el relevó en los años 70 y 80 de otras congregaciones como los Jesuitas o los Salesianos. Y sin embargo se quedó fuera. En Italia la Conferencia Episcopal contaba con el triunfo de Scola, y llegó a enviar un correo electrónico de felicitación. Incluso algunas teles cayeron en la trampa al anunciar el miércoles que Scola había suprimido su cuenta en twitter, cuando en realidad la había anulado hacía unos días. Se volvió a cumplir el viejo dicho de que “quien entra Papa sale cardenal”, y que los favoritos a veces se quedan a muchos pasos de cumplir la promesa.
El cegado López
A Óscar López, el secretario de organización de los socialistas le crecen los maltratadores. Quiero decir que desde que le estalló el caso de Ponferrada le han descubierto alguno más que tuvo cargo en la organización y que no fue removido hasta que los militantes le pidieron que le echara a patadas de su puesto. Pasa siempre que se pone el foco en un asunto, que se descubren nuevos casos, lo que reafirma mi teoría de que los dirigentes del Psoe pusieron la moción contra los populares en Ponferrada muy conscientes de que contaban con el apoyo de un condenado por acoso sexual. De no haber sido por la coincidencia incómoda del día de la mujer no habría pasado nada. A Óscar, que ha confesado su ceguera como pretexto para seguir en el cargo, lo que le cegó fue la ambición de sumar una alcaldía, y no se fijó en el calendario que tiene encima de la mesa, en la nefasta casualidad de las fechas. Los calendarios los carga el diablo. Después de esta y de aquella vez en la que no recordaba las tres razones para votar a su partido, a López solo le queda salir con dignidad por la puerta, en compañía de Rubalcaba, a quien ya le están señalando la salida con gestos de urgencia.
Nos olvidamos de Bergoglio
Me refiero a los vaticanistas, esa subespecie de los periodistas, como lo fueron en su día los “kremlinólogos”, hoy olvidados, y que se dedicaban a interpretar las pequeñas señales del código de comunicación del poder soviético. En el caso del Vaticano se han columpiado, se han caído con todo el equipo: tenían al nuevo Pontífice frente a sus narices y no lo vieron. El Cónclave de los cardenales eligió al que había quedado segundo en la convocatoria anterior. El nuevo Papa salió al balcón de San Pedro minutos después de las ocho de la tarde, con gesto primero sorprendido, y después sonriente. A muchos nos recordó a Juan XXIII. Los primeros pasos no han hecho más que confirmar su sencillez, su cercanía, su definición de la Iglesia como el refugio de los pobres. Improvisa cuando habla. Lee el discurso y le añade alguna reflexión parroquial: Esa forma de ser nos dará grandes sorpresas. Ha elegido llamarse Francisco, como el santo de Asís, el “poverello”, el hijo rico que decidió irse con los pobres. El efecto de comunicación ha sido tan potente que la prensa de izquierdas ya está ansiosa por ver una Iglesia contraria a lo que ha sido. Ya veremos lo poco que tarda en decepcionarles.
Ariza se mueve
Atentos a Julio Ariza, el patrón de Intereconomía, que algunos dan por muerto (empresarialmente hablando) pero no lo está, ni mucho menos. Ya hemos contado que Ariza está pisando despachos de abogados, y ha dado con uno, muy importante, de esos con letras de neón en la fachada del Paseo de la Castellana, que va a iniciar un pleito fuerte contra los dueños de 13TV por aquello de que le han “robado” la marca del gato y al presentador. El argumento es que han copiado el formato y les deben compensar por ello. Ariza, que no esconde la grave crisis financiera que atraviesa su grupo, ha echado mano de Federico Jiménez Losantos para insuflar un poco de energía en su redacción, cada vez más deprimida, con dificultades para cobrar a fin de mes. A Ariza le está tentando además un fondo de inversión, pero el problema es que en esa cesión a cambio de capital fresco tendría que ceder la mayoría del capital, y por tanto el control del grupo, y eso es algo que Ariza no quiere ni en pintura. Es curioso cómo las dificultades han unido a dos empresarios de la comunicación que se sienten decepcionados por el PP de Rajoy.
Sánchez y El Gran debate
Escándalo en Tele5. Se anunciaba una entrevista con Sánchez Dragó y su hija Ayanta Barilli, y no la hubo. En los pasillos de la cadena se gritó, se blasfemó, se prometió el oro si salían a escena, y los dos, padre e hija, se negaron. Conociendo a Fernando, es posible que haya convertido un acto de promoción de su libro en un escándalo para promocionarlo entre quienes no tragan la telebasura de Telecinco. Lo digo por las explicaciones que ha dado Ayanta, que ha recordado enseguida que se trataba de La Noria resucitada, ese programa que había pagado a la madre de un convicto por aparecer en una entrevista. Dice Ayanta que les encerraron en un cuarto sin derecho a tele, a la espera de que llegara el momento de su entrevista. Y así no pudieron ver las promociones del programa en las que se decía que la hija iba a ajustar cuentas con el padre en el plató. Ayanta y Fernando se enteraron por los mensajes que ella recibía en el móvil. Se negaron a salir a hacer esa pantomima, y se armó la mundial. Una piensa que hay que ser ingenuo para creerse al pie de la letra lo que dicen las promociones del programa. Anuncian una cosa y luego es otra, y por supuesto, Jordi nunca se lee un libro de los que aventan en el programa, ni esos ni cualquier otro. Dicho lo cual, uno piensa que se trata de una jugada de Fernando, una de las suyas.
Corinna y la transparencia
El primer resultado del efecto Corinna es que ha llegado la transparencia a algunas actividades que hasta ahora eran secretas, discretas, ocultas, confidenciales. Los gobiernos tienen, todos, una larga lista de mediadores, influencias notables, consejeros, o agentes de todo tipo y condición. Por Corinna hemos sabido las gestiones que ha hecho en Abu Dabi, su participación en el homenaje a algún sheik de oriente, y unas cuantas intervenciones que alguien tendrá que explicar. En Arabia Saudí no. Me consta que ese terreno esta vedado para la señora, e incluso les puedo decir de muy buena fuente que al reino es mejor no entrar en su compañía ni decir que te avala la rubia porque eso es garantía de que no harás nada, y de que tus negocios no tendrán prosperidad. Ahora el general que dirige el CNI tendrá que dar explicaciones, si puede.
Cristina y el Papa
Ha sido la primera en ser recibida en audiencia por el Papa Francisco, y Cristina le ha pedido lo que siempre piden los argentinos a los Pontífices: que medien en lo suyo, que les consigan unas tierras, que arreglen los conflictos con los vecinos o con quienes tengan litigios. Recordarán ustedes que en tiempos de Woytila el Papa tuvo que intervenir en una disputa entre Argentina y Chile por unas islas en el canal de Beagle, en el sur continental, en el extremo septentrional. La diplomacia se puso a la tarea y llegaron a un acuerdo, porque en el Vaticano si algo tienen es diplomacia y saben cómo ejercerla. Pues bien, ahora Cristina quiere que Bergoglio haga algo parecido con las Malvinas, esas islas que costaron una guerra en la que los gurkas nepalíes rebanaron el pescuezo de unos cuantos soldados argentinos de remplazo. Cristina, que ha ido a Roma a lo suyo, no quiere utilizar a Garzón en este empeño, quiere un Papa, y ahora que han elegido a un argentino, me temo que no se va a callar.
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