OPINION

Entre recortes y nimiedades

Jueves 02 de octubre de 2014
09/01/2012.- Pasadas las vacaciones parlamentarias, la Asamblea de Madrid inicia un nuevo periodo en el que los recortes de todo tipo son la principal preocupación de los ciudadanos. Todavía estamos en periodo inhábil y no se espera que la actividad parlamentaria se inicie antes de febrero de 2012.

El último Pleno del Parlamento regional se celebró unos días antes de finalizar 2011. Había que aprobar la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas de los Presupuestos de la Comunidad para 2012, la llamada Ley de Acompañamiento. Se aprobó, sólo con los votos de los diputados del PP, que incluyeron propuestas como el incremento de la jornada laboral de los trabajadores públicos de 35 a 37,5 horas a la semana o la eliminación del 40% que aportaba la Administración regional a los empleados de baja por enfermedad. Antes cobraban la totalidad de su salario, cuando estos trabadores públicos estaban de baja médica, y ahora sólo el 60% que les aporta la Seguridad Social. La Comunidad de Madrid, que adelantó las rebajas de enero y posibilitó que las tiendas vendiesen nada más terminar 2011, también adelantó que permitirá que los comercios estén abiertos las 24 horas de los 365 días de cada año, lo que no parece estar siendo bien recibido por los pequeños y medianos empresarios, y sí por los dueños de las grandes superficies, que se pueden permitir el lujo de abrir sin descanso sus negocios porque saben que la precarización del empleo va más rápida con este tipo de iniciativas, ya que nadie se preocupa de que se cumplan horarios, derechos y salarios de las personas que trabajan en este sector. Quedan por conocerse los efectos de los recortes decretados por el nuevo Gobierno de España, presidido por Mariano Rajoy, que dejará temblando a los nuevos ciudadanos que confiaban en los plazos y presupuestos de la Ley de Dependencia para empezar a entregar sus solicitudes. Y a los que tienen algo que ver con el Salario Mínimo Interprofesional o reciben pensiones, ya que subirán un 1% para hacer frente al encarecimiento de los precios de la gasolina, la luz, el gas y demás. Los pensionistas perderán poder adquisitivo y muchos otros ciudadanos están pendientes de los próximos ajustes de marzo. Con este panorama tan triste sobre la mesa, insignificantes asuntos, es decir, nimiedades, ocupan el pensamiento de nuestros políticos. Debatir sobre la corrección o no de la campaña de Metro en la que se defiende con descaro y mucha cara que dan “más por menos” es perder el tiempo. Discutir sobre las razones que han llevado al ya exconsejero del Gobierno regional Antonio Beteta o a la exconsejera Engracia Hidalgo a irse al Gobierno de Rajoy no me interesa para nada. Las personas que están bien en el sitio en el que están no se van a otro lugar por mucho que digan algunos que todo es cuestión de ascensos. Necedades. También son insignificantes los debates entre los socialistas madrileños sobre qué persona liderará el PSOE después de su Congreso de febrero. Nadie se moja y sólo exponen frases genéricas que no comprometen a nadie. Todos quieren apostar a caballo ganador y nadie se interesa por saber porqué tantos millones de personas que antes votaban al partido que fundó Pablo Iglesias, ahora miran a otro lado y no ven mucha diferencia en la practica que realizan los del PSOE o del PP, aunque sus lenguajes parezcan tan distintos. En esas estamos, entre recortes que afectan a todos y nimiedades que sólo interesan a unos pocos.

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