La sanción de la discordia

Más de mes y medio después (que se dice pronto) del famoso dedazo de Mourinho en el Camp Nou, el Juez Único del Comité de Competición decidió sancionar con dos partidos al técnico del Real Madrid por su antideportiva acción sobre Tito Vilanova, el segundo técnico del Barcelona, y con un partido a éste por el manotazo que le propinó con posterioridad al portugués. El hecho de que ninguno de los afectados haya mostrado intención de recurrir, ya habla bien a las claras sobre el benevolente “castigo” que deberán cumplir... o no. Porque uno de los aspectos que más llama la atención sobre esta sentencia es que sólo afecta a los partidos de la propia Supercopa. ¿Y si no la vuelven a disputar ninguno de los dos equipos? ¿Y si Mourinho o Vilanova ya no están en su puesto el próximo año?

Siguiendo su proceder habitual, sobre todo con los “grandes”, el único miembro del Comité, Alfredo Florez, se ha quitado “un marrón” de encima intentando molestar lo menos posible, aunque algunos medios barceloneses hayan puesto el grito en el cielo por lo que consideran un fallo vergonzoso. Pudiendo estar de acuerdo con que la decisión sea controvertida, convendría recordar que el Barcelona ha sido precisamente uno de los equipos mejor tratados por la Federación y los Comités en los últimos tiempos.

Ni siquiera parece que esta sanción vaya a provocar que Mourinho vuelva a coger el hacha de guerra ahora que estaba ofreciendo una imagen más “amable”. Esperemos que le sirva de enseñanza para el futuro y que desde ahora dedique todas sus energías a pensar en el galimatías que se le presenta a la vuelta de los compromisos de las selecciones, una vez que se recuperen Benzema, Sahin y Coentrao y tenga que tomar decisiones importantes en el equipo con el superavit que jugadores que se le presenta.