"Sus familiares no sólo 'residen' en una parte del edificio de maternidad, sino que además disfrutan de todos los servicios de planchado, lavado y cocina que dispensa el centro", asegura el sindicato
Jueves 02 de octubre de 2014
El sindicato CSIT-UP ha afirmado que en el hospital Gómez Ulla hay pacientes que reciben "trato de favor", y ha asegurado que la familia de un afgano "'reside'" en un edificio del área de Maternidad del centro. CSIT-UP ha precisado que en el centro se producen "tratos de favores a pacientes ingresados, como el caso de un afgano que lleva más de tres años disfrutando de beneficios de los que no dispone ningún otro enfermo". "Sus familiares no sólo 'residen' en una parte del edificio de maternidad, sino que además disfrutan de todos los servicios de planchado, lavado y cocina que dispensa el centro", asegura el sindicato, que añade que "a pesar del trato que están recibiendo, los familiares 'obsequian' a los trabajadores con una actitud despectiva y denigrante". Desde el sindicato denuncian otras cuestiones como que "desde su incorporación al Sistema de Salud de la Comunidad de Madrid, los profesionales del Gómez Ulla se encuentran desbordados en las consultas y pruebas médicas, viéndose obligados a trabajar más horas de las estipuladas en sus jornadas". También critican que "actualmente no hay médico de Empresa ni técnico de Prevención de Riesgos Laborales". Asimismo, "desde hace más de cinco años no imparten cursos de formación en materia de prevención al personal sanitario", añaden. CSIT-UP, que afirma que "se ha visto obligado a remitir un informe al Ministerio de Defensa ante las irregularidades" que se están produciendo en el centro, señala que ya han informado a la Subdirección General de Recursos Humanos del Hospital Central de la Defensa y a la Subdirección General de Personal Civil del Ministerio de Defensa de "todas las deficiencias existentes en lo referente al personal estatutario, funcionario y laboral, los tratos de favor que se están llevando a cabo, la desinformación de los mandos intermedios o la ocultación de planning de trabajo, entre otros". A su juicio, "bastaría una buena disposición para poder solucionar el malestar instaurado entre estos empleados públicos" pero añade que" esto no ha sido posible".
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