Jueves 02 de octubre de 2014
El Gobierno aprobará este viernes el Dcreto Ley de reforma de la negociación colectiva con la máxima de aunar flexibilidad interna en el seno de las empresas y garantizar la protección de los trabajadores, después de que los agentes sociales rompieran la pasada semana el proceso negociador tras cuatro meses de reuniones.
La reforma será remitida al Congreso de los Diputados para su convalidación y posterior tramitación como proyecto de Ley, para lo cual el Gobierno ya ha abierto una ronda de contactos con los grupos parlamentarios.
La reforma resuelve los principales puntos de desencuentro entre patronal y sindicatos, como son la ultraactividad o renovación automática de los convenios y los mecanismos de solución de conflictos, la flexibilidad interna y la estructura de la negociación colectiva.
Así, el texto garantiza que los convenios no decaerán cuando no haya acuerdo para su renovación, como pedía la CEOE, y establece una horquilla de entre 12 y 18 meses como plazo máximo para las negociaciones antes de que, en caso de no haber acuerdo, entren en funcionamientos mecanismos de mediación y arbitraje.
Además, mandata que sean los agentes sociales los que acuerden como contenidos mínimos de los convenios estos sistemas de solución extrajudicial de los conflictos, y da mayor peso a las comisiones paritarias como herramienta para interpretar los convenios colectivos en caso de discrepancias, con carácter previo al planteamiento formal del conflicto en los órganos de mediación y arbitraje.
Por otro lado, la reforma establece que los convenios de empresa podrán prevalecer sobre los sectoriales provinciales en algunos aspectos relacionados con la flexibilidad interna. Así, según el borrador remitido por el Gobierno a los agentes sociales, el empresario podrá disponer con carácter general del 5% de la jornada de trabajo anual para distribuirla de manera irregular, salvo pacto en contra con los representantes de los trabajadores.
Otras de las cuestiones que podrán abordarse desde el convenio de empresa serán la cuantía del salario base y de los complementos salariales, el abono de las horas extraordinarias, modalidades de contratación, la adaptación al ámbito de la empresa del sistema de clasificación profesional de los trabajadores o las medidas para favorecer la conciliación entre la vida laboral, familiar y personal.
NO TODO ESTÁ CERRADO
Con todo, el ministro de Trabajo no ha dado por cerrada la reforma, pues ha emplazado a los sindicatos y empresarios a seguir negociando en materia de flexibilidad interna, a fin de aprovechar el proceso de enmiendas y poder amoldar los cambios introducidos por el Gobierno.
Y es que ni la CEOE ni las centrales han ocultado su decepción con el borrador presentado por Trabajo para cambiar los convenios. Si el líder de la patronal, Juan Rosell, decía que el primer boceto del Gobierno estaba "desequilibrado" hacia los postulados de los sindicatos, éstos se han apresurado a desvincularse del contenido de la reforma.
Para Rosell, la propuesta del Gobierno se aleja "bastante" de la postura mínima con la que la patronal estaba dispuesta a transigir en las negociaciones y advirtió de que ahora no comparte "ni la música ni la letra" de la reforma.
El patrón de patronos denunció al respecto que el Gobierno "ha olvidado" los principios de acuerdo en los contactos bilaterales con las centrales antes de que las conversaciones se dieran por fracasadas.
Esta misma consideración es la que ha llevado a los secretarios de Acción Sindical de CC.OO. y UGT, Ramón Górriz, y Toni Ferrer, a negar con rotundidad que la reforma será "responsabilidad" del Ejecutivo. "No estamos vinculados con la propuesta del Gobierno", sentenció Ferrer.
CONTACTOS CON LOS GRUPOS PARLAMENTARIOS
En cuanto al paso de la reforma por el Parlamento, el Gobierno ya se ha encontrado los primeros 'peros' en el Congreso de los Diputados. Así desde el Grupo Popular se ha señalado que la reforma de la negociación colectiva que planea el Gobierno "llega tarde" y ha eludido fijar posición sobre el borrador que les ha presentado el Ministerio de Trabajo.
Si bien, el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Durán y Lleida, ha asegurado que su grupo no apoyará la reforma porque el borrador que ha presentado el Gobierno es una propuesta "desequilibrada", tal y como dice la CEOE, y "completamente insuficiente", puesto que no recoge algunas de las iniciativas que habían acordado sindicatos y patronal.
Por su parte, el portavoz parlamentario de ERC, Joan Ridao, ha pedido que el Gobierno no apruebe este viernes una reforma "de mínimos" de la negociación colectiva, sino que incluya los acuerdos ya alcanzados entre sindicatos y patronal, a los que ha añadido su propuesta de que se contemple el "ámbito territorial" en los convenios.
Por su parte, al BNG "no le parece muy mala" la explicación de Trabajo acerca del borrador, pero de cara a fijar una posición tendrá muy en cuenta que se acepte su tramitación parlamentaria, así como que haya disposición a aceptar las propuestas de los nacionalistas gallegos.
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