René, de nacionalidad boliviana, asestó veinte puñaladas ante su negativa de retirar una denuncia contra él por malos tratos.
Jueves 02 de octubre de 2014
La fiscal adscrita al caso del acusado de asesinar a su pareja sentimental en junio de 2008 ha rebajado de 31 a 24 años de cárcel su solicitud de condena al apreciar en su conducta una atenuante analógica de confesión por reconocer que le asestó veinte puñaladas.
En el trámite de conclusiones, la representante del Ministerio Fiscal ha aceptado el pacto previo alcanzado ayer con la defensa del procesado. De este modo, ha solicitado que se condene a René A.R., de nacionalidad boliviana, a 24 años de cárcel al considerar acreditado que mató a la víctima con dolo, es decir, que tenía intención de acabar con su vida desde un principio.
"Sus golpes iban dirigidos a acabar con su vida. No sólo la mató, sino que lo hizo de forma sorpresiva sin dar a la víctima la mínima oportunidad de defenderse", ha resaltado la fiscal, quien le acusa de los delitos de quebrantamiento de condena, malos tratos, obstrucción a la Justicia y asesinato, con la atenuante de confesión del artículo 21.6 del Código Penal.
En el banquillo de los acusados se sienta también una mujer, quien se enfrenta a dos años de cárcel, por presuntamente ocultar al procesado en su domicilio tras el asesinato. La fiscal ha reclamado que se le sustituya la pena privativa de libertad por la expulsión a su país, propuesta que ha rechazado su abogada.
En la sesión de ayer, el procesado reconoció que intentaba comunicarse y acercarse a la víctima, a pesar de que tenía una orden de alejamiento respecto a ella en virtud de una sentencia firme de malos tratos dictada el 21 de febrero de 2008.
"GABY TE AMO, TU ROMEO"
A preguntas de la fiscal, René A.R. indicó que, a pesar de que se habían separado, seguía llamándola por teléfono y a veces escribía pintadas en diferentes paredes y contenedores en las inmediaciones de la casa de ella con expresiones del tipo "Gaby te amo, tu Romeo".
Asimismo, reconoció que el 26 de junio de 2008 recogió a la víctima a la salida del trabajo y la agarró de los brazos ante su negativa a acompañarle.
Además, relató que el 28 de junio de 2008 acudió a su domicilio tras conocer que ésta le había denunciado por malos tratos. Ante su negativa a retirar la denuncia, el procesado le asestó veinte puñaladas en diferentes partes del cuerpo.
Cuando acabó de apuñalarla se dio a la fuga. Atrás quedaba el cuerpo sin vida de ella, literalmente cosido a navajazos. Lejos de entregarse, el procesado se escondió en Madrid, donde fue localizado el 23 de julio. Se escondió gracias a la cobertura y ayuda de Carolina S. G.
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