Semana del 8 al 14 de junio de 2010

8/06/2010.- ADIÓS A GARCÍA CERECEDA

El día de los adioses para uno de los grandes promotores inmobiliarios de Madrid. Su última obra: La Finca. Su penúltima compra: el restaurante Zalacaín. Allí le vi hace un mes, más o menos. Era un hombre consciente del final. Daba abrazos a sus amigos con la certeza de que era la última vez. Y así lo decía. El tumor cerebral crecía en su cuerpo sin tregua. El día que se lo diagnosticaron se fue a ver a un amigo financiero y le puso las cuentas encima de la mesa. “Tengo un cáncer, me lo acaban de anunciar. Quiero poner en orden las cuentas y estar preparado porque esto puede acabar conmigo en cualquier momento” Era así de sincero, así de vitalista. En el adiós, en la iglesia del cementerio de San Isidro, había gentes muy diversas, señal de que tenía amigos en todas partes. Saludo a Lucio, a José María García, a Pipi Estrada y a Cristina Tárrega, a Ángel Corcóstegui, a José Luis Balbás. En las primeras filas está el alcalde Gallardón, y todos asistimos con el alma encogida a ese momento en el que una de las hijas se pone ante el micrófono para leer una carta llena de reproches familiares. Luego vendrán las esquelas, como síntoma de que hay mar de fondo y muchas desavenencias, y de que García Cereceda pudo poner en orden las cuentas, pero poco más.

9/06/2010.- MENDEZ SE COLUMPIA

Hubo huelga y lluvia, pero fue más la lluvia que la huelga. Apenas paró uno de cada diez funcionarios y los sindicatos salieron tocados. Lo siento, Toxo, pero no nos creemos eso de que el escaso seguimiento “no iba a debilitar a los sindicatos para la negociación del día siguiente”. Llegaron anémicos, con el suelo movido. Fue su primera apuesta para contestar las medidas del gobierno y pudieron comprobar que en estos años han perdido fuerza, crédito, capacidad de movilizar, como dicen ellos. Bailar al son que tocaba Zapatero durante los últimos ocho años, vivir de la subvención , defender al que tiene puesto de trabajo sin hacer nada por el que no lo tiene. Todo eso tiene un precio, y la factura del descrédito la van a pagar UGT y CCOO en incómodos plazos. De espaldas a unos sindicatos que recuerdan más a los de otras épocas verticales, los funcionarios se dedicaron a funcionar, entre otras cosas porque no estaban para que les descontaran un centenar de euros de la nómina. Prefieren el descuento del cinco por ciento que aplica el gobierno que el del diez que proponen los sindicatos. Por la tarde, y después de devorar una merluza del Cantábrico, Méndez se fue de manifestación, con su amigo Toxo. En Logroño corrieron a gorrazos a otro sindicato que quería pancarta. Me temo que el monopolio sindical en el llamado díalogo social es otro cadáver de esta crisis


10/06/2010.- EL CONTRATO DE BELÉN

Tiene todo el aspecto de ser el asunto más importante de junio. Belén ha firmado contrato. La firma la equipara con el seleccionador nacional, con algún gurú del management, con los capos de la comunicación y con las estrellas del cine. Y es que Belén vale mucho. No es justo que la comparen con el presidente Zapatero y con lo que gana. Es verdad que este tiene más responsabilidad, pero los resultados han sido tan pobres que ya me parecen mucho los euros que le pagan al mes. Belén sin embargo trabaja en la empresa privada. Y quien le paga sabe que va a obtener una buena rentabilidad en términos de audiencia, y en publicidad. Miren si no a la niña. Ha conseguido salvar una empresa de sartenes para la que hace publicidad. En la fábrica han quitado todas las fotos de chicas que regalan los diarios deportivos, y en su lugar han puesto una imagen de Belén, un altar, como si fuera la virgen de la sartén. Los jefes del márquetin de esa casa quieren poner en el mercado una línea de ollas de presión, y cazuelas con mango de princesa. ¿Y por qué no? Belén vende, tiene tirón, y sabe lo que vale un peine. La chica es una mina de oro. Ya se prepara el lanzamiento de unas sábanas que lleven su nombre, y muchos ven en ella el final de la crisis, o al menos uno de los caminos por los que salvar la cuenta de resultados.

11/06/2010.- LA DEPRE DE FELIPE

Hay depresión, y no porque los más cercanos a Felipe digan que es propenso a esos estados de ánimo grises, nublados, como de invierno. Sino porque en el Psoe lo que desconcierta, lo que deja a la militancia sin capacidad de reacción es la negación permanente y persistente de la realidad, que practica su secretario general. Incluso la respuesta a la “depre” de Felipe, ha sido un nuevo ejemplo de que el presidente del gobierno es un ser voluntarista y adánico, convencido de que el mundo se parece a sus deseos. Basta ver a los presidentes socialistas de algunas comunidades autónomas, desesperados ante la falta de reacción y pulso, ante el discurso vacío que es incapaz de justificar el giro radical que han practicado en el último mes. Las urnas se les van. Los votos se les escapan. Ha depre porque si no la hubiera, el Psoe tendría un clima interno muy diferente del que tiene España en esta hora. La crisis llegó en 2008 para quedarse. De eso saben mucho los cinco millones de parados que tenemos en casa. Durante dos años y medio el poder no solo la ha negado, sino que se ha dedicado a repartir dinero para camuflarla. Y ahora se ponen al otro lado de la manifestación, como campeones de los recortes. Para dar ese giro hay que tener mucho crédito. Y Zapatero no lo tenía. Ha aplicado a la crisis el mismo principio que a la negociación con la Eta. La reunión del grupo parlamentario pareció a ratos una terapia colectiva, y a ratos una despedida sin homenaje.

12/06/2010.- ANTONIO GARRIGUES

Están muy activos, porque están muy preocupados. España tiene algunas figuras que mantienen una relación privilegiada con los Estados Unidos. Entre ellos está Antonio Hernández Mancha, que es el artífice de que los americanos quieran copiar el modelo español el tren de alta velocidad. Y está Garrigues, que ha sido miembro de la Trilateral, creo que desde antes de que la Trilateral existiese. Y en estos días de mercados revueltos, mientras se rumorea que Europa salta por los aires por su incapacidad de diseñar políticas conjuntas, por su torpeza perezosa a la hora de poner en orden sus cuentas públicas, Garrigues multiplica sus contactos, personales y telefónicos, para difundir la idea de que el continente tiene que moverse si no se quiere quedar fuera de juego. “Ellos mandan, dice, tienen los mercados más influyentes, la prensa más influyente, las agencias de rating más importantes. Con todo eso, pensar en ganarles la partida es una quimera”. Pero a renglón seguido añade que no se trata de un juego en el que unos dominan sobre los otros. O nos salvamos todos o nos hundimos en el mismo torbellino. Los hombres como Garrigues, partidarios del diálogo trasatlántico han sido siempre en España una minoría, tan exigua que nunca se les ha prestado atención. Para nuestra desgracia.

13/06/2010.- ¿Y QUÉ PENSARÁ BENEDICTO?

O sea, Ratzinger, que ese era su nombre de cardenal, cuando ejercía al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe. En el Vaticano han leído, y sin sorpresa, los adelantos que publica la prensa sobre la nueva Ley de libertad religiosa que prepara el gobierno. Como siempre, muy bien organizada para intentar sacar a los obispos de la madriguera. Les meten los hurones de la ley, como si fueran conejos, para montar después una cacería. A los socialistas siempre les ha traicionado ese reflejo de querer ganar votos en una confrontación con los curas. Pero me temo que en el Conferencia Episcopal ya han aprendido que la guerra sin cuartel no les conviene, que recogen más equis en la declaración de la renta con un poco de miel y de buen talante. Pero en el gobierno, ya ven lo que hay: van a ver al Papa, le dicen que todo va bien, que no se van a meter con la libertad de los católicos, y al día siguiente filtran en su periódico el contenido de la ley, para que enteren, en Roma y en Cuenca, que a Zapatero no le cambia una bendición papal, que no tiene nada de santo, como le dijo il cavaliere Berlusconi, pecador recalcitrante. Así las cosas el próximo viaje del Papa Benedicto promete ser un ejercicio de “fineza” para decir las cosas sin que desde el gobierno y desde la izquierda puedan utilizar sus palabras como arma. Digo que no hubo sorpresa en Roma al ver el resumen de prensa del domingo, porque ya saben que la palabra de Zapatero es simplemente un pañuelo de seda que guarda dentro un puñal.

14/06/2010.- LO SIENTO, IKER

Paso la tarde del lunes ante el televisor. Lo tengo grande, y con los bordes plateados, el televisor. Tiene ya unos años. Me ha dejado ver muchas cosas. Incluso he seguido en su ventana algún partido de fútbol. Y espero que queden muchos más. No son un aficionado a rabiar. Soy incapaz de seguir un Ghana-Eslovenia, eso no. Pero si España juega contra Italia, o Francia, o se mide contra Alemania, estaré ahí, como un advenedizo que sabe las cuatro reglas del balompié y quiere gloria para España. Ya sé, ya sé, que estos parecen los tiempos de Franco en los que se curaban las depresiones nacionales con un poco de fútbol. Hasta el New York Times lo ha visto así. ¡Qué le vamos a hacer! Esto es lo que hay, que diría un castizo. Estaré ahí a ratos, y eso que me cansa que toda la publicidad gire en torno al mundial, y que no se hable de otra cosa. En España somos monotemáticos: cogemos un asunto y nos tiramos un mes. Ahora llevamos dos años y medio con la crisis. Si ganamos el Mundial tendremos para una temporada. Yo, quiero que me entiendan, deseo fervientemente que ganemos. Y estoy convencido de que nadie podrá utilizar una victoria para tapar algunas vergüenzas nacionales. Veré el mundial, porque además intuyo que será el momento del relevo en la portería, de un Iker que va diciendo hasta luego, y un Valdés que reclama su sitio. Y la Carbonero, tan contenta.