31/03/2010.- Nada mejor que una Semana Santa para despedir a un Don Guido andaluz aunque en este caso se trata de un 'galán mallorquín'. En la copla de Machado hay una descripción que a Matas le viene al pelo: "de mozo muy jaranero/ muy galán y algo torero". Mútese el ambiente sevillano por el balear y se encontrarán los motivos, las causas, los palacetes y las fianzas. Siguiendo con Machado a la pregunta de ¿quién me presta una escalera?, (para ayudar a Matas), la respuesta es el silencio de Rajoy que le deseó "que tenga suerte, y espero que pueda probar su inocencia". La inocencia penal no hay que demostrarla puesto que todos la tenemos hasta que no aparezca el palacete en propiedad.
No es la fianza más elevada que se ha impuesto en España, (tres millones de euros son la mitad de lo que le cayó al máximo responsable de la 'Operación Malaya'), pero sí es verdad que Matas es el Roca del PP, por lo que tiene de lujo, ostentación, cabezonería y creerse por encima de los mortales.
En el PSOE están curados de espanto con aquella etapa de Salanueva, Urralburu, Esparza, Roldán, Filesa y diversos 'etecés', pero en el partido de Rajoy no habían experimentado el bochorno de tener entre los suyos a unas cuántas ovejas negras sospechosas de "trinconcidio", (en este apartado caben los "bigotes", "amiguitos del alma", "gurtelillos" y "albondiguillas", que no son pocos). De nuevo hemos asistido a una esclerosis de aparato político que tarda mucho en digerir la información, hasta apenas dos días antes de conocerse el fallo del juez en el PP no tenían claro sí debían suspender de militancia a Matas o sí tenía que hacerlo él a petición propia.
De nuevo la militancia estupefacta por no cortar a tiempo la gangrena que amenaza con extenderse al resto del cuerpo. La militancia actúa siempre como glóbulos blancos dispuestos a tapar las heridas aún sabiendo que morirán en el combate.
Jaume Matas es parte de lo que Vázquez Montalbán definió como "el aznarato", una manera de triunfar en la vida civil a través de la política y de manera muy aparatosa. De ser cierta la contabilidad que maneja el juzgado y en la que se detalla, por ejemplo, que una escobilla de cuarto de baño alcanzaba cuatrocientos euros, entonces habría que tener a Matas en el parnaso de los horteras.
Al margen del peso de la Ley tendría que recaer sobre él otro peso diferente por falta de decoro y boato excesivo. O cómo entender que el matrimonio apenas hubiera sacado quinientos euros del cajero en un par de años, (quizá en este último caso habría que premiarles con algún galardón a la austeridad y al mérito en el ahorro).
Lo que decía Machado: "¡oh fin de una aristocracia!".