Semana del 16 al 22 de febrero de 2010

 16/02/2010.- LA FERIA DE LAS VANIDADES

Bueno, ya tienen a la Princesa en el Vanity Fair. Ya les dije que la joven andaba en faena entre directoras de revistas. Eso es lo que se llama buscar “complicidades inteligentes”. Las ha encontrado. La exclusiva de “YO DONA” fue abortada por la filtración de Fernando Rayón, periodista al que hay que seguir si uno quiere estar mejor informado de lo que pasa en Palacio. Con Peñafiel vamos todos al desastre, al melodrama, y a la exageración. Rayón levantó la noticia antes de que cuajara, y la primicia se mustió. Con Vanity han estado más finos: un posado rápido, y una charla desenfadada, sin que se diga  que ha habido encuentro. Lo del lenguaje con el que se intentan camuflar estas cosas es tan ridículo como algunos términos acuñados por el Vaticano para decir lo que no se quiere decir: pura metafísica de lo banal. Vale más que reconozcan que tienen esas citas con periodistas, que las hacen un poco a salto de mata, y que en esas conversaciones a vuela pluma no hay nada trascendental. De lo contrario todos se pondrán de uñas contra los servicios de prensa de la Zarzuela, y con esa estrategia no tienen nada que ganar. Otra más: queda claro con estos movimientos de doña Letizia, que su papel será muy diferente del que ha ejercido la Reina Sofía. Letizia ya tiene su hueco, y su popularidad, esa fama  y conocimiento que a veces despierta los celos de don Juan Carlos. Humanos celos, por otra parte.

17/02/2010.- RAJOY Y EL “VÁYASE”

Rajoy conjuga los verbos a su manera. Está el “váyase, señor González”, que pronunciara Aznar en los tiempos de Roldán, el Gal y la corrupción. Y está el “échenle al señor Zapatero” que conjuga Mariano con evidente pereza. Fue una torpeza. Demostró que al líder de la oposición le gusta que le hagan el trabajo. Es cierto que en las filas socialistas crece el desconcierto y el temor a que el desastre de la presidencia de José Luis les deje fuera del poder por un largo tiempo, que comience para ellos la travesía del desierto, y que las dos presidencias socialistas de la democracia estén ligadas  a un paro masivo, insoportable. Pero nadie en el Psoe lo dirá, más que nada por el temor a quedarse fuera. Antes estaba aquello del que se mueve no sale en la foto, y ahora  está lo de que “el que habla quedará excluido para siempre”. En los círculos más cercanos a Zapatero se sabe que el presidente es hombre frío, que no guarda lealtades con nadie, y tan solo Pepe Blanco y dos o tres más pueden considerar que su puesto está asegurado, aquí o allá, pero siempre cerca de Zapatero. Para el resto rige el temor a ser utilizados y sustituidos, como en su día le ocurrió a Caldera. “Te destituyo por tu política de inmigración” “Pero si es la tuya”, replicó Caldera. “Pues eso, por eso te ceso”.

 18/02/2010.- EL DEDITO DE AZNAR

Ese dedo corazón no es el mismo que se posó sobre Rajoy en el verano de 2003, cuando fue investido como sacrosanto heredero de las esencias del aznarismo. No es el mismo dedo. Aznar reserva su corazón para los que no pueden vivir sin él. Contra Aznar vivían mejor. Todo encajaba y todo tenía su sentido y explicación. Volvía las universidades  el perfume revolucionario del maoísmo. Asaltaban las sedes del PP, apedreaban sus cristales y tomaban la calle con impunidad. Y cuando dejaban las aulas y las algaradas tenían una sopa caliente con tropezones, y una mullida comodidad en los hogares, y la cuenta llena, y el saldo del móvil a reventar. Ahora que no queda casi nada de aquello, hay que seguir haciendo el boicot a Aznar, culpable de todos los males, incluido el de no haberse puesto de rodillas y haber pedido perdón a los ultras de la izquierda. El dedito es una anécdota. A mí lo que me alarma es la falta de libertad en las universidades, la ausencia de un espíritu crítico sobre el presente. Tengo en cuenta que los que rompieron la conferencia de Aznar eran chicos de pantalón corto  cuando el dueño del dedo gobernaba. Me inquieta también que a la vicepresidenta De La Vega le parezca que es peor el dedo que los insultos de “asesino”.

19/02/2010.- ORTEGA Y LA CORNADA

Decía el filósofo que los toros son una metáfora de la vida nacional, un escaparte donde se puede observar el funcionamiento de la sociedad española, con sus espectadores que juzgan y pontifican, y sus actores, pocos, que se juegan la vida cada tarde. Otro Ortega, José, de segundo apellido Cano, se ha llevado esta semana una de esas “cornás” que son peores que el hambre. La familia de los Galán, entre ellos un torero, han recibido la visita de la Guardia Civil, y algunos han pasado por las comisarías, o duermen en prisiones acusados de montar una compleja red de puticlubs donde se explotaba a chicas necesitadas y se manejaba dinero B a espuertas. El negocio de la carne, no precisamente de vacuno. Ortega, presente en todos los programas de corazón gracias a los Mohedano, pisa platós ahora porque su última novia era una de los Galán, ganaderos de carne humana. El torero, esta vez Ortega Cano, se ha hecho el loco: “N o sabía nada, y nunca me dijeron cuáles eran sus negocios”. Mala racha para el viudo de la Jurado. Es incapaz de que su hermano se calle  y deje de acusar de estafa a los Mohedano, y ha estado a punto de emparentar con una familia cuando menos “dudosa”. Es de esperar que a partir de ahora pase a un terreno de sombra y silencio. Como en los toros, que diría el filósofo.

20/02/2010.- DELIRIO DE “RAFITA”

De nuevo a la comisaría. El Rafita, el mismo que al parecer  pidió “perdón” por “haber estado allí” la noche que violaron, torturaron y mataron a Sandra Palo, ha vuelto a robar y ha vuelto a los calabozos de la policía. El chico es todo un manifiesto contra la ley del menor y contra el trato que las instituciones judiciales dispensan a los que han cometido delitos con el pretexto de que el sistema tiene que buscar la reinserción. Lo del Rafita es la tozudez manifiesta que insiste en la inutilidad del sistema, al menos en su caso. Dicen algunos estudiosos que los psicópatas no cambian. Nunca serán capaces de compadecerse del dolor ajeno. Lo que hay que hacer es controlarlos, y hacerles ver que la dureza del castigo no compensa. Si ven que en la economía de los crímenes, estos salen baratos, lo más seguro es que sigan cometiendo delitos. En Madrid se prepara una manifestación, encabezada por la madre de Sandra, para protestar y pedir modificaciones en las leyes. Aquí las reglas no se cambian ni en caliente ni en frío. Unos ven cómo el asesinato de su padre por terroristas prescribe; otros contemplan cómo se trata con guante blanco a un asesino confeso que recupera la libertad y se mueve como quiere, a golpe de coche robado. Habrá un antes y un después del Rafita, ese “chico manifiesto” contra la ley del menor. Y esa habrá sido su contribución para corregir el disparate, si es que alguien en el poder legislativo se digna a escuchar a las víctimas.

21/02/2010.- UN PAÍS DE PEINETA         

Eso decían los que nos querían amarrar a la rancia tradición española, que éramos un país de mantilla y de peineta. Y lo somos, los estamos siendo, tenemos vocación de tal. Lo pienso mientras contemplo indiferente la pitada con la que reciben en el Baracaldo Arena a los Reyes. Silban las aficiones del Barcelona. Pitan los “gudaris” de las cuadrillas nacionalistas, y le hacen al Rey la peineta, o sea lo de Aznar con los botarates de la Universidad de Oviedo. Lo mismo: estos chicos que nacieron en democracia, que no han conocido en directo la contribución del Rey a la democracia, estos amamantados por las ubres de la abundancia, estos no quieren a la Monarquía. ¿Y se sabe qué cosa quieren? No. Tamaña protesta  solo es posible  explicársela si uno tiene en cuenta décadas de instrucción en las escuelas con mucha carga antimonárquica, con mucho de ese discurso de “España ocupa Euzkadi desde los Reyes católicos”. Esa siembra del odio a todo lo español es la que cuaja en estas protestas de cafres de arrabal, de gente sin estudios ni educación. Es lo que hay. Un país de peineta, distraído, ocupado en las cosas que no van a ninguna parte, o incluso afanado por suicidarse cuanto antes. Pero ojo, son solo los que hacen ruido. Dos amigas de facebook me escriben: quieren un correo de la Zarzuela para darle las gracias al Rey por haber ido a Baracaldo, con la que está cayendo.

22/02/2010.- MÁS TRINOS DE TRINI

“La emergencia de la que habla el PP ya no existe”. La frase es de Trinidad, Jiménez. La combino con lo que se dice en el libro de José García Abad, un retrato de Zapatero, del Zapatero de verdad, del que se oculta tras la sonrisa. Lo he dicho muchas veces porque le conocí cuando no era nadie, y el anticipo del libro que he leído este fin de semana confirma mis primeras impresiones: es un hombre frío, un tipo de corte mesiánico, uno de esos que creen que han sido tocados por los dioses para mandar. Exige sobre los demás una fe ciega. No tiene datos de la realidad, y los pocos que tiene los lee a la luz de su propia convicción, que no viene de otro lugar más que de su propio interior. Está convencido de que la suerte le sacará de todos los apuros porque fue el regalo que le hicieron cuando nació, así que no hay nada de qué preocuparse. Trini ha caído en sus redes. Zapatero sería un crack al frente de una secta. Sería un portento como recaudador de uno de esos grupos evangélicos que circulan por los Estados Unidos y que crecen a golpe de talón de sus adeptos. Porque fíjense lo que dice Trinidad en su última entrevista: “Lo peor de la crisis ha pasado”. Con más de cuatro millones y medio de parados, esas legiones ociosas pueden estar tranquilas: lo peor que les puede pasar es que se queden sin trabajo. Y eso ya ha ocurrido. A partir de ahí, nada malo les puede suceder.