El 26 de febrero de 2006, Florentino Pérez dimitió por sorpresa como presidente del Real Madrid tras seis años de construcción del equipo galáctico de los Zidane, Figo, Ronaldo, Beckham , que no fueron acompañados de éxitos deportivos. Su primera temporada de la nueva etapa ha sido, si cabe, un mayor fracaso y el presidente del club merengue ha decidido jugarse todo a una ficha, el entrenador portugués José Mourinho, que consigue ganar campeonatos y copas, pero que huye del espectáculo. Una apuesta muy arriesgada sabiendo que a los espectadores del Bernabéu les gusta ver jugar tanto como ganar.
No es, sin embargo, el único frente que puede preocupar a Florentino Pérez, ya que en el campo económico su empresa ACS va a tener que lidiar en los próximos años con la falta de créditos suficientes para hacer frente al Plan de Infraestructuras de Pepe Blanco en Fomento, del que depende la supervivencia de la constructora. Los bancos ya le han dicho que no vana poder financiar tan alegremente las obras públicas y ACS va a tener que recurrir al mercado de bonos para sacar el dinero que le hará falta, casi casi como la familia Ruiz Mateos, tan criticada por las autoridades financieras por su forma de sacar dinero a través de sus bonos de inversión.