El ex consejero de Sanidad no aclara por qué dejó la política activa, pero afirma que no la echa de menos y no está en sus planes volver
Jueves 02 de octubre de 2014
El ex consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid y actual presidente del Comité de auditoría de la compañía Zinkia, Juan José Güemes, abogó por "abrir a la participación" del sector privado los servicios públicos como la Educación y la Sanidad, así como la libre elección de colegio y hospital por parte de los ciudadanos como una de las medidas para salir de la crisis.
Durante su intervención en un almuerzo-coloquio para hablar sobre la 'Situación general de España en época de crisis', organizada por la Fundación Nexo, recordó las reformas realizadas en los años 80 con la externalización de servicios hasta antes prestados por los funcionarios como la recogida de basuras o las jardinerías, lo que contribuyó a unos servicios "más baratos y de más calidad". Así, indicó que el éxito de estas empresas fue tal que algunas de ellas hoy se dedican a gestionar algunas de las infraestructuras más importantes del mundo.
En esta línea, indicó que hace menos tiempo, en los años 90, se privatizaron, tras un debate muy intenso, empresas públicas como la metalurgia, los astilleros, líneas aéreas y la telefonía, entre otras, lo que señaló que abarató los precios y mejoró los servicios.
"Creo que existen ámbitos muy importantes de la sociedad española donde los gobiernos siguen preservando la situación de cuasimonopolio y donde además compiten deslealmente con el sector privado. Creo en abrir esos sectores, y me estoy refiriendo a sectores que pesan muchísimo más en la economía española y que tienen mucho más impacto que tenían aquellas empresas privatizadas en los 80 o servicios privatizados en los años 80. Son sectores como la Sanidad y la Educación, en los que hay que abrir a la participación de la sociedad, lo que supondría un salto gigantesco de productividad y eficiencia para la economía española", indicó el ex consejero de Sanidad.
Güemes aseguró que la situación de crisis económica y de déficit público no es posible abordarla sólo con una reducción del gasto o bajando el sueldo a funcionarios, sino que "obliga a revisar gastos no superfluos pero también otros superfluos y muy necesarios". En este sentido, apostó por revisar todas las partidas presupuestarias y el papel de las Administraciones Públicas. "No todos los gobiernos son iguales y deben ser juzgados de la misma manera. Me honro de haber formado parte de dos gobiernos excepcionales: el de José María Aznar y el de Esperanza Aguirre", dijo.
El ex responsable regional precisó que se trata de revisar el papel de los gobiernos en la prestación de servicios públicos. "Los gobiernos tienen un papel de garante de unos bienes preferentes que son indispensables para el buen funcionamiento de la comunidad, pero ese papel no puede llevarles a excluir a la sociedad de participar en la prestación de esos servicios, que además se corresponden con algunas de sus necesidades más básicas. Simplemente la sociedad lo suele hacer mejor que los gobiernos. Y por tanto hay que profundizar en eso que se llama la colaboración público-privada porque estoy convencido de que puede suponer un gran salto de progreso para España", apuntó.
CONTRA LA "JUNGLA DE NORMAS"
En la misma línea, Güemes habló del "déficit de competitividad" de los servicios públicos frente a una competitividad en el sector privado a unos niveles similares a los de las economías de nuestro entorno, teniendo en cuenta, según apuntó, que el sector público gestiona la mitad de los recursos.
En este sentido, el ex consejero recordó que el déficit de las Administraciones Públicas se situó a día 31 de diciembre en 120.000 millones de euros y el consecuente aumento del déficit públicos y los intereses de la deuda nacional.
Por otro lado, el presidente del Comité de auditoría de la compañía Zinkia criticó la excesiva burocracia, "la jungla de normas" y el nivel de gasto que suponen la cantidad de todo tipo de normas, decretos, órdenes y ordenanzas de los distintos gobiernos autonómicos, locales y del Estado, algo "difícil de soportar" por las empresas para poder competir libremente.
SU RELACIÓN CON LA POLÍTICA
A pesar de todo, Güemes mostró su confianza en el capital humano para salir de la crisis, acompañado de un Gobierno que con un "programa ambicioso" de reforma, especialmente en las Administraciones Públicas. Además, reconoció el valor del empresariado y de los empresarios y retirar los prejuicios que existen en España "de identificarles como los manos", cuando son, "héroes, como así tienen consideración en otras sociedades".
El ex consejero de Sanidad, a pesar de lo que estaba anunciado, no explicó los motivos de su salida del mundo de la política, y se remitió a lo ya explicado en su momento. Sólo indicó que no está en sus planes volver a la política y no lo echa de menos.
Güemes aseguró que no se ha cambiado de partido y continúa en los órganos del Partido Popular, aunque sin responsabilidad ejecutiva. No obstante, señaló que no renuncia a expresar sus ideas en foros privados y públicos como los de hoy.
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