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Ucrania

27/08/2024@14:03:25

El presidente del Gobierno ya sabe, al igual que lo sabe todo el PSOE y sus distintos líderes regionales, que el Partido Popular, con Alberto Núñez Feijóo al frente, no va a descansar en sus ataques y en todos los frentes posibles, desde los casos judiciales más personales o partidistas, hasta los grandes temas que agobian a la Europa de estos días, que son tres: el resultado de las elecciones americanas del próximo noviembre, que se harán notar en las relaciones financieras, mercantiles y militares; la necesaria conferencia de paz que ponga fin al conflicto armado en Ucrania, que no a ningún acuerdo que santifique la parte ganada por Rusia en el Donbás y que le permita unirse por tierra con la “reconquistada Crimea”; y la obligada respuesta europea a la incesante llegada de migrantes a sus costas, especialmente, para nuestra desgracia, a las españolas.

Entre buscar la paz y mantener la guerra en Ucrania la Europa que lidera el presidente francés, ayudado por el fugado Reino Unido, opta por lo segundo. El resultado sólo puede ser uno: terminar por destruir el territorio que se dice querer defender. El grave problema para los ciudadanos de los 28 países ( contando con el que se marchó tras el Brexit) es que sus dirigentes lo saben pero prefieren mirar para otro lado: para la Rusia de Putin, para la América de Trump y hasta para la China de Jian Ping. ¿Por qué lo hacen entonces?, es la pregunta. Y la contestación: por hacerse el avestruz y creer que el tiempo arreglará lo que ellos no se atreven a hacer: decir la verdad a los que los han elegido.

La presidenta del Congreso, Francina Armengol, ya tendría que haber planteado a todos los grupos parlamentarios la necesidad de una sesión extraordinaria de la Cámara, con un punto único en el debate: Ucrania, y lo que los 350 parlamentarios, representantes de la soberanía nacional, creen que debe hacer nuestro país en estos momentos en los que la posibilidad de alcanzar la paz se ve como cercana.

Es el arte el que se adelanta a la historia o la historia la que insiste mil veces en dar la razón a los artistas. Unas veces lo hace por escrito, otras a través de la pintura. La pelea a garrotazos entre Estados Unidos y China por los mútuos aranceles comerciales, en versión de siglo XIX y pintada sobre las desnudas paredes de su casa a las afueras de Madrid la plasmó el aragonés Francisco de Goya hace doscientos años. Se puede ver en el Museo del Prado y comprobar como la violencia no es monopolio de una generación y, ni siquiera, de unos países.

También la embajada de Ucrania en España, que ha agradecido el apoyo de Almeida, quien ha exigido alejarse de cualquier equidistancia


La guerra de los impuestos entre las dos vicepresidentas se ha resuelto con una tregua anual, la de este año, que les permite a las dos mostrarse como ganadoras. Un primer asalto para la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, que presumirá de haber conseguido que los perceptores del Salario Mínimo Interprofesional no tengan que pagar impuestos este año; y victoria final para la vicepresidente primera y ministra de Hacienda, que ha impedido que ese mismos salario crezca por encima del actual. Yolanda Diaz logra ese pequeño triunfo, vital para sus propios intereses políticos dentro de la crisis que arrastra Sumar; y María Jesús Montero evita que la subida base del SMI obligue al Estados a gastarse dos mil millones más en los salarios, justo cuando Pedro Sánchez tiene que justificar ante Europa su apoyo al aumento del gasto en Defensa hasta el dos por ciento del PIB.

La penúltima mentira que han puesto en marcha los gobiernos de la Unión Europea es la necesidad de que en todos los hogares cuenten con un kit de supervivencia para tres días, a ser posible con unas dosis de todo por la posible radiación que sufriríamos si se detonaran armas atómicas en su territorio. Las posibilidades de que la Rusia de Putin ataque a uno o a varios países de la Unión son muchas, según los servicios de intelegiencia de Dinamarca, hecho que se produciría antes de 2030.

Ya aceptan que se busque la paz en Ucrania, algo que negaban hasta hace apenas unas semanas, pero lo que buscan los líderes europeos con su posición frente al movimiento de Donald Trump de llamar a Vladimir Putin para negociar el fin de las muertes, sentados los negociadores en la “neutral” Arabia Saudí, es engañar de nuevo a los ciudadanos de sus respectivos países. Aceptan que la Ucrania de 2022 no será la de 2025 y que Rusia no se marchará del Donbas, ni de Crimea, pero insisten en el peligro que para la democrática Europa de los 27 países, más la tránsfuga Gran Bretaña , representa la Federación rusa. Quieren aumentar el gasta en defensa, quieren producir más armas, pero no dicen que será a costa de las inversiones en sanidad, en educación, en pensiones, en seguro de desempleo. Adiós a las medidas sociales, bien venido el renacido espíritu belicista en unos países que, como Alemania, Francia y Gran Bretaña están inmersos en unas crisis políticas y económicas de difícil solución.

Los políticos españoles no saben salir del barro judicial y territorial en el que están metidos. Da lo mismo que se mire al Gobierno como a la oposición, que se piense en una retirada imposible de Pedro Sánchez antes de que termine la Legislatura, o que se intente cambiar a Alberto Núñez Feijóo por otro líder que tenga más capacidad de arrastre entre los votantes de la derecha . Hay jueces para todos y eso es lo peor de la historia. No es que sobren los administradores de la Justicia, todo lo contrario, el problema es la utilización de los mismos en el terreno político. Los tiempos de unos y otros son muy distintos.

El presidente del Gobierno y el presidente de Ucrania, por no mencionar a la totalidad de los altos cargos de la Unión Europea que están en Kiev para mostrar su apoyo a ese país en el tercer aniversario del conflicto, quieren (es lo que dicen) lo imposible: que Rusia pierda la guerra y todo vuelva a ser como hace once años. Vladimir Putin está pactando con Donald Trump las condiciones de una paz que será tan inestable en el tiempo como todas las que ocurren desde hace cien años en Europa.

El presidente norteamericano pidió que Europa gastara el cinco por ciento de su Producto Interior Bruto en Defensa. Ya lo ha conseguido. La president de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen lo anunciaba tras la reunión de este fin de semana en Londres. La UE invertirá 800.000 millones de euros en su industria militar, la mitad en armamento y la otra mitad en infraestructuras necesarias para ese inmenso despliegue. Donald Trump ya puede mirar hacia el Pacífico e invertir los esfuerzos militares de USA en su pulso con el gan rival, China.

El índice selectivo paneuropeo Stoxx Aerospace & Defence, que agrupa a las principales empresas cotizadas del sector, se anotaba un repunte que llegaba a ser superior al 6,33% para alcanzar los 2.224,25 puntos

PP y Vox tampoco han apoyado la propuesta de Más Madrid de crear un fondo extraordinario de emergencia para Palestina

El éxito del chantaje de Trump al presidente colombiano Petro: “Si no aceptas a los inmigrantes que te mando te subiré los aranceles” es un indicio claro de por donde van a ir los tiros –nunca mejor dicho- de la nueva era norteamericana que afectará no solo al patio de Estados Unidos, el continente americano, sino a todo el mundo incluida Europa y también España.

El máximo para la jornada se dará entre las 8.00 y 9.00 horas, con un precio que se situará en los 225 euros/MWh, mientras que no habrá ninguna hora por debajo del mínimo de los 115,58 euros/MWh que se registrará entre las 14.00 y 15.00 horas

Eel precio medio del litro de diésel sube un 0,69% con respecto a la pasada semana, para escalar hasta los 1,442 euros, mientras que el del litro de gasolina se ha situado en los 1,525 euros, tras encarecerse un 0,66%

Los contratos de alquiler que vayan a actualizar su renta a partir de 2025 y que hayan sido firmados desde la entrada en vigor de la Ley de Vivienda, el 25 de mayo de 2023, deberán usar ya este nuevo índice

La previsión sobre el Euríbor para 2025 sitúa el indicador a final del próximo año en torno al 2,35%. Desde el 1 de enero la tarifa del gas individual se encarece un 10%

A nivel europeo, a los españoles les preocupa más la inmigración, la guerra de Ucrania y la situación internacional

El día 20 de enero Donald Trump será oficialmente el nuevo presidente de Estados Unidos y comenzará una nueva etapa para el mundo. Las declaraciones previas son muchas y algunas llegarán a convertirse en realidades y otras no. Terminar con la guerra de Ucrania a través de un proceso de paz pactado con Rusia. Trump tiene claro que su interlocutor es Putin y no Von der Leyen, ni Macron, ni ningún otro dirigente de la Unión Europea. Terminar el conflicto en Palestina a través de un acuerdo con el Israel de Netanyahu. Poner sanciones y restricciones al comercio0 internacional, sobre todo en lo referente a China. Mirar más hacia el Pacífico que hacia el Atlántico y mucho más al interior de USA. Ya ha dicho lo que quiere hacer y con quién lo quiere hacer. Habrá que ver si puede y le dejan.

De nuevo hoy, lunes 9 de diciembre, tres encuestas llamadas políticas y con resultados totalmente distintos, confirman que esos sondeos “de encargo” les sirven a los partidos como armas de sus dirigentes para defender las posiciones internas en sus organizaciones. Insistir cada semana en los porcentajes de votos que tendrían en una cita electoral, cuando no está, ni se la espera, y en los escaños que conseguirían de cara a una posible sesión de investidura, es un ejercicio sociológico tan inutil como interesado.

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La deuda pública de los 27 países que integran la Unión Europea está por encima de los 17 billones de euros, de los que 1,6 billones corresponden a España. En ese mismo periodo, el año pasado, la deuda pública de Rusia alcanzó los 364.000 millones y la de Ucrania los 160.000, un poco menos de la mitad. Si miramos a Estados Unidos la cifra de dispara a los 30 billlones , mientras que la de China es exactamente la mitad. Son datos en bruto, que tienen su correlacición con el PIB de cada país y su capacidad industrial y financiera, pero sirven de base para explicar la razón profunda del mantenimiento de la guerra en Ucrania al margen de las intenciones anexioanistas de Vladimir Putin y de la defensa territorial de Volodomir Zelensky.

La verdad está en el dinero. La paz en Ucrania se va a firmar y lo que unos y otros están discutiendo bajo la mesa es el reparto de la reconstrucción. Rusia se va a quedar con el Donest, que ya es parte de su territorio, pese a que Sánchez y Albares digan lo contrario., al igual que lo asegura el responsable político de la OTAN, Mark Rutte, el holandés que durante años nos colocó a los españoles como los “vagos” de Europa, sin mirar hacia el interior de su país, convertido en un encubierto paraíso fiscal. El menos indicado para predicar co el ejemplo

Todo lo que está pasando en la Unión Europea tras la legada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, desde la aplicación de aranceles a casi toda la industria, a las negociaciones con Vladimir Putin para alcanzar una paz en Ucrania, le vienen muy mal a España y en concreto al actual Gobierno. Pedro Sánchez se dispone a viajar a Pekin por tercera vez en menos de dos años, algo inédito en las relaciones internacionales de nuestro país, como inédito es que entre los presidentes de USA y España no exista una conversación política y las relaciones diplomáticas se mantengan en el nivel de subsecretarios. España no puede cumplir con la inversión del dos por ciento del PIB en seguridad y defensa, tal y como piden con reiteración desde la OTAN y desde Bruselas. Ni ahora, ni posiblemente en 2026, tal vez en 2027, que en principio es año electoral y cualquier pronunciamiento sobre inversiones militares, en contra de otras inversiones sociales dejará una puerta abierta a las formaciones a la izquierda del PSOE, desde Sumar a Podemos, y a su derecha, desde Junts a ERC.

Es la “lady halcón” de la política europea, la más beligerante frente a la nueva posición de Estados Unidos, pese a aceptar que la UE apruebe 800.000 millones de euros en Defensa para crear un ejército propio, paralelo a la OTAN, y dispuesto a llevar a soldados de varios países a combatir a Ucrania. Máxima sostenedora de Volodomir Zelensky se lleva bien e incluso muy bien con Pedro Sánchez, pero su “nuevo amigo político” es el francés Emmanuel Macrón. En la vida pública los amores duran poco o muy poco. El presidente francés tiene armas atómicas y desea ser el negociador con Trump e incluso con Putin, para obtener el premio de la reconstrucción en Ucrania. Sánchez no tiene armas atómicas y tampoco ha podido reunirse con el nuevo inquilino de la Casa Blanca. Como alemana sabe que en el futuro inmediato, su enemigo exterior no será Rusia, será Polonia. Sonríe mucho y habla mucho, pero en realidad tiene poco poder. Las divisiones entre los 27 países y la independencia del BCE, con Christine Lagarde la deja casi en la mitad de la nada.


Trump consigue en dos meses que Europa se convierta en una gigantesca fábrica de armas. El cambio de actitud de Estados Unidos respecto a la guerra de Ucrania y el deseo de su presidente de negociar y pactar con Vladimir Putin el fin del conflicto, sin contar con el gobierno de Volodomir Zelensky, ni con ninguno de los gobiernos europeos de la UE, ha obligado a los 27 estados miembros, más al inestable Reino Unido, ha cambiar de forma radical todo lo que tenía proyectado para los próximos años

Defiende el "derecho" de Ucrania a una "legítima defensa" y recuerda que en el proceso de paz tiene que estar también la Unión Europea

Con estas tres palabras calificaba Pedro Sánchez la ruptura por parte de Israel de la tregua que se había pactado con Hamás en Gaza. Ni una alusión a lo que realmente está haciendo el gobierno de Netanyahu con los palestinos y que ha llevado a algún país a acusar a Israel de cometer crímenes contra la humanidad y de practicar el genocidio como arma de guerra.

Hace ya tiempo que el famoso Gobierno Progresista que conformaron Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se convirtió en un simple gabinete del PSOE, prácticamente desde que el líder morado comprendió que no pintaba nada como vicepresidente de un Consejo de Ministros que aprobaba el envío de armas a Ucrania o que rechazaba una reforma fiscal para que los ricos pagasen más que los trabajadores.

Vox marca su cota más baja del año coincidiendo con las decisiones de la Administración de Donald Trump

"Pretender que quien tiene como lema 'Make America Great Again' vaya a querer 'Make Spain Great Again' se está equivocando profundamente". asegura el regidor

El presidente de Estados Unidos y el presidente del Gobierno español nunca serán amigos, pero Donald Trump la va a hacer a Pedro Sánchez el mejor de los regalos políticos: durante tres años, los que le quedan a esta Legislatura, seguirá apoyando a Santiago Abascal como el mejor de los aliados posibles en nuestro país e incluso en Europa. El líder de Vox será mimado, protegido e impulsado por todo el poderoso aparato que manda en La Casa Blanca, de la misma forma que lo será Giorgia Meloni en Italia o Javier Milei en Argentina. En apenas un mes Trump ya ha demostrado que en esta partida de mus, en la que ha convertido las relaciones internacionales, está dispuesto a ganar a base de lanzar todos los órdagos que hagan falta.

El precio medio del litro de diésel ha subido un 0,6% con respecto a la pasada semana, para situarse en los 1,508 euros, su nivel más alto desde mediados de mayo. La gasolina ha tocado los 1,579 euros, tras encarecerse un 0,5% con respecto a la anterior semana

El precio medio del litro de diésel ha subido un 1,17% con respecto a la pasada semana, para escalar hasta los 1,471 euro, mientras que el litro de gasolina se ha situado en los 1,551 euros

En una semana Donald Trump tendrá a su lado para intentar cumplir con sus deseos de cambiar el mundo a nueve de los diez hombres más ricos del mundo, todos ellos dueños de las principales empresas tecnológicas de ese mismo mundo. Los algoritmos son la auténtica fuerza del poder y desde Elon Musk a Steve Banner ese mundo que avanza a enorme velocidad, con la Inteligencia Artificial aplicada a todos los procesos económicos, sociales y personales, es el que quiere desafiar Pedro Sánchez. Un imposible incluso para China y Rusia. Para el presidente del Gobierno español otra forma de mirar a Europa y a América Latina como si del gran escapista Houdine se tratara. Europa se ha convertido en el último cadáver de la Democracia que ha regido en Occidente desde hace doscientos años, tanto por su falta de visión como por sus enormes defectos internos a la hora de repartir el poder. La descomposición es interna.

El martes, 31 de diciembre de 2024, durante veinticuatro horas el mundo se despidió de uno de esos años que nacen para demostrarnos que la crueldad, la maldad, la avaricia, la muerte y el poder en su forma más terrible siguen formando parte de la llamada condición humana. Un segundo más tarde de que sonaran las campanadas de medianoche en Haway y Los Angeles, tras haber lo hecho en Sidney y Tokyo, había nacido el 2025. Ya hemos comprobado que todo sigue igual: la guerra en Ucrania, las interminables batallas en Gaza, los ataques terroristas contra ciudadanos indefensos, las subidas de los precios en España y el falso equilibrio con el IPC y las subidas en las pensiones, la presencia de Carles Puigdemont en la política patria, los avances en las investigaciones judiciales sobre las acusaciones de corrupción en los ámbitos socialistas o la negativa de Carlos Mazón a dimitir.

Como un camaleón político en esencia, Pedro Sánchez se prepara para hacer frente a los cambios que provocará la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca. No será fácil, pero tiene ya la experiencia de haberlo tratado en la anterior legislatura y de haberle soportado sus desaires. De todo se aprende.

Decae la rebaja del IVA del recibo de la luz, que volverá a ser de un 21% permanente

El precio medio del litro de diésel ha ascendido esta semana hasta los 1,4315 euros, encareciéndose un 0,032% con respecto a los 1,431 euros de hace siete días

El Gobierno los redujo en otoño de 2021 y los ha mantenido un 55% por debajo del nivel precrisis en los últimos ejercicios por la crisis energética por la guerra de Ucrania

En una semana, con la tragedía de Valencia y la victoria de Donald Trump, los equilibrios dentro de la Unión han cambiado. La alemana Ursula Von der Leyen creía que sus propuestas para formar la nueva Comisión serían aceptadas y podría poner en marcha las medidas que Europa necesita para no convertirse en tan sólo un mercado interior, sin proyecto político común y menos sin los acuerdos necesarios para sobrevivir en el nuevo escenario que el cambio de gobierno en Estados Unidos va a producir.