El exjefe del Ejecutivo y presidente de FAES, José María Aznar, el exministro del Interior Jaime Mayor Oreja y la expresidenta del PP vasco María San Gil estarán juntos este lunes en un acto bajo el título "El necesario fortalecimiento de España".
La fiscal anticorrupción Elena Lorente del caso interesaba más de 70 años de cárcel para Rato por haber defraudado al fisco presuntamente 8,5 millones de euros
Como los gatos, Pablo Iglesias parece tener siete vidas y se prepara para resucitar por tercera vez en su breve pero intensa carrera política. Pedro Sánchez le conoce bien y le teme porque no sabe por donde va a salir aunque su contrincante tiene una línea roja que le bloquea: no puede alinearse –mucho menos aliarse- con el PP porque recuerda lo que le pasó a Anguita cuando inició sus famosas conversaciones con Aznar en 1995 para acabar con el gobierno de Felipe González.
El directivo del IE tendrá que comparecer el 18 de noviembre ante el Juzgado de Instrucción Número 41 de Madrid
Rodríguez "comprende" las protestas de este domingo porque la vivienda es "una emergencia social", pero defiende las medidas del Ejecutivo
Acababa de ganar las elecciones gallegas por mayoría absoluta. Alberto Núñez Feijóo estaba feliz en 2012. Su carrera política parecía imparable, pero recluido en su tierra. Su paisano y amigo, Mariano Rajoy, por fín, había conquistado un año antes el palacio de La Moncloa y había colocado a su izquierda y a su derecha a las dos mujeres que iban a ayudarle a ejercer el poder dentro y fuera del partido, María Dolores Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría. ¿Qué podía ir mal?, nada. Se equivocaron. Cospedal, como secretaria general del PP, destituyó a Luís Barcenas como tesorero y ya nada sería igual para la historia del partido que había fundado y refundado otro gallego, Manuel Fraga, el jefe que envió a Rajoy a Madrid para que hiciera “carrera política” a la sombra de José María Aznar, el único no gallego de la tragedia
Se avecina un nuevo curso político en el que Pedro Sánchez lo va a tener más difícil para mantenerse en La Moncloa. No solo por la espada de Damocles que Puigdemont le ha colocado sobre su cabeza, sino porque los años no pasan en balde y el presidente ya enfila su segunda legislatura que históricamente ha sido siempre más complicada para los todo los jefes de gobierno españoles.
Sin permiso de Pedro Sánchez los once parlamentarios del PSOE navarro encabezados por Bernardo Ciriza y Maria Chivite no habría firmado la propuesta parlamentaria de Geroa Bai y Bildu de acabar con la Monarquía en España. Hay que ver esa actuación en el marco de la celebración de la llegada a la jefatura del Estado de Felipe VI. La puesta en cuestión de la Monarquía me ha hecho recordar a uno de los exiliados españoles en México, Ovidio Salcedo, al que conocí hace 30 años en la capital azteca y hombre fundamental en el socialismo español hasta la llegada de Felipe González. Fiel a Indalecio Prieto y poseedor de sus escritos y memorias, me dio a leer, justo cuando la editorial Planeta lo publicaba en España, el texto de la conferencia del que fuera presidente del PSOE y varias veces ministro durante la II República. Palabras y razones para acabar con la Monarquía de Alfonso XIII. Vino a España varias veces con el regreso de la Democracia y sus opiniones sobre la institución monárquica y su utilidad para el futuro de nuestro país había cambiado.
Nunca fueron amigas y apenas se toleraban tanto en Podemos como en el Gobierno. A Irene Montero le oscurecía la presencia de su particular Pigmalión político y compañero de vida, Pablo Iglesias; a su adversaria, a Yolanda Díaz le quisieron controlar Alberto Garzón y Enrique Santiago. Les devoró a los dos de la misma forma que lo hacen las anacondas: primero les asfixian lentamente y luego los engullen. Tardan en digerir a sus presas, pero éstas no tienen salvación desde que los anillos del poderoso ofidio se van cerrando, en este caso sobre las ambiciones políticas de Alberto y Enrique.
Si las ocho formaciones políticas que otorgaron su voto a Pedro Sánchez el 16 de noviembre de 2023 para que se convirtiera en presidente del Gobierno no lo hubieran hecho hoy no estaríamos como estamos. Esos 1. 329. 334 votos que lograron en las urnas el PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV, BNG y CC, traducidos en 179 escaños en el Congreso permitieron que el candidato socialista continuara en el palacio de La Moncloa. Tardaron 146 días en negociar los apoyos, los que van del 23 de julio a ese jueves 16 de noviembre, casi cuatro meses en los que las calles de España se llenaron de manifestaciones convocadas por el PP y Vox en contra de la amnistía, con Alberto Núñez Feijóo reclamando que debía ser él quien ocupara la presidencia del Gobierno o que, al menos, se repitieran las elecciones.
Si la amnistía negociada y aprobada busca cerrar las heridas producidas en Cataluña por los partidos independentistas, en otro intento histórico de querer aprovechar las debilidades de un Gobierno para romper la unidad de España, el mayor de los pecados constitucionales que contempla la Carta Magna, con beneficios políticos, económicos y sociales para sus protagonistas, el Rey Felipe VI, junto a los principales dirigentes de los partidos políticos, deben plantear que es jurídicamente un disparate y políticamente un error mantener a Juan Carlos I en el exilio, por más dorado y confortable que sea. La “generosidad” política, de ser verdad en su fondo, tiene en el padre del Rey la mejor de las pruebas.
'Génova' critica que el PSOE hable de "pinchazo" y le reta a "mejorarla o igualarla" si le parece poca la afluencia al acto del PP
En la larga lucha que se inició tras las elecciones de julio del año pasado tanto Alberto Núñez Feijóo como Pedro Sánchez saben que más importante que los escaños que conseguirán el PP y el PSOE en el Parlamento de Estrasburgo son las consecuencias que tendrán en la política nacional. Ninguno habla de lo que España quiere hacer y representar en Europa. Es una guerra de desgaste que sólo terminará cuando haya nuevas elecciones generales. Feijóo tiene prisa y Sánchez no se cansa de repetir que agotará la Legislatura pase lo que pase. Cada uno de los dos busca los aliados coyunturales que mejor les viene pero, rotas las antiguas líneas rojas, no parece que vaya a ver paz para los vencidos.
La ministra aconseja al portavoz de Sumara en el Congreso, cuyo partido "ya no tienen concejales en ningún lugar de España", que se junte con los de otras formaciones de izquierdas, y "paseé por los ayuntamientos" de las ciudades con problemas urbanísticos
El presidente argentino se siente a gusto en el cuerpo a cuerpo. Lo demostró durante su campaña electoral y lo viene demostrando desde que ocupa la Casa Rosada. En menos escala, a Santiago Abascal le ocurre lo mismo.La diferencia está en el territorio y en la posición electoral de cada uno. Javier Milei ganó con mayoría absoluta en su país tras las malísimas experiencias que tenían los argentinos con la corrupción de sus gobiernos, tanto de la derecha conservadora como de la izquierda socialdemócrata.
En Cataluña, a cinco días de las elecciones que pueden “resucitar” a Carles Puigdemont y crear de nuevo el más que viejo problema de la gobernabilidad de la España democrática, el Partido Popular de Nuñez Feijóo recurre a la presidenta madrileña como el mejor y casi único antídoto que posee para acabar, sin prisas pero si pausas, con Santiago Abascal y su partido. El “hermano separado”, que se ha convertido en una formación política menguante, que persigue en las urnas de este doce de mayo el mantenerse por encima de los populares, y a los que las encuestas les auguran el soñado “adelanto en votos y escaños.
La portavoz de MM cree que "no tiene desperdicio la participación del rey fugado". Por su parte el regidor dice que "no había estado tan nervioso en toda mi vida, también es cierto que tampoco había estado tan feliz"
Si el presidente del Gobierno quiere que la gran compañía estratégica de este país, que es Telefónica, mantenga su españolidad frente a la llegada de la saudí STC de Bin Salman y los grandes fondos norteamericanos con Black Rock a la cabeza, necesita llegar a acuerdos accionariales con el presidente de Criteris y máximo accionista de Caixabank. Entre las dos entidades catalanas suman, de cara a la Junta General de este viernes, el 7 5% de las acciones. Con el futuro 10% del Estado y el 4,5% del BBVA España tendrá asegurado un paquete de control muy similar al que tienen otros países europeos en sus compañías de telecomunicaciones. No se puede olvidar que el Estado, tras la absorción/ fusión con Bankia, mantiene un 16,5% en la entidad financiera, convertida en el primer banco del país.
El 31 de octubre de 2007 el magistrado Javier Gómez Bermudez leía la sentencia del juicio por los atentados contra los trenes de cercanías que tenían que llegar a la estación de Atocha a primera hora del 11 de marzo de 2004. En la sentencia se atribuía el asesinato de 192 personas, con 1865 heridos a una “célula de tipo yihadista” y se descartaba cualquier intervención de ETA. Ese día de octubre había un presidente socialista al frente del Gobierno y el candidato del PP, que ya había perdido las elecciones generales de 2004, Mariano Rajoy, estaba a unos pocos meses de volver a perder su segundo intento. Hoy, 20 años más tarde, la verdad policial y judicial sigue siendo criticada y puesta en duda.
Convocados por los sindicatos CC.OO. y UGT, la delegación de Madrid de la Unión de Actores y Actrices y la Asociación 11-M de Afectados del Terrorismo, los presentes se han congregado junto a la estatua de Antonio López en Atocha, muy cerca de donde antes estaba el monumento exterior en homenaje a las víctimas
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Con 26 años de distancia entre sus dos misivas José María Aznar se ha dirigido a dos presidentes de su partido para "ofrecerles" su cabeza. En 1990, en Sevilla, el hombre que acababa de perder unas elecciones le mandaba una carta al todavía líder de la formación para decirle que si no lo hacía bien al frente de las siglas de la derecha española, podía destituirle. Fraga no lo dudó y rompió el escrito en varios pedazos en un gesto teatral y ovacionado por el que renunciaba a cualquier tutelaje sobre su sucesor.
El sainete que ha montado Pugidemont desde Waterloo amenazando con una moción de confianza a Pedro Sánchez no es más que un grito de reclamo del líder independentista al presidente de Gobierno para que le prometa algo, aunque sea mentira, mientras catalanes y españoles en general muestran su desapego por la política.
La inesperada dimisión de la presidencia de CaixaBank por parte de José Ignacio Goirigolzarri, cuando podía esperar unos meses hasta que se cumpliera el periodo de cuatro años que se dió tras la absorción de Bankia por la entidad catalana, y que podían largarse otros cuatro años más, envía un mensaje claro a los otros dos presidentes que ejercen funciones ejecutivas en el banco Santander, Ana Botín, y en el BBVA, Carlos Torres, que se resisten a seguir las indicaciones del Banco Central Europeo y dejar las funciones ejecutivas en manos de los consejeros delegados. Una opción más fácil de cumplir en el BBV que en el Santander por la tradición de la familia Botín al frente de la entidad cántabra, tras tres generaciones de máxima responsabilidad y con un claro éxito, ya que en los últimos durante años ha pasado de ser la séptima entidad del sistema financiero español a la primera, tras ir sumando bancos en sub trayectoria, desde el Central Hispano al Popular pasando por Banesto.
La Cámara Baja también insta al Gobierno a elaborar un plan de choque extraordinario dotado con los recursos necesarios para paliar a corto y medio plazo el "caos ferroviario", donde se incluya un cronograma, las medidas provincializadas y su coste
Esta Iniciativa Legilativa Popular pone fin a las prórrogas del plazo de enmiendas que se han venido sucediendo semana tras semana durante meses
Escenificando la dura guerra entre los dos partidos, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo han logrado avanzar en lo importante a nivel del Estado. Los dos líderes nunca serán amigos y combatirán, junto a sus equipos, por conquistar y mantener el poder, pero al menos han logrado que haya una presidenta al frente del Consejo General del Poder Judicial y a la cabeza del Tribunal Supremo, Isabel Perelló; que el ministro y expresidente de la AIReF, José Luís Escrivá, se convierta en el Gobernador del Banco de Españas y que ambos puedan afrontar con éxito las turbulencias internas de sus propios partidos. Más necesita el socialista que el popular pero convencidos ambos que en las guerras a muerte, más pronto que tarde, mueren los dos contendientes.
Colocado una y otra vez en la encrucijada de si retirarse o seguir en la pelea, el presidente del Gobierno elige una y otra vez mantenerse como sea en el alambre en el que los resultados electorales han convertido a la política española desde que se rompió la fórmula del bipartidismo que hizo funcionar la rueda de la transición del franquismo durante 38 años, desde 1977 en que se hicieron las primeras elecciones post Franco hasta que en 2015 saltó por los aires el sistema.
En cinco días la apuesta de Emmanuel Macron para permanecer en el Eliseo hasta 2027 y tener un primer ministro con el que gobernar, al menos, por ese mismo periodo de tiempo, tendrá un resultado. Su partido será el que menos diputados tenga, dentro de los 577 que forman la Asamblea francesa, tantos como circunscripciones conforman la trama electoral legislativa de nuestros vecinos. Muchos de ellos conseguirán su escaño a la primera y otros tendrán que esperar al siete de julio. Lo seguro es que entre la unida izquierda y la suavizada derecha, el presidente de la República tendrá que elegir a su Primer ministro , y que esa elección repercutirá en toda Europa y, por supuesto en España.
Los que se extrañen de lo que está pasando en Cataluña con la pretensión de Carles Puigdemont de volver a la presidencia de la Generalitat por encima del ganador de las elecciones, y las dudas internas de la Esquerra Republicana entre el pactista Junqueras y la intransigente Borrás, es que se olvidan que esa carrera - en la que también están sus homónimos vascos - comenzó desde el primer minuto de la aprobación de la Constitución de 1978, nacida para durar cien años y que se ha ido pervirtiendo y deteriorando durante estos 46 años de existencia. A la fábula de la libere y la tortuga hay que incorporar al gato, la mejor expresión hope del poder judicial frente a los otros dos poderes. A la amnistié ya la tiene entre sus afilados colmillos.
La izquierda critica el "rodillo de la mayoría absoluta del PP para ayudar a los Aznar, a los Fitz-James Stuart y a los Ayuso"
La exministra Irene Montero participa en un acto en Madrid para poner el broche final a la campaña de Podemos
Pasa el tiempo y los errores que cometió el entonces presidente de la Generalitat, Artur Más sigue persiguiendo a los actuales dirigentes del nacionalismo catalán, tanto a Puigdemont como a Junqueras y al resto de políticos que intentaron seguir el sendero que había marcado el hombre que había sucedido a Jordi Pujol al frente del Gobierno autonómico.
Desde que el 28 de abril de 2019 Pedro Sánchez fracasara en su intento de gobernar solo y que su nuevo fracaso el 10 de Noviembre del mismo año le obligara a aceptar el gobierno de coalición con Pablo Iglesias, su concepto de como gobernar un país lo cifra todo en clave electoral. No importa quien, ni qué ni con quién, siempre que le sirva para seguir en La Moncloa. Su única línea roja, por ahora, es la extrema derecha porque es el “lobo” que le permite paliar en última instancia su propia debilidad
Un auténtico festín, una “ grande bouffe” política, una comilona preparada a conciencia y servida por un “maitre” tan eficaz como Pablo Motos en su restaurante televisivo es la que se dió el expresidente del Gobierno y ex secretario general del PSOE, Felipe González, en la noche de este jueves. Una hora de máxima audiencia en la que descalificó desde el principio y con una copia de la Constitución en la mano con la otra jugaba con sus gafas o se mesaba su blanca melena), al actual presidente socialista y al anterior presidente socialista. Pedro Sánchez recibió el mayor de los ataques que le podían hacer desde su partido, pero aún más duras fueron las descalificaciones hacia Rodríguez Zapatero y su herencia maldita cuando perdió el poder.
Los populares sostienen que es un un acto "abierto". Por lo pronto, se prevé que se desplacen a Madrid sus 'barones' territoriales, así como los expresidentes del Gobierno Mariano Rajoy y José María Aznar
Dentro de tres semanas ,en el estadio de Wembley, el Real Madrid intentará ganar su decimoquinta Copa de Europa, lo que niingún otro club de futbol ha hecho y es muy difícil que lo consiga. El secreto del éxito está en los jugadores, en el entrenador, en los aficionados que empujan y empujan desde las grandes del estadio Bernabeu pero por encima de todo ello lo que aparece es la estructura empresarial que ha montado un ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, que quiso dedicarse a la política desde las urnas electorales, hasta que descubrió que la gran política, la de verdad, la que define la imagen de un país se puede hacer y se hace desde un palco, convertido en uno de los grandes despachos del poder. Lo era con Santiago Bernabéu y dejó de serlo hasta que llegó Florentino Pérez, al que como presidente de un súper grupo empresarial no le tiembla la mano cuando cree que debe cambiar de equipos directivos. Los amigos son otra cosa.
Gobernar en Cataluña a partir del próximo domingo aparece como una meta posible de lograr. Tendrían que ponerse de acuerdo tres grupos, al menos, para alcanzar los 68 escaños que dan la mayoría absoluta. El favorito y casi seguro ganador, Salvador Illa se va a encontrar con una ecuación imposible de resolver y ese problema afectará de forma directa al equilibrio de fuerzas que existe en el Congreso y sobre el que se formó el actual Gobierno de Pedro Sánchez.
Convertido en el más fiel de los aliados de Pedro Sánchez dentro del universo socialista, capaz de aparecer en los más variopintos escenarios nacionales e internacionales, José Luis Rodríguez Zapatero puede y debe transmitirle al mejor de sus “alumnos”, con permiso de José Blanco, la historia de su propio y anunciado final en La Moncloa, aquel dos de abril cuando a anunció que se marchaba y que nunca más sería el candidato del PSOE. Los pronósticos apuntaban a decisiones presidenciales que se tomarían tras las elecciones municipales y autonómica de aquel 22 de mayo. Situación muy parecida a la actual. El presidente Sánchez no ha mencionado sus deseos de dejar el poder, que no los tiene, pero mantener los sesenta escaños de sus socios tras los inevitables choques entre nacionalistas y el derrumbe de la izquierda se presenta como una misión de resistencia de “Manual”, al alcance de muy pocos.
Si el presidente del PP quiere convertirse en presidente del Gobierno sólo tiene un camino: lograr la mayoría absoluta en unas elecciones generales. Lo consiguió José María Aznar y lo logró Mariano Rajoy. Esa es la esperanza de la derecha a nivel nacional. Sin esos 176 escaños en el Congreso conseguidos por sí mismo, el Partido Popular se encuentra con dos agujeros negros que le penalizan en su objetivo de gobernar en España. Euskadi y Cataluña tienen sus propias derechas nacionalistas, cada vez más alejadas de suscribir pactos de Legislatura con los populares. El independentismo se ha convertido en una línea roja que opera en los dos sentidos y, como veremos veremos en abril y mayo, cierra las aspiraciones de Núñez Feijóo para sentarse en el palacio de La Moncloa.
Los españoles ya no piensan ya no sienten, ni se alegran, ni padecen, somos insensibles a los efectos de la economía, de la política o de los terremotos…Todo lo contrario de la sociedad que luchó contra la dictadura de Franco. En los últimos cuarenta años, los españoles hemos sido anestesiados ante los problemas de España y del mundo.
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