Por sus caras y sus gestos, todos los dirigentes del PP, que arroparon a Soria –el hombre que quiso imitar a Aznar hasta en el bigote- estaban contentos, pero la foto más esperada, que publicamos aquí, fue la del reencuentro entre Rato y Aguirre, los dos más liberales del partido conservador, con la secretaria general Dolores de Cospedal de testigo principal. La foto confirma también que la sanción del partido a Manolo cobo ha dejado también satisfecha a la presidenta madrileña.
No hubo, en cambio, casi contacto entre De Cospedal y Ana Mato, una nueva herida abierta en el PP por culpa del alcalde de Yebra, que aspira a obtener el cementerio nuclear en contra del criterio de la presidenta del PP castellano manchego.
Soria, que consiguió que el PP canario siguiera gobernando con los nacionalistas a pesar de la victoria en las elecciones del PSOE de Juan Fernando López Aguilar, cree que las Islas Canarias será de las primeras en salir de la crisis, beneficiada por la llegada de turistas procedentes de Alemania y Reino Unido, donde las perspectivas de recuperación económica son "sólidas".