Díaz Ferrán considera que el "desagradable asunto" con Caja Madrid se pudo evitar

El presidente de la CEOE y dueño de Air Comet, Gerardo Díaz Ferrán, cree que si Caja Madrid hubiera aceptado las garantías "más que suficientes" que él y su socio presentaron para renovar un crédito de más de 26,5 millones, el "desagradable asunto" (en alusión al impago) se podría haber evitado.

Así lo reconocieron fuentes próximas a Díaz Ferrán, que explicaron que los empresarios, "como es normal en estos tiempos", pidieron a Caja Madrid una renovación de dicho crédito, que al denegarse, les obligó a incurrir en el impago.

Esta situación llevó a Caja Madrid a abrir un expediente en diciembre para que el presidente de la patronal "aclarara o arreglara" el impago del préstamo concedido al Grupo Marsans con la entidad antes de expulsarle del Consejo de Administración, del que formará parte hasta finales de enero como representante de CEIM.

Desde entonces, la entidad trata de buscar una solución con Díaz Ferrán o su socio Gonzalo Pascual, que el todavía presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, reconoció hoy que le "encantaría" encontrar antes de ceder su cargo al ex ministro Rodrigo Rato a finales de mes.

Además, durante la presentación de resultados de Caja Madrid en 2009, cuando ganó 265,81 millones, el 68,4 por ciento menos, Blesa dijo que Díaz Ferrán (con el impago del préstamo) había defraudado la confianza del Consejo de Administración de la entidad.

Unas declaraciones que al empresario, siempre según su entorno, le parecen "increíbles" y hacen que él "sí que se sienta defraudado" por el comportamiento de Blesa.

En este sentido, añadieron que "no se conoce ningún caso en el que una entidad financiera filtre las relaciones con un cliente".

Es más, opinaron que "si Caja Madrid filtrara (los nombres de) todos los clientes con problemas, no habría páginas en los periódicos".

Aún así, Díaz Ferrán, quizá por la buena amistad que Blesa dijo que mantenían, espera que el presidente de Caja Madrid "recapacite" y se dé cuenta de que "su comportamiento no ha sido el adecuado".

Recordemos que el presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, consideró que el jefe de la patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, ha defraudado la confianza del Consejo de Administración de la entidad financiera, del que todavía forma parte.

Así se expresó Blesa durante la presentación de resultados de Caja Madrid en 2009, ejercicio en el que la entidad ganó 265,81 millones de euros, el 68,4% menos que un año antes, debido a que anticipó provisiones.

En respuesta a una pregunta sobre su opinión por el impago de Díaz Ferrán de un préstamo con Caja Madrid de 26,5 millones para su Grupo Marsans, Blesa opinó que es un "hecho desagradable donde los haya".

Con Díaz Ferrán "siempre he tenido muy buena relación", insistió Blesa, que no quiso juzgar las circunstancias que han llevado al empresario a hacer "determinadas cosas".

El pasado 18 de diciembre, Blesa informó al consejo de administración de la entidad la posibilidad de expulsar a Díaz Ferrán de este órgano de gobierno por incumplir con el pago de un crédito de más de 26 millones de euros.

Según confirmaron fuentes próximas al consejo de administración de la caja en aquel momento, Blesa explicó en la reunión que se había abierto un expediente para que Díaz Ferrán "aclarara o arreglara" su situación con la entidad antes de expulsarle, tal y como establecen los estatutos de la institución, que no permiten que los consejeros incurran en impagos.

Tres días después, la compañía aérea Air Comet confirmó que cerraría por no poder afrontar su deuda, sobre todo la que tiene por el alquiler de sus aviones, y para ello presentaría un concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) y un expediente de regulación de empleo (ERE) para la totalidad de su plantilla.

Air Comet decidió el cierre de la aerolínea ante la imposibilidad de seguir volando tras la decisión de un juez británico que inmovilizaba sus aviones, por lo que el Ministerio de Fomento le retiró la licencia.

La decisión del cierre de las operaciones fue debida a la sentencia de dicho juez, a petición del banco alemán Nordbank, que embargaba los cinco aviones con los que operaba Air Comet por impago de su alquiler, y reclamar a la empresa 17 millones de euros.

El 28 de diciembre, Caja Madrid paralizó el expediente contra Díaz Ferrán mientras negociaba "in extremis" una salida para el crédito de 26,5 millones de euros que ha impagado a la entidad junto a su socio Gonzalo Pascual, con quien controla el Grupo Marsans.

Ahora, Blesa consideró que le "encantaría" encontrar una solución antes de que abandone la presidencia de Caja Madrid el próximo 28 de enero, el mismo día en el que Díaz Ferrán abandonará formalmente el Consejo de Administración, en el que representaba a la patronal empresarial madrileña, CEIM.

El todavía presidente de Caja Madrid ha asegurado que ha sido un "placer" estar al frente de la entidad durante más de 13 años y ha opinado que el ex ministro Rodrigo Rato, como su sucesor en el cargo, es una "magnífica elección".

A juicio de Blesa, quien ha admitido que le hubiera encantado continuar en su cargo, que el próximo 28 de enero abandonará "con añoranza, pero sin rencor ni amargura", Rato es "un buen amigo" que será un "buen presidente" de Caja Madrid.

Con la llegada de Rato a finales de este mes habrá terminado un proceso electoral, que según Blesa, ha sido "demasiado largo", "muy agitado -por ahorrarme otras cosas- y que carece de precedentes".

No obstante, no ha querido entrar en el enfrentamiento político por controlar la entidad y simplemente ha citado un proverbio chino según el cual "es muy difícil encontrar un gato negro en una habitación oscura, sobre todo, si no hay gato".

"Aún así, me alegro de que (la polémica) haya acabado y estemos en un proceso de paz, en alusión al acuerdo al que llegaron en diciembre pasado las secciones madrileñas del PP, el PSOE, CCOO y UGT", ha añadido, tras insistir en que la polémica electoral no ha afectado "en absoluto" al negocio de Caja Madrid.

Blesa, quien ha bromeado sobre su futuro y ha dicho que por el momento, quiere tomarse unos días de descanso, ha explicado que a partir de ahora la caja tendrá que participar en la actual reordenación del sector financiero.

No obstante, considera que Caja Madrid no llegará tarde a él, pues ha recordado que ni ninguna operación se ha cerrado hasta el momento, básicamente porque se está a la espera por parte de Bruselas de la aprobación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), aprobado por el Gobierno en el verano pasado para apoyar las fusiones de entidades.

Además, ha asegurado que el equipo actual tiene todas las posibilidades estudiadas desde el principio, si bien, ha apuntado, "no correspondía a este Consejo de Administración plantearlo ahora".

Sin embargo, ha admitido que ahora era un momento "idóneo" pero que si no se ha hecho es porque "no quería que nadie pensase que pretendía paralizar nada".

De producirse algún movimiento será irremediablemente con cajas de otra Comunidad, y "se pueden imaginar lo difícil que es", por lo que ha advertido que, por tanto, será un proceso de maduración largo.