El exsecretario general del PP en Madrid, Francisco Granados, recibió directamente o a través de su jefe de gabinete, Ignacio Palacios, sobres por entre 3.000 y 6.000 euros por vivienda -si se trataba de un chalet la comisión era algo más alta- construida en los diferentes planes de desarrollo de Valdemoro (Madrid) entre los años 1999 y 2007 e incluso después, siendo ya aquel consejero de la Comunidad de Madrid. Obtuvo comisión por miles de viviendas construidas en dicho periodo.
Así lo señala el exsocio de Granados e implicado en la "trama Púnica", David Marjaliza, durante la declaración que prestó ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco en junio del pasado año, a la que ha tenido acceso Europa Press, y en la que este empresario narra el 'modus operandi'utilizado en por los integrantes de esta organización.
A preguntas de una de lasfi scales Anticorrupción, Marjaliza señala que los sobres se entregaban por "paquetes", es decir, por operación, "si había 100 viviendas, pues 300.000 euros".
Este dinero, en metálico, lo recibió casi en todas las ocasiones Granados a través de su jefe de gabinete, Ignacio Palacios y en algunas ocasiones, "Alguna vez se los he dado a Paco también" (Francisco Granados), precisó en la Audiencia Nacional.
Los cobros se realizaron tanto a Granados como a sus sustituto, José Miguel Moreno, con quien Marjaliza cree que tenía algún tipo de acuerdo, e incluso siendo ya consejero de Justicia y Presidencia de la Comunidad de Madrid. "Por viviendas, por obras y por diversas cosas", puntualiza Marjaliza en este punto, si bien no sabe cómo guardaba Granados este dinero.
ENTRADAS Y SALIDAS DE LA CAJA FUERTE
Estos datos los confirma la que fuera secretaria de David Marjaliza, Ana María Ramírez, quien en su declaración ante Velasco confirma que en el despacho del cabecilla de la trama había una caja fuerte oculta en la que se guardaba el dinero en negro que se obtenía con cada venta de piso. En concreto, asegura que por cada piso que vendía, Marjaliza apartaba entre 3.000 y 6.000 euros, dinero que le daba a su secretaria en sobres y ella lo guardaba en la caja fuerte.
A la pregunta de si este dinero de la caja fuerte es el que utilizaba el empresario para pagar comisiones a alcaldes o representantes de ayuntamientos, Ramírez dice que no lo sabe. Según su declaración, Marjaliza le pedía de vez en cuando que le preparara algún sobre o bolsa con una parte del dinero de la caja fuerte, pero que no le decía "nunca" para quién era. "David nunca me decía nada", afirma.
Así pues, la secretaria confirma que desde el despacho de Marjaliza se realizaban operaciones con dinero en efectivo que no pasaba por el banco. Estas entradas y salidas de dinero procedentes de la venta de pisos se producían de vez en cuando, "dos veces al mes, más o menos", indica Ramírez.
"Sé que cobró mucho dinero, pero no sé cuánto", apunta, para remarcar después que era el cabecilla de la trama el que tomaba siempre las decisiones de cuánto dinero salía y entraba de esa caja fuerte. "Yo sólo preparaba lo que me pedía, nada más", añade.
LAS TIERRAS DE SU PADRE
En otro punto de su declaración, Marjaliza se refiere a la compra que realizó de cuatro parcelas pertenecientes a Francisco Granados que éste había heredado de su padre, que era agricultor.
La finca se recalificó en cuatro parcelas diferentes de las que una fue vendida a la hermana de la mujer de Granados por 170.000 euros mientras que las otras tres le costaron a Marjaliza 360.000 euros cada una. Este sobreprecio era una especie de "compensación" que el empresario pagó al alcalde.`
Sobre el hecho de que la gran mayoría de los proyectos de obra Marjaliza se los encargara a José Luis Navarro, que era el arquitecto municipal, no lo justica el empresario en ningún tipo de favor, sino en la confianza que tenía en esta persona. Los planos, sin embargo, eran realizados por el socio de éste.
CRITERIOS SUBJETIVOS EN LOS PLIEGOS
En otro punto declaración, sobre las adjudicaciones de las obras de urbanización que tanto Marjaliza como Cid realizaba, el declarante señala que los pliegos de adjudicación para las urbanizaciones eran "tan amplios" y sus criterios tan subjetivos que permitían elegir a los adjudicatarios.
En opinión de Marjaliza pese a que Granados no se encontraba en los órganos municipales que tomaban estas decisiones "haría alguna indicación..esta obra y este concurso pues a fulanito, había tanta subjetividad en los pliegos que es muy fácil".
El exsecretario general del PP de Madrid, Francisco Granados utilizó su despacho oficial al menos dos veces para hacer entregas de dinero en efectivo a un intermediario bancario, Michael Trevor Langdon, que posteriormente se encargaba de ocultarlo en una cuenta en Suiza. Este mismo procedimiento fue utilizado por encargo del 'cabecilla' de la trama Púnica, David Marjaliza.
Michael Trevor Langdon reveló al juez Velasco en el interrogatorio del 7 de octubre de 2015 los movimientos que hizo como intermediario de Francisco Granados, de quien dice desconocer la cantidad aproximada que llegó a blanquear, así como la procedencia de este dinero. Sin embargo, en el caso de Marjaliza sí reconoce que sabía que el dinero que le entregaba procedía de sus negocios inmobiliarios.
"Cerca de El Corte Inglés de Castellana tenía el despacho de su puesto en la Comunidad de Madrid", relata Trevor Langdon sobre Granados, por entonces consejero de Transportes nombrado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Este mediador bancario sitúa entre 2003 y 2005 estos primeros contactos con el exalcalde de Valdemoro y luego 'mano derecha' de Aguirre.
Langdon, norteamericano nacionalizado suizo y con residencia en España, es un experto en fondos de inversión que, a partir de 1999, trabajó para BNP Paribas cobrando una comisión por cada cliente que captaba. Según él, fue el propio Granados el que le habló de un "posible cliente". "Resultó ser Marjaliza, su amigo de la infancia. Me lo presentó en el ayuntamiento de Valdemoro", detalla.
En el año 2006 cierra Granados su cuenta en BNP Paribas, prosigue Langdon, quien en 2013 avisará al exsecretario general del PP madrileño de que la Fiscalía suiza le estaba investigando por sus movimientos opacos, unos movimientos de dinero que siempre hacía en efectivo. "No había huella, por decirlo así", señala.
Sobre el montante total, Langdon se escuda en el tiempo transcurrido y en la ausencia de registro contable para no precisar al juez qué dinero se podría haber ocultado por parte de cada cliente.
ENTREGA DE 20.000 EUROS
"Me tomé muy serio el secreto bancario, ibas a la cárcel si revelabas la identidad de un tercero. Yo estaba en medio de dos clientes", añade sobre el operativo por el que se ocultaba el dinero. Concretamente, Langdon recibía el dinero en metálico en España y realizaba una transferencia por idéntica cantidad desde una cuenta suya en Suiza a otra que tenía el cliente en este país. Lo mismo ocurría en caso de que se quisiera disponer del dinero en España.
En otro caso las remesas procedieron del 'cabecilla' de la trama, David Marjaliza, quien le entregó a Langdon volúmenes de unos 20.000 euros para que lo ingresara en cuentas Suizas opacas a la Hacienda Pública.
COBRO 6.000 EUROS POR VIVIENDA CONSTRUIDA EN VALDEMORO ENTRE 1999 Y 2007
Francisco Granados recibió directamente o a través de su jefe de gabinete, Ignacio Palacios, sobres por entre 3.000 y 6.000 euros por vivienda -si se trataba de un chalet la comisión era algo más alta- construida en los diferentes planes de desarrollo de Valdemoro (Madrid) entre los años 1999 y 2007 e incluso después, siendo ya aquel consejero de la Comunidad de Madrid. Obtuvo comisión por miles de viviendas construidas en dicho periodo.
Así lo señala el exsocio de Granados e implicado en la "trama Púnica", David Marjaliza, durante la declaración que prestó ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco en junio del pasado año, a la que ha tenido acceso Europa Press, y en la que este empresario narra el 'modus operandi' utilizado en por los integrantes de esta organización.
A preguntas de una de las scales Anticorrupción, Marjaliza señala que los sobres se entregaban por "paquetes", es decir, por operación, "si había 100 viviendas, pues 300.000 euros".
Este dinero, en metálico, lo recibió casi en todas las ocasiones Granados a través de su jefe de gabinete, Ignacio Palacios y en algunas ocasiones, "Alguna vez se los he dado a Paco también" (Francisco Granados), precisó en la Audiencia Nacional.
Los cobros se realizaron tanto a Granados como a sus sustituto, José Miguel Moreno, con quien Marjaliza cree que tenía algún tipo de acuerdo, e incluso siendo ya consejero de Justicia y Presidencia de la Comunidad de Madrid. "Por viviendas, por obras y por diversas cosas", puntualiza Marjaliza en este punto, si bien no sabe cómo guardaba Granados este dinero.
ENTRADAS Y SALIDAS DE LA CAJA FUERTE
Estos datos los confirma la que fuera secretaria de David Marjaliza, Ana María Ramírez, quien en su declaración ante Velasco confirma que en el despacho del cabecilla de la trama había una caja fuerte oculta en la que se guardaba el dinero en negro que se obtenía con cada venta de piso. En concreto, asegura que por cada piso que vendía, Marjaliza apartaba entre 3.000 y 6.000 euros, dinero que le daba a su secretaria en sobres y ella lo guardaba en la caja fuerte.
A la pregunta de si este dinero de la caja fuerte es el que utilizaba el empresario para pagar comisiones a alcaldes o representantes de ayuntamientos, Ramírez dice que no lo sabe. Según su declaración, Marjaliza le pedía de vez en cuando que le preparara algún sobre o bolsa con una parte del dinero de la caja fuerte, pero que no le decía "nunca" para quién era. "David nunca me decía nada", afirma.
Así pues, la secretaria confima que desde el despacho de Marjaliza se realizaban operaciones con dinero en efectivo que no pasaba por el banco. Estas entradas y salidas de dinero procedentes de la venta de pisos se producían de vez en cuando, "dos veces al mes, más o menos", indica Ramírez.
LAS TIERRAS DE SU PADRE
En otro punto de su declaración, Marjaliza se reere a la compra que realizó de cuatro parcelas pertenecientes a Francisco Granados que éste había heredado de su padre, que era agricultor.
La FInca se recalicó en cuatro parcelas diferentes de las que una fue vendida a la hermana de la mujer de Granados por 170.000 euros mientras que las otras tres le costaron a Marjaliza 360.000 euros cada una. Este sobreprecio era una especie de "compensación" que el empresario pagó al alcalde.`
Sobre el hecho de que la gran mayoría de los proyectos de obra Marjaliza se los encargara a José Luis Navarro, que era el arquitecto municipal, no lo justica el empresario en ningún tipo de favor, sino en la conanza que tenía en esta persona. Los planos, sin embargo, eran realizados por el socio de éste.
CRITERIOS SUBJETIVOS EN LOS PLIEGOS
En otro punto declaración, sobre las adjudicaciones de las obras de urbanización que tanto Marjaliza como Cid realizaba, el declarante señala que los pliegos de adjudicación para las urbanizaciones eran "tan amplios" y sus criterios tan subjetivos que permitían elegir a los adjudicatarios.
En opinión de Marjaliza pese a que Granados no se encontraba en los órganos municipales que tomaban estas decisiones "haría alguna indicación..esta obra y este concurso pues a fulanito, había tanta subjetividad en los pliegos que es muy fácil".