Sara Henández sueña con la alcaldía tras el cisma de UPyD

El cisma acontecido en UPyD de Getafe, que de momento se ha materializado en la salida del partido magenta de quien fuera su portavoz municipal, José Luís Morato, ha abierto la puerta a nuevas expectativas de un posible y tantas veces rumoreado cambio de rumbo en la alcaldía de Getafe y en una fuente de incertidumbre para el equipo de gobierno del PP.

Un giro político e institucional, el primero de gran envergadura que se produciría en la Comunidad de Madrid, que permitiría al líder del PSM sentar en el sillón consistorial de un importante municipio a una persona afín, como es la secretaria general del PSOE de Getafe, Sara Hernández. Una operación que no está exenta de tensiones internas, ya que todo hace indicar que el actual portavoz socialista, José Manuel Vázquez, intentaría también optar, dada su condición de jefe del grupo municipal, a alcaldable.

Dejando a un lado la lucha interna, los socialistas, que vienen manteniendo desde hace tiempo negociaciones a varias bandas para recuperar el bastón de mando, creen tener más cerca está posibilidad, siempre y cuando logren atar antes dos importantes cabos sueltos: restañar las deterioradas relaciones con IU y atraer a un Morato arrinconado dentro del juego político de los partidos, pero curiosamente convertido en el fiel de la balanza municipal tanto para el gobierno como para la oposición.

El ejecutivo del popular Juan Soler- que administra una hasta ahora cómoda minoría con doce representantes-va a seguir necesitando del apoyo de la ahora única concejala de UPyD, Esperanza Fernández, para sacar adelante sus propuestas, pero también del de Morato.

Pero el ex edil de Unión Progreso y Democracia también se ha convertido en pieza importante para dar fortaleza a la oposición de izquierdas- PSOE e IU suman 13 ediles- que con su voto tendrían en la mano tumbar por mayoría la acción de gobierno de Soler.

Hechos añicos los puentes de entendimiento entre Morato y el partido de Rosa Díez, pero también con el PP, el ya ex edil de UPyD se lamentaba no hace mucho del ostracismo al que le sometían los populares, en la política getafense se ha generado un gran interrogante; el de sí el ahora edil no adscrito brindará su apoyo a la conformación de una nueva mayoría institucional.

Una realidad que el propio Morato se encargaba de dibujar en su intervención en el pleno en el que se dio cuenta de su baja como edil del partido magenta. “¿Es razonable, es proporcionado, a alguien le cabe en la cabeza, que pueda alterarse el mapa político de Getafe porque un partido reclame primero (y se niegue a recibir después) la cantidad de 240 euros?

Todo un aviso a navegantes del concejal no adscrito, al dar cuenta de las razones, “pecado” según sus propias palabras, que han llevado a su defenestración de UPyD, partido que le ha apartado de militancia por no pagar las cuotas. Una deuda “que siempre he reconocido y cuyo pago estaba negociando”.

La clave para la resolución de este nudo gordiano podría haberla dado el propio Morato en su discurso de despedida, en el que vino a decir los problemas económicos por los que atraviesa al no estar liberado en la corporación- “No considero necesario abundar en este momento en los problemas económicos me han afectado pues son bien conocidos en esta casa (y me refiero, por ejemplo, al embargo de mi propio sueldo como concejal), ni tampoco me extenderé sobre las graves dificultades por las que estoy atravesando y que han puesto en peligro incluso la vivienda que ocupo con mi familia”.

Morato deja entrever que una de sus prioridades es conseguir la liberación como concejal y la remuneración que ello lleva aparejado y no faltan en el PSOE voces que han comenzado a reclamarla.