Figar elimina las becas de libros de texto

jueves 02 de octubre de 2014, 12:47h
La oposición tacha esta medida de Educación de "antisocial", "recorte sangrante" y "ataque a las familias más necesitadas". CC.OO acusa a la Comunidad de "cínica" por suprimir las ayudas de libros y mantener las de uniformes para los privados
La Consejería de Educación y Empleo de la Comunidad de Madrid ha decidido eliminar las becas de libro de texto para el próximo curso y en lugar de estas ayudas, extenderá el sistema de préstamos de este material en los centros directamente, han explicado fuentes del Departamento que dirige Lucía Figar.

En concreto, explican que se ha decidido cambiar el modelo de cheques-libro actual, en vigor desde el curso 2006/2007, para sustituirlo por un sistema de préstamos que, aunque ya existe en Madrid, será potenciado con la "transferencia directa" a los centros de los fondos necesarios para la compra y gestión de los libros.

Los préstamos incluyen el segundo ciclo de Educación Infantil, Primaria y Secundaria. Con los libros adquiridos por los centros, éstos crearán un fondo bibliográfico para realizar la cesión a los alumnos y asegurar su mantenimiento.

Los libros que se adquieran deberán tener una duración mínima de cuatro años y serán los Consejos Escolares los que establezcan el funcionamiento del sistema en cada centro atendiendo a sus propias necesidades.

CUIDAR EL MATERIAL

Según este sistema, el alumno beneficiario del préstamo se comprometerá a cuidar el material escolar que se le ceda gratuitamente y a devolverlo en buen estado. Si el alumno deteriora el libro y éste no puede ser usado al año siguiente, la familia tendrá que abonar el precio del mismo para que el centro adquiera uno nuevo.

En caso de que no lo reponga perderá el derecho a participar en el sistema de préstamo de libros para el siguiente curso, tal y como ya establece el Decreto de Convivencia aprobado por la Comunidad de Madrid en 2007.

Desde la Consejería explican que otras comunidades autónomas como Castilla-La Mancha, Andalucía, Aragón, La Rioja, Navarra, Extremadura o País Vasco llevan aplicando este sistema de préstamo de libros desde hace años.

En opinión del Gobierno regional, con este modelo se logra sacar "mayor provecho" de los fondos dedicados a Becas y Ayudas, ya que varias familias podrán aprovechar los libros adquiridos por los centros en diferentes años.

La Comunidad aprobó el curso pasado destinar 30 millones a las ayudas para la adquisición de libros y material didáctico, beneficiando así a casi 310.000 familias, casi 10.000 más que en 2010. El importe de la beca para los alumnos de Primaria era de 90 euros (14 euros menos que en el curso 2010-2011) mientras que la de Secundaria se mantenía en 110 euros.

Las criticas a esta medida han venido desde los grupos de la oposición, los sindicatos y la Federación de Padres de Alumnos.

Así, el portavoz adjunto de UPyD en la Asamblea de Madrid, Ramón Marcos, ha calificado de "medida antisocial" la eliminación de las becas de los libros de texto para el próximo curso en la Comunidad de Madrid.

Marcos ha manifestado que su formación política "desde el principio consideró que esta reducción en la becas era mala", a la vez que ha señalado que "estamos convencidos que, debido a la situación económica, es contraria a la gente con pocos recursos".

Asimismo, Marcos ha subrayado que "hay otras partidas del presupuesto que se podían reducir", por lo que ha reincidido n que se trata de una "medida antisocial".

La diputada de IU en la Asamblea de Madrid, Lali Vaquero, ha calificado la supresión de las becas de libro de texto para el próximo curso como "recorte sangrante" por parte de la Comunidad a las políticas sociales y educativas.

Vaquero ha instado al Ejecutivo regional que, dado que parece dispuesto a potenciar el sistema de préstamo de libros, dirija esos recursos solo a los centros "que más lo necesiten".

La responsable en asuntos de educación del grupo parlamentario de IU reclama que la partida que se dedique al préstamo de libros, aunque parece que será "simbólica", no sea repartido de manera homogénea entre los centros sino que se dedique a los considerados "prioritarios", por estar situados en zonas con menor renta per cápita o con mayor necesita de políticas sociales.

"Evidentemente, no es lo mismo Villaverde que Pozuelo", ha agregado para remarcar que el carácter público de los centros deben ser otro requisito para dotar de fondos a los centros.

En caso de que no se aplique estos criterios, Vaquero ha advertido de que se podrían "estigmatizar" a los niños de las zonas más desfavorecidas. Además, ha abogado por reformular los criterios de asignación gratuita de libros para atender a los criterios de necesidad social y económica.

El portavoz de Educación del Partido Socialista de Madrid (PSM), Eusebio González, considera que la eliminación de las becas de libros de texto por parte de la Comunidad de Madrid para el próximo curso escolar "ataca a las familias más necesitadas" y, sumado al resto de recortes ya planteados, "acaba con la libertad real" de los ciudadanos madrileños.

"Este es un recorte más en el que el Gobierno de la Comunidad utiliza como excusa la crisis pero realmente pretende cambiar el modelo educativo del que nos dotamos hace 30 años. Cuando a esto le sumas que disminuyes las ayudas de comedor estás atacando a las familias que más necesitan de la administración pública en el peor momento", ha aseverado González.

El portavoz socialista reconoció que la crisis ya está "azotando de manera clara a las familias españolas y madrileñas", pero precisó que la presidenta madrileña Esperanza Aguirre "pone la puntilla" a esta situación.

Y persigue, considera el socialista, "exterminar los servicios públicos tal y como estaban concebidos: de calidad y de igualdad de oportunidades". "Se acaba la libertad real en esta comunidad", sentenció.

Desde el sindicato CC.OO, el secretario general de Enseñanza Madrid, Francisco García, ha señalado que la Comunidad de Madrid es una "cínica" porque ha suprimido las becas de libros de texto y, sin embargo, parece que va a mantener las ayudas que da por uniforme o actividades extraescolares de inglés y que "mayoritariamente" recaen en los alumnos de la privada.

García ha indicado que el sistema de préstamo de libros lo rechazó el Gobierno regional en su día cuando se solicitó al Ejecutivo madrileño un sistema que "garantizase la gratuidad de los libros de texto en las etapas de educación obligatoria en la escuela privada".

"Me preocupa que al final el sistema de préstamo es una manera de enmascarar la retirada de las ayudas", ha indicado, al tiempo que ha añadido que las becas de comedor también se reducen de forma "drástica" y que lo "maquillan" afectando a los "alumnos más desfavorecidos" que se van a ver "en dificultades para adquirir el material o la comida".

Esto, además, en su opinión, se hace más "grave" en un "contexto de paro creciente". "Es más preocupante porque era un colchón que tenían estas familias y que va a ir desapareciendo", ha indicado García, quien se ha preguntado cómo van a financiar desde Educación este sistema de préstamos "si tienen problemas para pagar los gastos de funcionamiento de los centros".

Por último, la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de la Comunidad de Madrid (FAPA) Francisco Giner de los Ríos se ha preguntado cómo se va a financiar el sistema de préstamos de libros de texto que sustituirá a las ayudas que hasta este momento otorgaba el Gobierno regional para esta material.

Su presidente, José Luis Pazos, ha recordado que la Comunidad de Madrid ya contaba con un sistema de préstamo de libros que desmanteló para poner en marcha el sistema de becas actual y que lo criticaron en su día "porque la filosofía de usar y tirar libros y potenciar exclusivamente el negocio de las editoriales no tenía sentido".

En este punto, ha indicado que celebrarían si se volviera al escenario de entonces pero que tienen dudas porque no saben cómo se va a hacer. "¿Con qué partidas económicas van a financiar el sistema, quien va a hacer el préstamo de libros?", se ha preguntado el presidente.

Así, Pazos desconoce si con este sistema la Consejería de Educación pretende que sean los padres los que se intercambien los libros entre sí, como ya se hace entre las propias APAs. "Nosotros ya lo hacemos pero entiendo que la Consejería debería hacer algo más que eso", ha concluido.
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