Cifuentes autoriza la marcha contra la mezquita pero "no le gusta nada" el ideario de sus promotores

La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha afirmado que el departamento que dirige ha autorizado la manifestación contra la construcción de una mezquita en Torrejón de Ardoz, aunque ha apuntado que "no le gusta nada" el ideario de sus promotores, porque "defiende valores xenófobos" que ella "rechaza radicalmente como demócrata".

Se refería así a Josep Anglada, miembro del partido ultraderechista Plataforma per Catalunya. Su extensión nacional, Plataforma por la Libertad, ha sido la convocante manifestación este sábado a las 12.30 horas contra la construcción de la mezquita.

No obstante, ha afirmado que en aplicación del derecho de reunión, la Delegación del Gobierno "no puede prohibir una manifestación porque no le guste el ideario político de sus promotores".

Eso sí, Cifuentes ha indicado que, como consecuencia de los informes del Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz y de su Policía Municipal, han procedido a cambiar el itinerario de la manifestación porque en la plaza solicitada coincidirán con otras actividades previamente planeadas.

La Plataforma por la Libertad (PxL) convocante de la manifestación apunta que los españoles están viviendo una época "muy difícil" y que pese a ello la "casta política sigue con sus privilegios y consideran que han cumplido con solo reducirse un 5 por ciento de sus enormes salarios" mientras la sanidad, educación y demás servicios básicos "peligran".

Así, aseguran que este "criminal" agravio comparativo no les preocupa demasiado pero sí, por ejemplo, "contribuir a la progresiva islamización de nuestro país" y señalan que las consecuencias de esta política es que, "poco a poco, se está construyendo un futuro en el que nadie va a poder elegir vivir en un entorno no islámico".

En el caso concreto de Torrejón, se preguntan qué ganan los españoles con una mezquita. "¿Acaso traer una "primavera árabe" a la puerta de casa? ¿Les importa a nuestros políticos contribuir a asentar en nuestra tierra una fuerza religiosa y política en clara contradicción con los valores occidentales?", se han cuestionado.

En su opinión, en ningún país del mundo la islamización ha significado "mayor tolerancia y convivencia, sino más bien todo lo contrario" y señalan que Sudán y Nigeria son dos ejemplos que han derivado en una guerra civil. "En casos como Francia o Reino Unido, la confrontación resulta enmascarada por el aparato mediático", apostillan.