Con la elección de un nuevo coordinador regional en el horizonte, una nueva guerra interna se ha desatado en IU de Madrid, fracturando el conocido como sector mayoritario. La relación de los dos máximos exponente en estos momentos de la citada corriente, Angel Pérez y Gregorio Gordo, parece haber saltado por los aires, propiciando un escenario de nuevas alianzas de cara al consejo político que determinará el nuevo liderazgo de la organización.
Un nuevo tablero de juego con una IU Abierta más activa que nunca, recla mando protagonismo en este proceso interno, en el que el polémico Miguel Reneses continúa siendo elemento catalizador de muchas confrontaciones.
El controvertido diputado, a día de hoy en los juzgados por un presunto delito de acoso sexual, se encuentra nuevamente en el ojo del huracán por su inasistencia a los plenos de la Asamblea de Madrid. Una circunstancia que, a cuenta del recorte de Aguirre en los liberados de cada partido (sólo 66 de 120 señorías cobrarán a partir de ahora), ha hecho que en el grupo de IU se afilen las navajas para prescindir de Reneses.
El sector que reclamaría la retirada de sueldo y cualquier prebenda a este parlamentario sería precisamente el de quienes se alinean con Fernández, en el que se encuadra la también diputada Tania Sánchez, aunque el verdadero pulso lo mantiene Reneses con quien durante años fue la sombra de Pérez, la diputada Libertad Martínez, envuelta también en otro escándalo por supuestamente hackear la web de IU.
Ante la posibilidad de quedarse sin salario, Reneses, impasible como siempre, ha vuelto a sentarse en su escaño del hemiciclo vallecano como miembro de un grupo parlamentario absolutamente fraccionado.
Una confrontación la de IU de la Asamblea de Madrid que es igualmente trasladable a la realidad que la coalición vive en algunos municipios. Izquierda Unida es en estos momentos un auténtico polvorín en el propio feudo de Gregorio Gordo, Getafe.
Tanto en la organización como en el grupo municipal los partidarios de Pérez y los del coordinador regional libran su particular batalla, el primero abanderado por Sylvia Uyarra y el segundo por la actual líder local, Maria Luisa Gollerizo. Curiosamente está última podría pactar ahora con su antecesor en el cargo de coordinador, Javier Viondi, para hacer descarrilar la opción de Uyarra, que de ser así quedaría fuera de los órganos de IU de Getafe y excluida también del grupo en el Ayuntamiento getafense.
Izquierda Unida tiene otro importante foco de conflicto en Fuenlabrada que sobrepasa el ámbito interno de la organización para salpicar el institucional. Reneses, auténtico pope de la coalición en esta localidad maneja los hilos de una formación que día sí y día también cosecha titulares de prensa por las acciones de sus concejales.
Precisamente del “cortijo” de Reneses parte la denuncia de acoso contra él de una ex edil de IU de esta localidad, aunque en los últimos meses todo el protagonismo ha pasado a Teresa Fernández, vicealcaldesa del Ayuntamiento fuenlabreñoc y mujer del hoy diputado, acusada por el PP local de poner a trabajar a un trabajador municipal en el enfoscado de su vivienda, una obra que tendría un coste de unos 360 euros que la líder de la coalición en esta localidad pretendía evitar.
Los cuchillos volarían también en Arganda (feudo de Libertad Martínez) o Parla, aunque la guinda a la convulsa realidad de IU de Madrid la pone la moción de censura que planea sobre el alcalde de Casarrubuelos, Alvaro Sánchez, y que se concretará el próximo 15 de junio. La ex alcaldesa de Izquierda Unida de esta localidad, María Soledad Lavín, a día de hoy líder de la Agrupación Vecinal de Casarrubuelos (AVC) prestará sus dos votos a los cuatro ediles del PP para desalojar de la alcaldía a su antiguo compañero de filas.
Con la elección de un nuevo coordinador regional en el horizonte, una nueva guerra interna se ha desatado en IU de Madrid, fracturando el conocido como sector mayoritario. La relación de los dos máximos exponente en estos momentos de la citada corriente, Angel Pérez y Gregorio Gordo, parece haber saltado por los aires, propiciando un escenario de nuevas alianzas de cara al consejo político que determinará el nuevo liderazgo de la organización.
Pérez y Gordo, antiguamente uña y carne, habrían puesto, según se dice, punto final a años de entendimiento, hasta el punto que el hoy portavoz de IU en el Ayuntamiento de Madrid y pope de facto de la organización estaría ahora enrocado con el sector del ex alcalde de Rivas y ex diputado, Fausto Fernández, mientras que el actual coordinador habría tendido puentes con el polémico Miguel Reneses.
El controvertido diputado, a día de hoy en los juzgados por un presunto delito de acoso sexual, se encuentra nuevamente en el ojo del huracán por su inasistencia a los plenos de la Asamblea de Madrid. Una circunstancia que, a cuenta del recorte de Aguirre en los liberados de cada partido (sólo 66 de 120 señorías cobrarán a partir de ahora), ha hecho que en el grupo de IU se afilen las navajas para prescindir de Reneses.
El sector que reclamaría la retirada de sueldo y cualquier prebenda a este parlamentario sería precisamente el de quienes se alinean con Fernández, en el que se encuadra la también diputada Tania Sánchez, aunque el verdadero pulso lo mantiene Reneses con quien durante años fue la sombra de Pérez, la diputada Libertad Martínez, envuelta también en otro escándalo por supuestamente hackear la web de IU.
Ante la posibilidad de quedarse sin salario, Reneses, impasible como siempre, ha vuelto a sentarse en su escaño del hemiciclo vallecano como miembro de un grupo parlamentario absolutamente fraccionado.
Una confrontación la de IU de la Asamblea de Madrid que es igualmente trasladable a la realidad que la coalición vive en algunos municipios. Izquierda Unida es en estos momentos un auténtico polvorín en el propio feudo de Gregorio Gordo, Getafe.
Tanto en la organización como en el grupo municipal los partidarios de Pérez y los del coordinador regional libran su particular batalla, el primero abanderado por Sylvia Uyarra y el segundo por la actual líder local, Maria Luisa Gollerizo. Curiosamente está última podría pactar ahora con su antecesor en el cargo de coordinador, Javier Viondi, para hacer descarrilar la opción de Uyarra, que de ser así quedaría fuera de los órganos de IU de Getafe y excluida también del grupo en el Ayuntamiento getafense.
Izquierda Unida tiene otro importante foco de conflicto en Fuenlabrada que sobrepasa el ámbito interno de la organización para salpicar el institucional. Reneses, auténtico pope de la coalición en esta localidad maneja los hilos de una formación que día sí y día también cosecha titulares de prensa por las acciones de sus concejales.
Precisamente del “cortijo” de Reneses parte la denuncia de acoso contra él de una ex edil de IU de esta localidad, aunque en los últimos meses todo el protagonismo ha pasado a Teresa Fernández, vicealcaldesa del Ayuntamiento fuenlabreñoc y mujer del hoy diputado, acusada por el PP local de poner a trabajar a un trabajador municipal en el enfoscado de su vivienda, una obra que tendría un coste de unos 360 euros que la líder de la coalición en esta localidad pretendía evitar.
Los cuchillos volarían también en Arganda (feudo de Libertad Martínez) o Parla, aunque la guinda a la convulsa realidad de IU de Madrid la pone la moción de censura que planea sobre el alcalde de Casarrubuelos, Alvaro Sánchez, y que se concretará el próximo 15 de junio. La ex alcaldesa de Izquierda Unida de esta localidad, María Soledad Lavín, a día de hoy líder de la Agrupación Vecinal de Casarrubuelos (AVC) prestará sus dos votos a los cuatro ediles del PP para desalojar de la alcaldía a su antiguo compañero de filas.