El subinspector de Policía acusado de violación admite sólo que sufre "una desviación sexual" hacia desconocidas

Un subinspector del Cuerpo Nacional de Policía acusado de agresión sexual ha admitido en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid que padece "una desviación sexual" por su atracción a mantener relaciones con desconocidas, si bien ha negado haber cometido los hechos que se le imputan.

Antonio I.S. se sienta en el banquillo de los acusados por un delito de agresión sexual y dos de abuso sexual. Se enfrenta a una petición fiscal de 16 años, diez meses y dos días de prisión.

La Fiscalía de Madrid le acusa de abordar a dos mujeres en la calle y obligarlas a subir a sus domicilios bajo la excusa de que no tenían los papeles en regla. Allí, abusaba de ellas. En uno de los casos, agredió también a la madre de una de las víctimas.

En su declaración, el procesado ha insistido que "en ningún momento hubo contacto físico" con las chicas que le acusan; una de ellas de violación y otras dos, madre e hija, de tocamientos. Además, ha negado que utilizara su condición de agente para "ligar" con las víctimas.

Antonio I.S., que esta casado, ha reconocido que siente atracción por mantener relaciones sexuales con chicas que no conoce y ha admitido que las solía mentir al asegurar que estaba soltero. "Me gusta tener relaciones con gente desconocida, un aquí te pillo aquí te mato", ha señalado.

En el caso de la violación, ha relatado que el 16 de junio de 2010 se encontró a una chica venezolana llorando en la confluencia de las calles Piñeiro y Aranjuez de Madrid, queriendo ayudarla. Así, le comentó que era policía y ésta le indicó que tenía problemas con su documentación.

"Me invitó a subir a su casa. Dimos un paseo y me comentó que en su país era modelo. Me quería enseñar un book de fotos. En la casa, ella se puso un vestido y me dijo que si le quedaba bien", ha narrado. Tras ello, mantuvieron una relación consentida, según su versión. A preguntas sobre si la violó, ha replicado que no le obligó a nada".

Asimismo, ha relatado que el 7 de marzo de 2011, sobre las 18.30 horas, abordó a una chica de nacionalidad ecuatoriana porque le resultó atractiva. Hablaron y subieron a su casa, donde estaba la madre de ésta. Al rato, la chica se marchó a clases de conducir y pocos minutos después, él abandonó la casa.

VERSIONES OPUESTAS

Por su parte, las víctimas han contado versiones que difieren de la de su presunto agresor. La primera de ellas, entre lágrimas y tras un biombo, ha contado al tribunal cómo el acusado la abordó en la calle para pedirle su documentación.

"Salí del Metro. Este hombre iba detrás de mi y me paró. Me enseñó su placa y me pidió la documentación. Me quitó el pasaporte. Me hizo subir a mi casa y bajo amenazas, me dijo que me pusiera un vestido", ha indicado la chica. Tras ello, la violó.

La joven ha contado que días más tarde se lo volvió a encontrar. Según su testimonio, se encontraba en una tienda de ropa y le vio tras el cristal que daba a la calle. entonces, comentó a un vigilante que la había violado días antes.

Por otro lado, la madre de la segunda víctima ha comparecido sin que su hija haya podido acudir al juicio. Ésta ha indicado que el procesado subió con su hija en el ascensor, donde le "manoseó". Después de que ésta se marchara, el procesado realizó tocamientos a su madre.

El procesado padece un trastorno mixto de la personalidad con rasgos esquizoides y compulsivos que afecta levemente a su capacidad volitiva y se encuentra en situación de prisión provisional por los hechos descritos desde el 23 de marzo del 2011, cuando fue puesto a disposición judicial.