Ritos y silencios presupuestarios

Por fin se conoce el proyecto de Presupuestos de la Comunidad de Madrid para 2012. La presentación tuvo lugar en la Puerta del Sol y aunque en la rueda de prensa estaban el vicepresidente y portavoz del Consejo de Gobierno, Ignacio González, y el consejero de Economia y Hacienda, Percival Manglano, la presidenta regional, Esperanza Aguirre, fue la única que dio cuenta de los detalles de una Cuentas que contemplan unos ingresos de 17.048 millones de euros, los mismo que en 2011. El dinero que hay para pagar todo y para garantizar que el Estado de Bienestar llegue a todos, a pesar de los recortes presentes y pasados, se congela. Culpan a Zapatero de haber hecho unos presupuestos a ciegas, ya que desconocen los ingresos y previsiones del Gobierno socialista, dicen que priorizan el gasto social porque nueve de cada diez euros irán a Sanidad, Educación, Servicios Sociales y subvenciones al Transporte público. Se deduce que todo es social, lo que no es decir mucho porque la palabra Social se convierte en algo que impregna todo y nada aclara sobre los verdaderos derechos universales y gratuitos que empiezan a perder sentido cuando no se destina todo lo necesario para que las calidad de los servicios sea la mejor. El PP asegura que no habrá subida de impuestos, que las anteriores rebajas han ahorrado a los madrileños no sé cuántos miles de millones de euros. El rito de la Puerta del Sol se completó y todo el protagonismo correspondió a Aguirre, González hizo de portavoz para comentar otros asuntos y Manglano se mantuvo casi todo el tiempo que duró la rueda de prensa en silencio. Los ritos son los ritos. Al día siguiente, Percival tuvo sus minutos de gloria en la sede vallecana del Parlamento regional. Entregó al presidente de la Asamblea de Madrid, José Ignacio Echeverría, el proyecto de Presupuestos para 2012, que será debatido durante dos meses por los diputados regionales. El consejero de Economía y Hacienda respondió a numerosas preguntas pero en ningún momento se salió del guión fijado por los responsables de Puerta del Sol y pocas precisiones dejó caer. No dijo nada de recortes o privatizaciones de empresas públicas ni tampoco aclaró nada sobre situaciones indeseadas en los colegios, centros de salud, hospitales o demás servicios públicos. La oposición adelantó su valoración sobre las Cuentas de 2012. El portavoz de UPyD, Luis de Velasco, siempre tan prudente, los valoró con prudencia aunque no dijo nada. Es lógico. Leer miles de páginas no se hace en media hora. IU y el PSM dijeron que son peor que malos. El portavoz socialista, Tomás Gómez, resumió todo con unas ingeniosas palabras: "Menos dinero para los ciudadanos y más dinero para los bancos". Mientras todo esto sucedía, se hacian públicos los úlimos datos sobre el gran problema de los madrileños. Conocimos que el paro crece y crece y que en Madrid hay ya casi 600.000 parados. Hace muchos meses, el secretario general de UGT-Madrid, José Ricardo Martinez, comentó que alcanzar el medio millón de madrileños sin trabajo sería una gran drama y un problema de grandes dimensiones, Entonces no se había alcanzado esa cifra. Y ahora con 573.000 desempleados, a nadie le llama mucho la atención ese dato. Parece que nos vamos acostumbrando a este drama que no cesa. Las políticas necesarias para el crecimiento de la economía y del número de trabajadores con empleo y salario no se dan a conocer por parte de los gobernantes ni parecen que están escritas en los números de los Presupuestos para 2012. En pocos días, la comisión correspondiente de la Cámara regional será el lugar de debate de estas Cuentas. Enmiendas y más enmiendas, no sólo por parte de la oposición. Seguro que después de las elecciones de noviembre, el PP aclarará algo más sobre actuaciones que se harán o se dejarán de hacer y no sabe nadie si la Sanidad, la Educación o los Servicios Sociales sufrirán arañazos y mordiscos para pagar las deudas. Demasiados silencios.